*Espero que os guste*
No había dejado de pensar en qué ocurriría cuando subieran a la habitación. Mi cuerpo me contradecía, queriendo que hicieran los trillizos aquello que desearan hacerme. Mal, eso estaba mal.
La pizza llegó rápido como bien había dicho Damien y nos habíamos sentado en el comedor en un silencio el cual me tenía agobiada e indecisa, dentro de mí se libraba una guerra que ni yo era capaz de distinguir. Pero ellos claramente sí la vieron.
Al subir a la habitación, lo primero que hicieron fue ordenarme que me tumbada en la cama mientras se duchaban. Dimitri ya lo había hecho esta tarde así que Damien se fue a su baño y Daniell al del pasillo.
Dimitri me miró solo dos segundos y su atención fue a su móvil durante todo el tiempo que los otros estuvieron ausentes.
Damien salió con la toalla en la cintura y sobre su cuerpo aún tenía gotas de agua que le caían del cabello corto que se veía casi negro al estar mojado.
Me señaló la puerta del vestuario, obedecí y le seguí, ví que en algunos de los estantes que dijeron que me pertenecían había algo de ropa. Él abrió uno de los cajones y me encontré ropa interior femenina.
-Antes de que pienses nada es nueva y está lavada, coje la que quieras, mañana en la tarde iremos a comprar para que tengas ropa, innecesaria- esto último lo susurro pero llegué a enterarme.
Rebusque un poco entre las prendas, había de diferentes tallas y diferentes colores, no muchas pero si tenía donde elegir. De bragas tome de mi talla la que menos sexual me parecieron, unas marrones de encaje, esto no porque yo lo eligiera. ¡Todas eran de encaje!
De sujetador creo que pensaron buen al ni comprar muchos solo había 3 y las tallas ni llegaron a la mía. Uso una 100C y las que tomaron eran sobre la 80-90B. Acabé por no tomar ninguno, también pensé que si me hacían quitármelo para dormir era absurdo ponérselo aunque ya me dolían los pechos por haber pasado todo el día sin él, me acostumbre a tenerlo puesto casi siempre que sin él me empiezan a doler. Me desanime un poco.
Me llevó a su cuarto de baño y cerrando la puerta me ordenó igual que Daniell que hiciera mis necesidades y me desvistiera.
No odiaba mi cuerpo, solo que no me gustaba enseñarlo a las personas. Una cosa es llevar un bañador o bikini que te cubra parte del cuerpo y otra es la ropa interior o la desnudez total.
Finalmente terminé y me observó por completo, noté su mirada unos segundos más en mi vientre que en el resto de mi cuerpo.
Suspirando Damien susurro con voz ronca- solo estoy aquí por si se te ocurre hacer alguna tontería, no voy a lavarte, quisiera, pero por ahora solo observaré- siguió tranquilo apoyado en el lavabo.
Entre en la ducha, active la lluvia y me duche con su intensa mirada puesta en mi, gracias a la cristalera transparente.
Al terminar me pasó dos toallas una para el pelo y otra para mi cuerpo. Ya cubierta y medio secada, me puse las bragas, me dio un cepillo de dientes mientras se dispuso a desenredarme el cabello y secarlo.
Me paso una camiseta blanca básica la cual no vi. Me la puse y salimos del cuarto de baño. Él se quedó atrás poniéndose los bóxer.
El panorama de la habitación no sé cómo explicarlo, lo primero que vi fue a Dimitri y Daniell solo en bóxer como la noche anterior tumbados a los lados de la cama. Dimitri seguía mirando el móvil y Daniell solo miraba al techo con sus brazos musculosos flexionados detrás de su cabeza.
-Deberíamos empezar- Sentí detrás mío la voz y el cuerpo de Damien. Poco a poco me giré, llevaba rato viéndolo pero así a menos de 20 cm de mí podía sentir incluso el calor que emanaba, tenía un picor en la mano por querer levantarla y tocar los abdominales bien marcados que veía.
- lo primero es la confianza mutua y las dudas. Sé que aún no confías plenamente en nosotros, por eso empezaremos por las dudas. Puedes hacer lo que quieras. -se fue girando y sentándose en la cama- Toca y observa, experimenta para saciar las dudas que tienes por la poca experiencia con el cuerpo de un hombre y el nuestro. No es muy diferente a algunos de los hombres normales, pero comparados con la mayoría podemos adelantarte que somos más grandes por TODOS sitios y tenemos más músculos- dicho todo esto ambos hermanos también se sentaron en el borde de la cama.
-me estáis pidiendo que experimente con vosotros?
-Entiendo te resulta difícil el contexto de la palabra, cambiémosla a saciar tus dudas. Es verdad lo que estarás pensando "fueron tratados como experimentos y ahora me piden eso"- expresó pensativo.- siendo sincero creo que a los tres nos incomoda tener a alguien haciendo lo que te pedimos pero es por tu bien, para que nos entiendas y si así estás más tranquila, se soporta-Daniell al final sonrió.
Teniendo banda libre levante la mano y toque los abdominales de Damien sin dejar de mirarle a los ojos. Los tres eran jodidos dioses griegos que me querían compartir en su cama. Era una sensación extraña, creo que empiezo a ver la aceptación a lo que me proponen.
-no somos bestias a las que temer, al menos no lo seremos nunca contigo.-susurro Damien tocando mi mejilla.
-a menos que quiera- susurro Daniell.
Pasé a Dimitri tocando sus hombros y brazos, sentí que se tensaba bajo mi tacto. Su mirada no se apartaba del suelo al contrario que Damien al que parecía que debía mantener su mirada en mí para seguir. Pasé mis manos a su cabeza levantando un poco su cabeza lo suficiente para poder conectar nuestros ojos.
Parecía un cachorrito asustado. No podía pensar como aquellos hombres enormes podían tener temor de algo. Intenté tranquilizarlo con mis manos haciendo círculos en su cara, detallando cada facción de su rostro. Se animó y posó sus manos en mis caderas, acercándome a él. Sentado en la cama yo era un poco más alta, su cabeza me llegaba a la altura de mi pecho, donde apoyó su cabeza y escuche en un susurro.
-ostavat'sya, lyubi nas- no entendí lo que dijo pero por su tono de voz sonó destruido. Jugué con una mano en su cabello rubio hasta que lo sentí llorar. Nunca había visto un hombre llorando.
Me atrajo más a él, me hizo sentarme en su regazo frente a el, aún con su cabeza enterrada ahora en mi cuello. Parecía un niño pequeño, no sabía cómo calmarlo pero quería intentarlo.
-tranquilo, estoy aquí-cerré los ojos sintiendo como me abrazaba y poco a poco se tranquilizaba.
- permítenos amarla y conquistarla hasta que nos ame a nosotros como la amamos, para después amarla aún más.- me sacó del trance Daniell, que agarro mi mano izquierda y deposito en ella un beso.
-no os podéis enamorar de una persona sin apenas conocerla- negué.
-que más debemos de saber?- preguntó Damien mirándome a los ojos- físicamente es perfecta y psicológicamente igual. Su cuerpo nos hace arder, su inocencia quererla corromper, su alma quererla conservar para siempre. Es amable, cariñosa, enojona, inteligente, con sentido del humor. Pensaría que es una locura, no creemos en Dios ya que nos creó la ciencia pero llámalo destino o como quiera, algo la hizo perfecta para nosotros.
Dimitri ya no se escondía pero si me retenía en su regazo. Agarró el borde de la camiseta y me la quito por encima de la cabeza dejándome casi desnuda.
Su mirada estaba fija en mis ojos como buscando algún tipo de negación a lo que quieran hacerme pero yo ya estaba a su merced, sonrojada sentí que su cabeza volvía a mi pecho pero está vez no para apoyarla en él, sino para tomar uno de mis pechos con la mano y empezar a repartir besos por él. La sensación del primero me recorrió toda la columna hasta dejar un cosquilleo en unas partes prohibidas, al igual que los demás.-me encantas, por fin te tengo aquí delante- gruñó Dimitri.
¿Cuál hermano os gusta mas?
¿Cuál creéis que es el que más me gusta a mí?
ostavat'sya: quedate
lyubi nas: amanos
ESTÁS LEYENDO
Trois
FantasyLa ciencia no siempre es buena, existe el lado oscuro y siniestro donde se han realizado maldades incluso con los humanos, unas de estas maldades se podría decir que son mis esposos. Si, esposos, son Tres.