Vuelo a medianoche

Uno

Le pagué al taxista mientras veía la torrencial lluvia de afuera, baje mientras tomaba mi única maleta y corrí un par de pasos hacia la entrada del aeropuerto para no mojarme tanto. Sacudi mi cabello antes de pasar las puertas del aeropuerto y adentrarme en la multitud de gente que iba y venía, algo desorientado me dirigí hacia donde tenía que confirmar mi vuelo. La gran pantalla me mostró los destinos y horarios, y vi el vuelo hacia Londres estaba cancelado.

- Maldita sea - suspire mientras iba a hacer la fila para ver si podían reprogramar mi vuelo.

- Señorita, por favor, necesito que guarde la calma - Una mujer castaña le hablaba a una rubia que está parada en la fila contigua a la mía, al parecer discutían, pero no tenía idea de que ya que no les había prestado atención.

- Como quieres que la guarde, cancelaron mi vuelo y ahora tiene que reprogramarlo, me van a hacer esperar horas antes de avisarme si realmente va a haber un vuelo para mi - No pude evitar concordar con ella, pero la chica castaña que le hablaba no tenía la culpa, ella solo hacía su trabajo.

- Señorita, la dama solo está haciendo su trabajo, ella realmente no tiene la culpa de que el clima esté así de horrible - No pude evitar meterme en la conversación, o discusión, que estaban teniendo ambas mujeres. En parte porque quería que se callan debido al dolor de cabeza que tenía.

- No se meta - Estaba por decir algo pero ella continuó - Deberia mejor preocuparse por sus propios asuntos, y usted, será mejor que consiga un vuelo, no pienso estar esperando toda la noche a que... - pero antes de que ella pudiera seguir reclamando una voz grave, que me hizo apretar mis labios, se escuchó desde atrás mío.

- Disculpe - no pude evitar darme la vuelta y ver a la persona que estaba hablando, pero él tenía sus ojos puestos en las señoritas que seguian discutiendo - Si quiere que esto se acabe, debería dejar que ella haga su trabajo, no todos tenemos un buen día y ella se nota que ha estado trabajando horas, déjela en paz, que seguramente ella la está pasando peor que usted - Y con eso la rubia cerro la boca, tiro un insulto bajo y se fue de la fila, la señorita castaña nos dio una sonrisa a ambos y se fue a seguir haciendo su trabajo. 

Yo me giré a ver al hombre que había discutido con esa molesta rubia, él me sonrió ligeramente y no pude evitar estremecerse ante la mirada penetrante de este hombre, aparte de que su altura me intimidaba bastante.

- Gracias - no pude evitar agradecerle debido a que le había cerrado la boca a esa mujer, cosa que yo no pude hacer.

- Fue un placer, a veces es bueno poner a las personas en su lugar - no pude evitar reír, vi que me extendió su mano a modo de saludo - Severus, un gusto - y yo con una sonrisa tome su mano.

- Harry, el gusto es mío - nervioso me mordi el labio al ver como él me sonreía y apretaba mi mano ligeramente.

- Aunque es una lástima que hasta aquí nos conozcamos - él me dijo.

- Cierto, a menos que tengas el vuelo a Londres que esta cancelado - Vi como él levanto una ceja mientras me sonreía, gesto que se me hizo muy sexy.

- Que casualidad entonces que compartamos el mismo vuelo y el tiempo de espera hasta que nos reprogramen - y no pude evitar corresponder a la sonrisa que él me dio.

....

Mi vuelo había sido reprogramado, nos avisarian el horario por parlantes así que debía estar cerca de la zonas de abordaje, vi una pequeña tienda y no pude evitar entrar al ver detras de los cristales que vendían paquetes de papas fritas.

Arrastrando mi maleta me metí a la tienda y fui hacia las góndolas donde estaban las papas fritas, me decidí por unas clásicas y fui hacia el fondo donde estaban las heladeras con las bebidas, salí de la tienda con una botella de agua y dos paquetes de papas fritas en una bolsa plástica. Estaba buscando con la mirada algún lugar donde sentarme a comer mis papas tranquilo cuando mis ojos captaron a Severus, aquel hombre que por alguna razón me ponía nervioso,  estaba un bar sentado bebiendo algo bastante fuerte por el color de la bebida. Mordi mi labio y lo pensé, al final mis pies caminaron solos y fueron hasta él. Antes que pudiera decir algo el giro la cabeza y me vio, me sonrió y palmeo el lugar junto a él. Y yo fui y me sente junto a él en la barra del bar.

- Una linda coincidencia - con mi maleta al lado mío y mi bolsa en mi regazo le sonreí mientras asentía.

- Cierto, ¿Que estás tomando? - no pude evitar preguntar al ver como él se llevaba su vaso a la boca, boca que inspeccione y se me antojó para besar, pero de inmediato saqué ese pensamiento de mi mente y presté atención a su contestación.

- Whisky, ¿Quieres? - él me ofreció su vaso y recorde a mi madre diciéndome que no bebiera algo que me ofreciera un extraño y también a mi padre dándome de tomar Whisky por primera vez, sabía horrible, así que negué con la cabeza mientras sacaba mi botella de agua de la bolsa que seguía en mi regazo.

- Un chico sano, muy bien, sigue así toda tu vida y no llegarás a los 35 como yo - sofoque una risa y negué con la cabeza, él era bastante guapo, y es cierto que ciertas arruguitas se le formaban a los costados de sus ojos, pero eso no le quitaba atractivo ni juventud que su cuerpo tonificado aún mostraba.

- Te ves bastante bien para tener 35 - solte para luego tomar algo de agua.

- Y tu nada mal para aparentar 18 - me ahogue con el agua y lo mire mal, el solto una risa mientras palmeaba mi espalda, ya que estaba tosiendo.

- No tengo 18 - odiaba que dijeran que tenía 18, estaba orgulloso de mis 28 años, pero la gente solía decirme que parecia mucho más chico, no me molestaba el hecho de parecer más joven, sino que me consideran inexperto por eso.

- Entonces agradecería que me aclararas tu edad - él levanto ambas cejas mientras me miraba intensamente. 

- Tengo 28 - abri una bolsa de papas y poco me importo la gente mi alrededor cuando me lleve una a la boca - ¿Quieres? - le ofrecí papas como él me había ofrecido de su Whisky.

Severus asintio y pasamos el rato comiendo papas y charlando de cosas banales como el tiempo y nuestro vuelo. Cuando íbamos por la mitad del segundo paquete de papas fritas escuchamos claramente que nuestro vuelo había sido reprogramado para las 12 de la noche y que debíamos ir a la zona de abordaje.

- Bien, supongo que acá nos despedimos - Severus se detuvo una vez que salimos del bar, yo asenti.

- Fue un gusto conocerte, espero que que tengas buen viaje - le dije.

- Igualmente - con una sonrisa vi como Severus de iba para su lado y yo suspire en mi lugar, y me pregunté porque siempre conocía a personas tan atractivas e interesantes en lugares tan raros. 

...

Abordar no fue un problema, fue cuestión de hacer la fila y entregar mi boleto, al entrar al avión la misma chica castaña que había discutido con la rubia en la fila me pidió mi numero de lugar para indicarme mi lugar.

- 35 C, por el pasillo hacia la izquierda - le di una sonrisa a la chica castaña y antes miré su nombre que estaba abrochado en una placa en su ropa. Hermione Granger.

Camine por el camino que me indico la señorita Granger, mire la fila izquierda y poco a poco llegue hasta la parte turista que era donde estaba mi asiento, cuando llegué al asiento 35, grata fue mi sorpresa al encontrarme con un rostro conocido.

- Severus - él me miró y me dedicó una sonrisa.

- Que grata coincidencia - no pude evitar sonreír y pensar que tal vez si vería más seguido a esta persona que realmente había llamado mi atención.