Capítulo 24

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La mañana del último día de conferencia prometía muchas cosas.

Tres de los cuatro grandes clanes se prepararon para defender con todo si poder la inocencia de los remanentes Wen y de Wei Wuxian. Nie Huaisang había aprovechado para sacar una cantidad horrible de pergaminos y papeles llenos de firmas, listas llenas de nombres y demás, sin van a tirar a Jin Guangshan, lo harán hoy y no les importa nada.

Se dirigieron nuevamente al salón de reuniones como un ejército. Los Jin ya se encontraban en sus lugares menos el cultivador jefe, Jiang Yanli les dio un asentimiento firme a sus hermanos que la miraron con igual firmeza.

Todos se estaban terminando de sentar a esperar cuando se dignaría Jin Guangshan a aparecer, pero no tuvieron que esperar mucho cuando escucharon pasos fuertes y gritos.

“Pero tío, no hay nada que investigar, las pruebas son muy claras, todo esto es obra de ese maldito perro Wei” dijo Jin Zixun lleno de furia mientras seguía a Jin Guangshan.

“Entonces lo haremos público, todos deben saber esto” dijo Jin Guangshan.

Jin Guangyao se encontraba detrás de ellos, aunque Wei Wuxian se encontraba en la reunión no lo había visto en ningún momento y si los Lan estaban de su lado, esto podría ponerlos en duda.

Jin Guangshan se sentó en su trono mirando a los demás líderes “Mis disculpas, ha ocurrido algo terrible a mi sobrino y me veo en la necesidad de buscar justicia por él”

Todos comenzaron a murmurar sobre las palabras del cultivador jefe, la delegación Lan sospechaba fuertemente que culparían a Wei Wuxian de algo, Jiang Wanyin hasta se acomodó para escuchar la ridiculez que diría el Jin.

“Zixun, terminemos esto de una vez” dijo Jin Guangshan.

De mala gana, Jin Zixun desnudó su pecho dejando ver algo grotesco, su torso estaba lleno de agujeros y muchos reconocieron esto.

“La maldición de los cien agujeros” se escuchó entre los jadeos horrorizados de los cultivadores.

“¿Quién podría hacer algo tan atroz?” preguntó alguien en la sala.

“¿Quién más podría ser? Esto es una clara obra de Wei Wuxian” dijo Jin Zixun.

“Es verdad, él ha amenazado muchas veces al joven maestro Jin” dijo el líder Yao.

“¡Si! También lo hizo cuando entró sin invitación exigiendo a los perros Wen” dijo otro líder.

Todos empezaron a hablar fuertemente de lo horrible y despreciable que era Wei Wuxian, Jin Guangyao y Jin Guangshan estaba riendo internamente por esto mientras los Lan se preocupaban.

Wei Wuxian se acercó a susurrarle a Lan Wangji “¿Quién es ese sujeto?”
“Jin Zixun, el primo de Jin Zixuan” pero Wei Wuxian seguía confundido “Te peleaste con él cuando no quiso decir donde se encontraban los Wen” le susurró Lan Wangji.

“¡Pero si nunca le he hecho nada, ni lo recordaba!” susurró indignado Wei Wuxian.

Y es que este mismo pensamiento lo compartían sus hermanos y Madame Nie, quienes aun sin escuchar esta conversación no podían dejar de pensar que el doncel seguramente ni recordaba su cara y era obvio que no había lanzado la maldición.

“Lideres, esto es algo que necesito hablar con ustedes” dijo Jin Guangshan llamando la atención de todos “Desde hace un tiempo que el Patriarca Yiling ha estado asesinando a cualquier cultivador que se acerca al pueblo de Yiling sin importarle de donde provenga”

Los Lan se enfurecieron, ellos estaban seguros de que los únicos cultivadores que llegaban a Yiling eran Jin y todos iban bajo las órdenes de Jin Guangshan para exigir el Sello Estigio.

Just Don't Leave MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora