Aceptando el destino.

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En la oficina del líder del clan Hyuga se encontraban hiashi Hyuga, Hana su esposa y Hizashi su hermano menor por unos minutos, el tema que estaban tratando era la noticia de la que se acaban de enterar, Hana estaba embarazada nuevamente lo que significaba que el siguiente bebé debería ser marcado y enviado a la rama secundaria para sufrir una vida de esclavitud por el resto de su vida.

-"Hermano, tu bien conoces la ley de nuestro clan y si tu incumples serás puesto a duda, no tienes muchas opciones, ya tienes a Naruto como primogénito"- comentó Hizashi con los ojos cerrados, Naruto de cinco años era el primogénito del líder del clan Hyuga y por lo tanto futuro líder del clan y solo eso les importaba a los ancianos del clan Hyuga.

-"Hiashi kun que será de nuestro bebé?"-  preguntó Hana preocupada, no quería que su segundo hijo o hija fuera portara la marca de maldición del clan.

-"Por el momento nada podemos hacer, pero aún nos quedan 3 meses para buscar alguna solución"- todos asintieron aunque el pesar era claro en el rostro de la mujer que acariciaba su  abdomen.

Mientras tanto en el salón de reuniones del clan Hyuga, Hideki Hyuga se encontraba con su primer nieto, para todos el anterior líder del clan Hyuga era un hombre muy frío y distante con todos los de su familia, sinceramente el les daba la razón en casi todo pero siempre estaba supervisando a sus hijos.

-"El clan Hyuga se debe a sus costumbres, a sus leyes, a su estilo de vida, no existen atajos ni secreto alguno para lograr la fuerza que se necesita para liderar este clan, y tu, Naruto deberás recorrer ese camino sin importar nada, quizás tengas pocos amigos o quizás ninguno, pero ningún costo es alto cuando la seguridad de tu familia está en juego, tus decisiones quizás nunca sean la más apoyadas pero el líder del clan debe dar el remedio que la familia necesite aunque sea de mal sabor, tu serás quien guíe a nuestro clan y espero que des lo mejor de ti"- comentó el anciano mirando a su nieto que no apartaba la mirada de el.

-"está bien abuelo, espero no decepcionarte"- el anciano suspiró y comenzó a tomar la postura básica del estilo Hyuga, Naruto le imitó.

-"Ataca"- ordenó el anciano, Naruto flexionó un poco más las piernas y saltó contra su abuelo, una sonrisa apareció en los labios de Hideki al sentir la fuerza de su nieto.

El tiempo avanzó lentamente para Hana, Hiashi y Hizashi, el nacimiento de la segunda hija del líder del clan Hyuga fue una noticia que se extendió por toda la aldea de Konoha siendo felicitada hasta por el sandaime Hokage, si bien para todos el líder del clan y su esposa eran la pareja más feliz del mundo, al interior de los muros del recinto del clan todo era distinto, tristeza, nerviosismo, rabia, temor, todo rodeaba a la pareja, en cuanto a Naruto, el solo se encargaba de acompañar a su hermana, mientras el tenía el cabello como su padre, la pequeña tenía el mismo cabello cabello de su madre, el siempre quiso tener el cabello de su madre pero no se pudo, hinata, como la nombraron sus padres era una niña tranquila pero feliz, sus ojos color lavanda la hacían resaltar por sobre todo el clan que  tenían los ojos blanco, según su abuelo, su hermana a su tercer cumpleaños sería sellada y enviada a vivir con los de la rama secundaria, el también debió hacer lo mismo con sus hijo, era la ley, pero su hermana no sobreviviría a una vida esclavitud, y sabía también que su madre moriría en vida si marcaban a su hija.

Tres años más tarde.

-"Etto ni sama"- una pequeña voz detuvo el entrenamiento de Naruto en el dojo de la rama principal, Naruto se encontraba con unos pantalones negros a media canilla, descalzo y sin nada que cubriera su dorso, el pelicastaño se detuvo y miró la entrada, casi oculta por completo se encontraba Hinata, hoy 27 de diciembre era su tercer cumpleaños, mientras que el ya tenía ocho años, edad suficiente para ingresar a la  academia pero que por decisión de su abuelo, su educación sería dada por senseis del clan incluido el.

-"No te habrás escapado de nuestra madre? eh Hinata chan?"- preguntó Naruto bebiendo un poco de agua y retirando el sudor de su frente, Hinata solo negó en silencio -"mmm ya veo, entonces que haces aquí?"- Hinata salió de su escondite y abrazó a su hermano mayor -"Sucede algo?"- preguntó el Hyuga acariciando el cabello de su hermana.

-"Alguno adultos dicen que me sellarán"- murmuró Hinata asustada, Naruto suspiró y se agachó para quedar a la misma altura de su hermana.

-"No los escuches, solo bromean contigo, mejor olvida eso y practiquemos"- pero justo en ese instante apareció Hiashi.

-"Naruto necesito que vayas a la oficina, tu abuelo quiere hablar contigo"- comentó el líder del clan Hyuga acercándose a sus hijos, Naruto notó tristeza en la mirada de su padre pero no creía que lo que tratarían sería tan malo, Hinata no se quería soltar de su hermano pero finalmente la fuerza de Hiashi superó a la de la niña-

-"Ni sama, nos vemos después"- dijo Hinata en voz alta para seguidamente sonrojarse, Naruto sonrió, tomó su polera, una toalla y se marchó.

-"Lo siento hijo"- fue lo que pensó Hiashi al ver a su hijo marchar.

Mientras Naruto avanzaba pensaba en que no había visto a su madre en todo el día, ni siquiera en el desayuno que compartían todos, pero solo debía tratarse de cosas de mujeres, siempre era lo mismo cuando ella no quería revelar nada.

Llegó a la entrada de la oficina que normalmente utilizaba su padre, estaba por tocar pero escuchó la voz de su abuelo al interior, así que abrió la puerta e ingresó para cerrar por dentro.

Por el resto de la tarde nadie volvió a ver al primogénito del clan, desconocido para todos era que Naruto Hyuga ahora se encontraba en la casa destinada a su abuelo, con una marca en su frente que portaría por el resto de sus días.

Hana se encontraba en su cuarto llorando, tomó la decisión más difícil de su vida, la felicidad de su hija por la libertad de su hijo mayor. La fiesta se llevó a cavo y Hinata disfrutó lo que más pudo pero notó la ausencia de su hermano mayor.

Naruto se encontraba en su nuevo cuarto en la casa del abuelo, ya era de noche, el pelicastaño solo miraba el techo y pensaba y lo que conversó con su abuelo.

Flash back.

Hideki mantenía la mirada en su nieto, Naruto se mantenía quieto sin apartar la mirada como fue enseñado, era el heredero del clan Hyuga y no debía bajar la mirada ante nadie.

-"para que me necesitabas abuelo?"- preguntó Naruto.

-"Conversé con tu padre y tu madre y ambos llegaron a un acuerdo"- Hideki guardó silencio un momento, no sabía que tanto podría afectar esto a su nieto, el se opuso contra todo lo que decían su hijo y su esposa pero tampoco dejaría que esta injusticia a sus ojos se llevara a cabo.

-"Y que decidieron?"- Naruto sentía el ambiente extraño.

-"Hinata Hyuga, tu hermana, no será sellada pero"- Naruto se alegró al saber que su hermana menor no sería llevada -"Tus padres te ofrecieron a ti en reemplazo de tu hermana para que seas sellado y portes el sello del pájaro enjaulado del clan, perdiendo tu posición de primogénito y heredero del clan"- los ojos de Naruto se abrieron en impacto, sus padres, quienes le dieron la vida, lo estaban desechando por su hermana, el no quería que Hinata fuera sellada pero no esperó que esto lo hicieran a su espalda, sus ojos se comenzaron a humedecer, sentía que algo se rompía en su interior, sin moverse ni un poco siguió con la mirada al frente pero las lagrimas comenzaron a descender de sus mejillas, Hideki entendía a su nieto, incluso el no pensó que esto le afectaría tanto, si lo pensaba mejor, el fue hasta hoy su sensei.

-"Cuando me sellarán Hidaki sama?"- preguntó Naruto con voz quebrada.

-"Ahora"- sentenció el anciano, Naruto solo asintió.

End flash Back

Naruto HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora