Paradiesisch 💎 Ryo Asuka

Dos 💎

Akira se había ido ya a casa de los Makimura. Dejando de nuevo a Tn y a Ryo solos.
La rubia miraba la vista desde la ventana, el cielo nocturno y las luces.
Ryo la observo, el silencio incómodo era presente, pues Tn se mantenía tan callada, tan 'inmovil' que parecía una estatua o un maniquí.

–Ryo. Debo preguntarte una cosa–

–¿Qué sucede?–

–¿Por qué provocaste que tu amigo fuera poseído por Amon? Sin tomarle importancia como afectaría a su vida personal ¿Por qué?– dijo seriamente 

–...No es una respuesta concreta la que puedo ofrecerte en estos momentos, sin embargo creo que es para lograr mis ideales–

–¿Ideales?–

–Quiero desmostrarle al mundo que los demonios existen–

–Que tontería, los demonios son seres que no pueden habitar la tierra del señor. Dios es quien existe, y sus fieles angeles–

–Si eso es verdad ¿Cómo es posible su aparición en el Sabbat, o en las Amazonas, donde murió Fikira?–

–Lugares donde puedan manifestarse son errores creados por aquellos seres que están perdidos, y es necesario que regresen al reino del señor–

–Hablas como si fueras algo más que una humana–

–Simplemente quiero ver las cosas en un lienzo puro y blanco. Sabes mis creencias y mi religión–

–Eres una seguidora de Dios, ¿No?–

–Es quien nos ha hecho a su imagen y semejanza, aquel que nos ha dado un lugar para vivir y una vida. Solamente devuelvo ese favor siéndole fiel–

–Aferrarte a ese ser acorta tus conocimientos de lo desconocido–

–Incluso si fuera verdad. Es preferible si eso me mantiene a salvo–

Tn se dio la vuelta, y comenzó a caminar en dirección a la salida, pues ya tenía su mochila. Ryo le miró un tanto confundido.

–Te había mencionado que no quiero estar involucrada en tus herejías. Se cual es mi lugar, se cual es mi vida, y espero encuentres la tuya–

Sin más, salió del departamento, dejando a Ryo solo y pensando. Mientras que la rubia, al salir del edificio, camino en dirección a su apartamento, ya que por suerte, había colocado un GPS a su apartamento y así poder localizarlo utilizando su teléfono.

[Apartamento de Tn]

Cuando llegó, se dispuso a darse una ducha caliente, debía despejarse, pues el día había sido de suma peleas y cuestiones, cuyas palabras querían plantarse y hacerla dudar.
Alguien le llamaba por teléfono, ya que este empezó a vibrar. Al sacarlo, atendió la llamada.

–¿Bueno?¿Con quien desea hablar?– dijo amablemente

–¿Ya has realizado tu tarea encomendada?– pregunto una voz masculina

–¿Tarea?...¿Miguel?–

–Él quiere saber si ya has completado la misión–

–No, pero creo que no hay necesidad de llegar a ese extremo. No parece ser una amenaza–

–¿Qué no lo parece? Él es vil y cruel, ya ha comenzado su causa y debes detenerlo o ya sabes que pasará–

–Lo entiendo. Bien, terminaré mi trabajo–

–Me ha notificado, que aunque por más repulsivo que parezca, debes estar cerca y matarlo–

La llamada finalizó finalmente, Tn solto un suspiro, dejándose caer completamente en la cama y su teléfono a un lado de ella. Miro el techo fijamente, luego, frunció levemente el ceño.

–Debo acabar mi trabajo o seré castigada con las llamas–

Se acomodó en su cama para que pudiera descansar finalmente. Apago la lámpara que estaba a un lado, dejando la oscuridad.

[Al día siguiente]

Salió de su apartamento a paso apresurado, ya que debía ir a donde estaba Ryo y hacer su trabajo.

Cuando llegó al departamento, fue atendida por Jenny, quien la miraba con esa extraña sonrisa torcida.

–Ew. Que rarita– dijo Tn en casi un susurró

Camino hasta llegar a la sala principal, donde estaba Ryo sentado en el sillón blanco, revisando unas cosas en su laptop.

–Ryo...– dijo Tn firmemente

–Oh, Tn. No esperaba a que vinieras de nuevo–

–No creas que es porque me guste eso de la herejía. Que horror–

–Entiendo. Si gustas puedes sentarte–

Tn suspiro y se sentó al lado de él, claro, a cierta distancia considerable. Ryo la miro de reojo y luego volvió su vista a la laptop.

–¿Ya almorzaste?– pregunto Ryo

–Si, gracias– dijo Tn sin mirarlo

–Bien, eso es bueno, supongo–

–No veo una necesidad de preguntarte lo, ya que no importa lo que comas, casi parece que no tienes hambre– miro el suelo –Como si el comer no te afectará–