4. Nuestra

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Después de la charla que tuvimos y de la llamada de Daniell hacia uno de sus hermanos, nos sentamos en el sofá del salón esperando a que llegasen por lo que me contó.

Escuchamos la puerta abrirse y después cerrarse, a los minutos apareció Damien por el pasillo.

-Buenas tardes- saludo, vestía un traje con una camisa blanca y corbata gris. Se acercó a nosotros deshaciéndose el perfecto estado de su corbata en el cuello, dejándola desordenada pero sigue quedándole perfectamente. Una vez cerca del sofá donde parecía que veíamos la tele se acercó hasta estar delante mía y sin darme cuenta por la rapidez de sus movimientos con su mano derecha agarró mi cara alzándola y él inclinándose dándome un suave y rápido beso. La acción fue inesperada y en menos de dos segundos, dejándome desconcertada.

-okey ya debe ser importante para cancelar los planes- al fin habló mirando a Daniell como si yo allí no existiera cuando estoy segura que hablaban de mí.

-Ahora se varias cosas. No podemos empezar así. La primera es que nos tiene miedo, hermano nadie la ha tocado y de pronto le hemos dicho nosotros lo de tomarla los tres.- Confesó lo que tiempo antes le había contado. Damien al escuchar lo de que nadie me a tocado me miró como preguntando si era verdad, creo que la respuesta se la dieron mis mejillas al sonrojarse de manera tonta. Al entenderlo sonrió.

-vale vale, lo comprendo y por ella podemos esperar, pero princesa hay que sacarte el miedo hacia nosotros. Dinos todo lo que pienses no tiene porque haber vergüenza.- que tienen con mi intimidad dios.

Escuchamos de nuevo la puerta y aparece Dimitri bastante enfadado. Él en vez de acercarse a mí se abalanza contra Daniell agarrándolo de la camiseta.

-explícamelo-hablo a poca distancia de él.

-aquí no- Damien los separó.

Dimitri solo me miró y se fue a la planta de arriba.

-No le eches cuenta- Agregó Daniell.

Pidieron pizza a domicilio y mientras esperábamos nos sentamos en el sofá antes de darme una vuelta a la casa, abajo está el estudio, con dos mesas con los ordenadores de cada uno y estanterías repletas de libros, también la cocina donde ya había estado, la lavandería la que tenía una puerta que se encontraba cerrada y evitaron hablar de ella, el salón y el comedor. Subimos y la habitación central era la de Damien, la continua de Daniell y la de Dimitri que se encontraba cerrada en ambas puertas la última. La puerta cerrada del cuarto de Damien daba a un vestidor enorme donde había mucha ropa y por lo que pude ver unos estantes vacíos que me dijeron que sería para mi. Cómo se negaron a darme mi ropa les pedí unos pantalones, logre que accedieron a que llevara unos short, entre comentarios mutuos de Daniell diciendo que quería volverme a ver desnuda y debería quitarme la camisa y no poner más ropa, y los de Damien regañando por lo que me decía ya que él no me había visto aún, dicho por él.

Ahora me encontraba entre las dos montañas "humanas" en el sofá intentando prestar atención a la TV pero no se ni de qué va lo que estamos viendo.

-Vale creo que tenemos que ser sinceros- comenzó Damien apagando la TV- Daniell me contó lo que hablasteis antes de que tienes miedo y demás, y agradecemos tu sinceridad y que lo contaras. Ya que vas a ser nuestra te pedimos que todo lo que te ronde por la cabeza y todo lo digas, es para poder entendernos y unirnos mejor. Por eso te voy a contar esto: esta tarde habíamos planeado hacerte nuestra, pero sabiendo de tu escasa experiencia y que nuestra relación no es que sea muy buena aun, decidimos que poco a poco íbamos a intentar que te acostumbres a nosotros.

-si queréis que sea sincera tenéis que empezar a pensar que no soy un objeto.

-Parece que te tratamos como un objeto al decirte que eres nuestra pero para nosotros no es así, un objeto es algo sin vida, sin embargo desde que te conocimos eres tu la que tienes nuestra vida, nos controlas a nosotros pero aun no te das cuenta.

-como os voy a controlar si me tenéis aquí secuestrada!- no me lo podía creer.

-no nos entiendes verdad?- hablo Dimitri desde la escalera.- llevamos años esperando, buscándote. Sabes por que me e enfadado? No por ti ni por mis hermanos, por mí. Me enfado porque no aguanto a que seas mía, que seas nuestra. Y no estás lista, por eso me enfado conmigo por no saber esperarte.

-no te queremos como mascota objeto o lo que pienses te queremos como nuestra señora, pero a nuestro lado. Por eso no te podemos dejar salir, aún, y te prepararemos poco a poco. - no sabía cómo sentirme cuando decían de era suya sentía ira y a la vez excitación.

Ya que estamos todos aquí y la pizza está por llegar cenaremos y luego tendremos una charla diferente en el dormitorio- decreto Damien.

Sentí mi cuerpo temblar.

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