El Silencio Del Amor || Kim SeungMin

*~16

(Capítulo: Continuación del anterior)
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-¡Félix, primero la montaña rusa! -Gritó con emoción SooRin-.

Ya habían llegado hasta los juegos mecánicos y se sentían muy emocionados, compraron las entradas y Félix ya estaba comiendo unas palomitas que decidió comprarse cuando llegaron ya que el olor lo había "llamado" o algo así, causando una carcajada a su amiga, ahora estaban decidiendo en donde subir primero.

- ¡No, los carritos chocones primero! -Chilló dando pequeños saltitos señalando aquel lugar-.

Estaban haciendo berrinches ambos chicos cuales niños malcriados queriendo un juego específico, las personas que se encontraban allí y algunos que pasaban a su lado los miraban, algunos con gracia, otros con ternura y otros muy pocos con molestia. Y es que inevitablemente para los ojos de muchos de los presentes parecían una pareja muy adorable.

- Bueno hagamos esto, juguemos piedra, papel o tijeras -Cuestionó-. Y el que gane elije.

-Trato hecho.

Entonces empezaron a jugar aquello, quedando como ganadora SooRin quien daba saltos en su lugar feliz por su triunfo, mientras Félix tenía un gran puchero en sus labios. La chica terminó por elegir como primer juego la montaña rusa, subieron a esta y SooRin no podía recordar el día en el que más se rió que no fuera ese y es que su mejor amigo gritaba más que una niñita asustada, fue realmente gracioso.

Después de ese juego complacieron las peticiones de Lix colocando como segundo juego los carritos chocones, donde risas y más risas compartían entre sí, SooRin había logrado chocar el carrito de Félix sin que él se diera cuenta de eso logrando un gran susto que hizo reír como nunca a la muchacha.

Estuvieron toda la tarde y parte de la noche en cada juego que se les cruzaba, compraban dulces y además accesorios para el cabello realmente bonitos. Félix le regaló a SooRin unas orejitas de gato y ella le regaló a él una que tenía un pequeña corona diciéndole un "Le regalo una corona, su real majestad" teniendo como respuesta de Félix un "Soy el rey de tu vida ahora", eran muy bonitos, se veían muy bonitos juntos.

Después de por comprar aquellos accesorio dejaron lo mejor para el final de su día en los juegos mecánicos; la rueda gigante. Entonces se encaminaron hasta ella, al llegar y terminar de hacer la fila y estaban en este bonito juego mecánico; uno de los favoritos de toda pareja. Ellos no eran pareja, ni siquiera estaban cerca de serlo pero actuaban de esa manera sin siquiera notarlo.

- ¡Wuah, puedo ver tu casa desde aquí! -Dijo sonriente, mirando toda la hermosa vista-.

- ¡No mientas, no se puede ver nada! -Dijo causando una carcajada a ambos-.

Félix miró a su mejor amiga, ella veía la vista con sus ojos brillantes y hermosa sonrisa, Félix pensaba que ella era bonita, era muy bonita por donde la vieras. Le gustaba mucho verla sonreír, le gustaba verla reír, le gustaba verla comiendo galletitas, le gustaba verla divirtiendosé, le gustaba verla ser ella misma, le gustaba verla superandose; superando sus miedos, angustias y nervios, le gustaba verla feliz. A él le gustaba mucho.

- SooRin.. -Le llamó, obteniendo la atención de ella-. ¿Me prometes algo?

- ¿Qué cosa?, pecas -Le miraba intentando ser seria, pero lograba todo lo contrario; luciendo graciosa y adorable-.

- Prométeme que serás feliz.. aunque yo no este presente -Frunció los labios-.

- ¿Por qué dices eso? -Sonó angustiada, ahora si estaba sintiendo completamente sería-.