Paradiesisch 💎 Ryo Asuka

Cuatro 💎

El señor Nagasaki se encontraba escondido en un basurero, temblando asustado, ya que un demonio estaba acercándose hacia donde él estaba escondido. Pero aquel demonio no llego lo suficiente a donde estaba, ya que Akira les grito.

Los demonios se dieron cuenta que Akira tenía visión nocturna por lo que dedujeron que era de los suyos.

Akira se dio cuenta que en el brazo de uno de los demonios habían variedades de relojes, entonces recordó al señor que mataron.

–¿Fueron ustedes? ¿El sacerdote jefe del templo Hosen-ji también?–

–Eres uno de nosotros–

–Llegas tarde, ya comimos casi todo–

Las lágrimas corrieron por su rostro, confundiendo a los demonios.

–¿Qué? ¿Estás llorando?–

Y de pronto empezó a llorar....

–¡Se lo comieron!...¡Los mataron!–

Akira se transformó en "Amon", impresionando a los demonios.
Ryo estaba grabando, Tn miraba todo con miedo y horror, recordando lo del Sabbat y lo repulsivo que fue para ella.

–¿Amon?– dijo uno antes de que "Amon" cortara su cabeza a la mitad, matándolo.

–¡Todos somos demonios como tú!–

–¡No soy un demonio! ¡Soy Devilman!– dijo para después atacar a los dos que quedaban.

–¡Oye!– dijo uno de los demonios

Ryo noto como algo o más bien alguien, salia de un basurero apresuradamente,  aprovechando la "masacre".

–¿Luz infrarroja?–

Entonces vio a un sujeto con una cámara. Ryo se alarmó.

–¡Una cámara!–

Tn volteó a ver alarmada a Ryo cuando este grito, notando una silueta correr. No lo entendía, si quería sacar a la luz la verdad sobre los demonios, ¿Por qué se preocupaba de que otra persona grabara?.

–¡Oye! ¡Espera! ¡Maldición!– dijo Ryo tratando de detenerlo pero por su pierna no podía.

–Ryo, no corras, estás herido ¡No debes sobre esforzarte!– dijo Tn corriendo a su dirección para detenerlo.

Akira estaba deteniendo a el demonio sobrante, acercó una parte de este y lo mordió desgarrandolo. Salpicando de esa sangre amarilla. Ryo se acercó a Akira alarmado.

–¡Akira! ¡Akira!– dijo parándose a un metro de donde estaba, detrás suyo –¡Akira! ¡Te vieron! ¡Alguien a parte de mi te estaba grabando! ¡Probablemente te grabó cuando te estabas convirtiéndo en demonio!–

Akira se detuvo, alzando su cara cuando escucho eso. Preocupado. Tn miro las vísceras y restos de los demonios, pronto su esófago se sintió caliente y ácido, quería vomitar, pero se controló y aguantó las ganas.
Akira ya había vuelto a su forma humana civil, miraba el suelo preocupado por este nuevo problema.

–Me grabó...–

–Si, probablemente desde antes de que iniciaras tu transición–

Akira bajo de nuevo la mirada, sintiendo una sensación de culpa.

–Cuando llegue al Internet, todo acabará. Será imposible recuperarlo–

–Yo...soy un demonio–

Ryo se acercó más a el, sujetándolo de los hombros. Mantenía una mirada sería pero de alguna forma transmitía seguridad.

–No te preocupes. Lo recuperaré– lo abrazo con un brazo, su voz era tranquila –Te protegeré a toda costa–

Tn miro la escena, sintiendo lástima por Akira pero a la vez, por si misma, como si el que ese hombre que había grabado, hubiera arruinado sus planes, ella pensaba que había "hechado la sal" al pensar en que no era malo que otra persona grabara si querían sacar la verdad a la luz.

[Al día siguiente]

Tn despertó cuando el sol golpeó contra su rostro y el aire se colaba entre las cortinas. Noto que estaba en el apartamento de Ryo y no en el suyo como debía ser. Pues anoche, por seguridad personal, tomo el auto de Ryo y conducio a su apartamento, luego de haberle dicho a Ryo, cosa que él había "entendido".

Salio de la habitación, solo para encontrarse a Ryo en su computadora, haciendo lo que parecía ser, investigaciones. El rubio al notar una presencia, dejó su computadora y alzó la vista, notando a Tn, la cual vestia un vestido blanco justo a la rodilla, además de unas pantuflas blancas de conejito. Sonrió, ya que ella tenía aspecto de una niña, por su cabello mal trenzado.

–Estas ¿sonriendo?– dijo Tn acercándose 

–¿En serio?– dijo reaccionando para volver a su rostro habitual –Lo siento, me distraje–

–No, no te disculpes, creo que sonriendo te ves bien, no recuerdo la última vez que te vi sonreír– dijo alegremente  –Además, me alegro que ya te hayan quitado la bota de yeso y bendas–

Ryo desvió la mirada de nuevo a su computadora, sintiendo un no muy fuerte calor en sus mejillas, para su suerte, no era notable.