Capítulo VII

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28 de Septiembre 1994

Me encontraba frente a Letty en el bosque, esperando respuestas, después de dos días de espera, ya que la señorita se hacia la de rogar y no aparecía hasta hoy.

— Letty, cariño. Estoy esperando a que me conteste —. dije cruzándome de brazo.

— ¿Qué quieres que te diga?. ¿No lo habrás imaginado, querida? —. Su voz salió un poco aguda y eso solo significaba algo.

Que no nos quiere decir que está pasando.

Correcto, querida conciencia.

— Letty, será mejor que me digas lo que pasa, porque yo se que tenia una maldita cortada en mi dedo y luego de poner mi mano en ella, ya no estaba.

Suspira derrotada, antes de acercarse más hacia mi. — Lo que ocurrió fue que curaste tu herida con magia —. Dice viéndome a los ojos.

— ¿Con magia? —. Pregunto incrédula. — Venga ya Letty, no me jodas.

— No te estoy jodiendo —. Veo fijamente sus ojos a ver si consigo algún rastro de diversión en ellos, pero lo único que veo es seriedad pura.

— Pero, ¿Cómo mierda yo me voy a curar con magia?. Solo soy una insípida mundana, no poseo ni un gramo de magia, al menos no debería.

— Yo te puedo explicar.

— Vale. Explícate pues.

— El día de la fogata, días antes yo había hecho con ayuda de un brujo una poción con mi sangre, que dicha poción sirve para transferir una parte de los poderes de la persona que la crea, a la persona que elija y solo funciona cuando unes en ella la sangre de la persona mágica, con un cabello o algo que tenga la esencia de la otra persona, no se si me explico bien —. Habla tan rápido, que no la entiendo.

— No entendí ni mierdas. Relájate, respira hondo y vuelve a explicarme con palabras concretas y sin tantas vueltas, por favor —. Me recuesto en uno de los árboles, mientras espero a que hable.

— ¡Ahg!... En pocas palabras. Dos días antes de la fogata, yo hice una poción para transferirte una partes de mis poderes, desde que la hice la tuve en mi bolso, porque no sabia como dártela. El día que me mataron, horas antes yo sentía una energía rara alrededor y decidí dártela en la fogata.

— La poción, ¿Era el "jugo de arándanos" qué me diste?

— Sip.

— Con razón esa cosa olía y sabia rara, estuve a punto de no tomarme esa cosa.

— ¿Y por qué lo hiciste?

— Porque no querías que te sintieras mal —. Respondo con simpleza, mientras me encogía de hombro.

— Siempre eres tan dulce cuando te lo propones —. Dice, mientras me acorrala contra el árbol, haciendo que me ponga nerviosa.

— ¿Qué haces? —. Pregunto con la voz entrecortada, afectada por la cercanía de Letty. No me pueden culpar, tengo meses sin acción y eso hace que tenga las hormonas mas alborotadas de lo normal.

— Por los momentos nada —. Dice, mientras acerca su rostro a mi cuello, haciéndome sentir la calidez de su aliento, antes de sentir como deja un húmedo beso abajo de mi barbilla.

» Ya va, Letty, espérate un momento. El día que me dijiste que tenia una pelusa en el cabello. ¿Era para quitarme uno, para la porción?. Porque ese día casi me dejas calva —. La siento reír contra mi cuello, y su aliento produce que me estremezca.

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⏰ Última actualización: May 07, 2021 ⏰

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