You. (Starker)

7. Ruptura y amorio.

Miró a Nat a lo lejos, lucía despistada y sacaba el correo de su casillero personal.
La verdad es que desde que trabajaba en el mismo edificio que él, no la había visto, y era algo raro ya que es alguien que siempre ves, incluso cuando no quieres, pero ese día Peter estaba de buen humor y quería más que nunca verla y hablar con su única y fiel amiga.

—Hola —saludó Peter dándole una pequeña patada en el pie para votarla lo cual era obvio que no haría solo quería asustarla, como de costumbre, al parecer Peter estaba de demasiado buen humor.

—Hola —saludó ella no tan sonriente como solía estarlo. Lo cual era extraño.

Caminaron hasta el elevador para subir a sus áreas de trabajo, pero Nat estaba rara.

—¿Cómo estás, sucede algo? —preguntó Peter extrañado por la actitud de Nat.

Natasha era la persona más amable y risueña del mundo, era parlanchina y su sonrisa vislumbraba a todo peronas que osara a verla, irradiaba sensualidad y belleza y era la persona más amable del mundo, y cuando encontró a Steve aquello resaltó aún más.
Era tan satisfactorio para Peter ver a Natasha tan bien con Steve y ahora parecía apagada y no tenía una sonrisa, lo cual no era algo bueno.

—Sí, estoy bien —dijo sonriendo muy forzadamente.

Pero no lucía así, cuando convives con alguien tanto tiempo notas cuando no está bien, cuando algo le disgusta o cuando algo le encanta y definitivamente a Nat algo le estaba pasando y no bueno eso era notable.

—¿Estás segura? —preguntó nuevamente Peter.

Pero, si él mismo le mentía que impediría que ella no lo hiciera. Pero ella no era alguien de mentiras a pesar de que sabia que Peter le decía algunas.

—No, de hecho no lo estoy... Steve y yo terminamos —confesó con dolor en su mirada.

—¿Qué? ¿En serio? —no es algo como que puedes creerlo a la primera, porque algo dentro de Peter esperaba que fuera una broma, sabía perfectamente lo que era sufrir una ruptura de tantos años y no quería que Nat se sintiera así. Pero ya era demasiado tarde.

—Sí —dijo ella.

—Lo lamento tanto —Peter no era alguien de dar abrazos a diestra y siniestra pero con Nat todo era diferente y sin pensarlo si quiera se lanzó a abrazarla y tratar de consolarla, lo cual sabia perfectamente que era imposible.

—Gracias —musitó ella con un tono lloroso.

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—Es que después de ocho años aún no puedo creer la tontería qué acabó con todo... llegamos a casa y él me dijo que dejara los zapatos al lado de la puerta donde le gusta dejar los zapatos, y no quise que me dijera dónde dejar mis malditos zapatos, estaba cansada y lo único que quería era sentarme en mi sofá y descansar entonces peleamos como por quince minutos; y le dije que me abrumaba y él dijo qué sólo trataba de hacer un hogar, le respondí que yo también lo estaba tratando, y él dijo que solamente él lo intentaba, pero en serio lo estaba haciendo, lo intentaba, pero no me gustaba que él manipulara la forma en la que trataba de hacerlo... ya no podía más con esa relación donde solo nos hacíamos sentir como basura el uno al otro... entonces me fui a la cama y le dije "este matrimonio se acabó" —narró Nat con los ojos rojos mirando a Peter.

Ya era de noche y estaban en la casa de Nat, Peter escuchó todo atentamente mientras se sentía mal por su amiga.

—Wow —¿que más podía decir? Normalmente era él quien le contaba sus problemas a ella y no sabía si quiera que decir.