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Kakashi esquiva un golpe a tiempo y gira sobre su costado, mirando el puño demasiado cerca de su mejilla cuando golpea el árbol a sus espaldas.

Gai se mueve de inmediato sobre su eje, lanzando otra patada alta hacia a nueva posición de Kakashi que logra golpear suavemente su costado, enviándolo hacia atrás sobre sus talones.

Las manos de Kakashi apenas se levantan a tiempo para cubrir su rostro de un nuevo ataque, chocando agresivamente con el pie de Gai antes de retroceder y volver a acorralarse contra el árbol.

— ¡Admite tu derrota! — grita Gai, volviendo a fallar por muy poco otro poderoso golpe justo sobre su mejilla.

Kakashi jadea con el esfuerzo, intentando moverse otra vez.

Las peleas con Gai se habían vuelto especialmente difíciles desde que ambos se volvieron chunin y alcanzaron los quince años, y Kakashi ahora estaba lidiando con una pelea demasiado seria en la que no necesitaba ser un genio para saber que no iba a ganar.

Los pies de Gai se burlan debajo de las piernas de Kakashi y finalmente su equilibrio falla, derribándolo torpemente sobre sus talones.

Los brazos de Gai se envuelven en su cuello inmediatamente, jalando su espalda y sus brazos para hacer una palanca al mismo tiempo que pega su cuerpo a su espalda para inmovilizarlo contra el piso.

Kakashi jadea cuando su rostro toca la tierra, hundiendo su brazo libre entre el pasto y sintiéndose sofocado debajo del peso de Gai.

La sonrisa de Gai se hace grande al ver a Kakashi retorcerse debajo de ella, inclinándose más cerca sobre él para detener la pelea que estaba segura que vendría ahora.

Sin embargo, lo único que Kakashi hace cuando Gai coloca todo su peso sobre él es quedarse congelado, con los hombros repentinamente tensos sobre su agarre.

— Kakashi, ¿pasa algo?

Gai jadea, preguntándose si había lastimado a su compañero con su movimiento.

— Gai... tus... me están...

— ¿Estás bien? ¿Te lastimé? — Gai suelta su agarre lentamente, pero se inclina más sobre Kakashi para tratar de ver a su compañero a la cara desde su posición en su espada.

Kakashi de alguna manera se pone más tenso con el movimiento, luchando torpemente por retirarse del cuerpo de Gai.

— Gai, puede sentir tus... hazte a un lado... — tartamudea, boqueando como un pez cuando Gai se aplasta más sobre su cuerpo.

— ¿Puedes sentir qué cosa, Kakashi? ¡Habla fuerte no puedo oírte!

— ¡Puedo sentir tus pechos en mi nuca, Gai, quítate!

Gai suelta un chillido con la confesión, dando un salto inmediatamente fuera de su compañero y cubriéndose los senos con los brazos.

Kakashi finalmente suspira y se deja caer contra el piso, tratando de disminuir el sonrojo en su rostro e intentando alejar el pensamiento de que en realidad los pechos de Gai eran extremadamente suaves y se sentían muy bien contra su nuca.

— ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! — la vergüenza en la voz de Gai es escandalosa y tímidamente se da la vuelta como si no hubiera estado frotando todo su cuerpo un segundo atrás.

— ¡Eso intentaba! — Finalmente Kakashi se levanta, manteniéndose también de espaldas a ella — Pero fue demasiado rápido y ahora... son más grandes. Deberías tomar en cuenta eso para tus combates.

Gai siente su rostro arder, apretando más su pecho que había pasado de ser pequeños limones a prominentes naranjas en el último par de años desde que fueron notables.

¡El corazón de la noble (y hermosa) Bestia de Konoha!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora