III

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Me tomó un poco más de lo esperado pero acá está este mini cap. Me gustaría saber su opinión de esta... cosa xD alguien tenía que escribir cosas raras para el InoAoi y al parecer seré yo jajajaja porque como dijo Dago-chan (una de mis lectoras en FF), esto es una versión retorcida de la Bella y la Bestia jajajajajaja.

En fin, los dejo con el capítulo.

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Alguien que literalmente tenía una puta cabeza de jabalí le estaba hablando.

Aoi gimoteó desesperada contra su palma, los intentos bruscos de este hombre, no, bestia, por hacerla callar fueron en vano. Ella quería callarse, sabía que no podía ser bueno seguir lloriqueando le podía causar problemas, no estaba muy complacido por el miedo que demostraba, sin embargo, no podía, simplemente no podía dejar de llorar ante el horror frente a ella. Esto era lo más aterrador que le había pasado en la maldita vida.

Trató de apartarse de él, lo cual parecía imposible, el calor del aliento que salía de su trompa se cubrió el rostro le pegó en el rostro. Aoi cerró los ojos con fuerza, en un intento infantil de protegerse de este... monstruo.

Sólo podía pensar una cosa:

«¡Por favor no me comas!», tantos años escuchando cuentos de ogros y demonios que comían a doncellas volvieron a su mente. Pensar que había sobrevivido, que había sido salvada, para acabar siendo parte del menú de un ente sobrenatural.

— Eres demasiado ruidosa— él ni siquiera sonaba decepcionado porque ella no hubiera cumplido su promesa, sólo estaba considerablemente molesto—, chillas peor que los conejos cuando los vas a despellejar.

Su mano abandonó su boca, lo cual Aoi agradeció porque apenas entonces se dio cuenta de que no estaba respirando. Dejó salir un par de hipidos, todo esto era tan irreal que era inevitable llenarse de preguntas que quizá no quería conocer la respuesta.

Abrazó sus piernas, de nuevo un vano intento de salvaguardar su sanidad mental.

«¿Al final la locura del pueblo es real? ¿Este espíritu me asesinara?», quizá al final decidiría que no valía la pena dejarla vivir para ser una sirvienta. «arruine mi oportunidad, estoy muerta».

Trató de respirar profundamente para contener el llanto, porque estuvo a nada de empezar a berrear una vez más. Ahora que tenía un poco más de control, lo mejor que podía hacer era permanecer en silencio, no quería hacerlo enojar, quien sabe que podría hacer en ese estado. Pero por más que trataba de controlarse, de vez en cuando suspiros dolorosos salían de su boca.

— Lo siento— habló contra la piel de sus piernas, pero mantuvo los ojos cerrados, asustada de volver a abrirlos y encontrarse con ese rostro bestial—. Yo... voy a callarme.

— Más te vale— no le sonaba a una amenaza, de hecho, si Aoi deseara pretender que estaba hablando con un ser humano pensaría que es solamente un niño mimado—. No quiero que ella me pregunté por ti.

«¿Ella? ¿Hay alguien que es incluso peor que él?».

— Lo siento— volvió a disculparse.

— Deja de disculparte y mírame— Aoi asintió con fuerza. Con algo de resquemor, abrió los ojos despacio, como si eso fuera a marcar alguna diferencia—. No me importa si crees que soy horripilante, solo necesito que hagas lo que tienes que hacer— Aoi de nuevo se limitó a asentir, ver como los colmillos sobresalen de su boca y como sus ojos azules y vacíos que por instantes lucían brillantes a la luz de la luna la hizo temblar de nuevo—. Ni pienses en escapar. Por aquí abundan los osos. Pero a mi me tienen miedo— le advirtió, algo divertido por lo último.

Luces azules [InoAoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora