Eden Ceulemans, es un temible jefe del crimen organizado conderado por Europa el jefe de jefes de los sindicatos Belgas en el mundo. Dirige el más grande imperio criminal siendo descrito como "El anticristo", sin dejar de mencionar que acostumbra a...
Eden Celemans es un hombre calculador, inteligente, astuto, impulsivo y temido de toda Belgica, su voz es escuchada por todos y sus peticiones se caracterizan por ser plegarias respetadas.
Siempre obtiene lo que quiere, para el jefe de jefes no existen peros o no se puede.
Su lema es: ¿Perdonar y olvidar eso nunca? Primero no soy Dios y segundo no tengo Alzheimer.
Jeannine Kemmer es una mujer seria, justa y recta a la hora de trabajar en el juzgado, su personalidad se caracteriza por ser parlanchica y sarcastica.
Según ella el circo sigue mientras haya quién le aplauda a los payasos.
A la hora de sentenciar estudia detenidamente las pruebas hasta llegar al punto de la verdad, los criminales más temidos de todo el país deben de temblar ya que Jeannine No acepta sobornos.
Que tiemble Eden, que tiemble Massimo y que tiemble toda la mafia carajo llegó la justicia convertida en una hermosa luxsemburgues.
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**Prólogo - Narrado por Jeannine Kemmer**
Siempre he creído que el destino se puede moldear, que nuestras decisiones son las que definen quiénes somos y hacia dónde vamos. Por eso elegí la justicia, porque sabía que ese sería mi camino, mi vida. Mi deber era claro: defender la ley y castigar a aquellos que la violaran, sin importar quiénes fueran o qué historias tuvieran. Era implacable, no había espacio para la duda. Hasta que lo conocí a él.
Eden Ceulemans. Recuerdo el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron. Todo en él gritaba peligro, pero yo no lo escuché. En lugar de apartarme, me sentí atraída por la intensidad de su presencia, por esa arrogancia que lo rodeaba como una armadura. Jamás imaginé lo que se ocultaba detrás de esos ojos oscuros, ni que el hombre que me seducía con una sonrisa era, en realidad, el monstruo que yo había jurado combatir.
Acepté su trato sin pensarlo demasiado, ignorando el instinto que me advertía que estaba entrando en un juego del que no podría salir indemne. Lo veía como un hombre influyente, magnético, pero desconocía que bajo esa fachada se escondía el jefe de uno de los sindicatos criminales más temidos de Europa. Ahora lo sé.
El amor, si eso es lo que siento, nunca debió ser parte de mi vida. Pero aquí estoy, atrapada entre lo que soy y lo que él me hace querer ser. Cada momento que paso a su lado me arrastra más hacia el abismo. Me pregunto si Eden ve en mí algo más que una conquista, un desafío que debe superar. Porque, si algo he aprendido, es que él nunca pierde. Nunca.
Y, sin embargo, ahora me encuentro en la encrucijada más grande de mi vida. ¿Cómo se elige entre la justicia y el hombre que has llegado a amar? ¿Cómo se decide entre lo correcto y lo inevitable? Eden Ceulemans me ha hecho dudar de todo lo que soy, y temo que lo peor está por venir.
El juego ha comenzado. El gato y el ratón están en marcha, pero aún no sé quién será quién al final de esta historia.
