Capítulo 16. Nueva vida

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En sólo un par de horas Minjung había llegado a su nuevo "hogar". Todo le parecía extraño y nuevo, aunque a decir verdad, aquel pueblecito fuera de la ciudad era bastante lindo y pintoresco, al salir de la camioneta pudo ver a un par de niñas corriendo una detrás de la otra, le parecía que se divertían y sonrió, pero de un momento a otro aquella sonrisa se apagó cuando pensó en sus niños del orfanato, pensó que cada día desde ese momento sería desafiante sin ellos.

- Bienvenida Minjung, todos estábamos ansiosos por conocerte - dijo una joven bella con expresión amable, a Minjung le pareció demasiado cálida aquella bienvenida, Miss Rita jamás la había tratado de esa forma. - Ven, te enseñaré tu recámara para que dejes tus cosas y después te presentaré con las demás.

Minjung se apresuró a tomar su maleta mientras seguía a la joven con una sonrisa.

Al llegar a la habitación, notó que todo se veía tan diferente, su habitación anterior era bastante pequeña en comparación.

Mientras ponía su maleta sobre la cama, la joven le explicaba cosas sobre el lugar y a Minjung le había parecido demasiado curioso.

Al parecer antes de ser un orfanato aquel lugar había sido el hogar de un hombre solitario y millonario, no tenía esposa, ni hermanos, ni familia, nadie que pudiera heredar aquella fortuna, según la historia, un día salió de casa y sintió en el corazón que pronto se iría de este mundo, ese mismo día visitó la tumba de su madre, la única persona que había amado en su vida, le dijo que pronto la acompañaría pero que sentía que había desperdiciado su vida haciendo todo ese dinero, no se había dado el tiempo de buscar a una buena mujer para casarse, no había tenido siquiera la compañía de una mascota, y de repente se arrepintió, frente a la tumba de su madre pidió perdón por todo lo que había hecho mal, le pidió perdón a ella, por haberla alejado tantas veces de su lado, y se pidió perdón a sí mismo.
De regreso a casa, tal como si hubiera sido el destino, aquel viejo quiso tomar un camino diferente por primera y última vez, y después de pasar un par de calles, una brisa repentina lo inundó, haciendo que volteara la cabeza hacia su derecha. Pudo observar una casa vieja, había una mujer y un hombre discutiendo, nunca se había interesado por los problemas de los demás, sin embargo, no pudo evitar escuchar lo que decían.

- Por favor, denos más tiempo, le prometo que le pagaremos pronto por el lugar. Los niños necesitan un lugar donde vivir - decía la mujer angustiada suplicándole al hombre

- Lo siento Olivia, pero yo no doy las órdenes, aunque me vaya ahora, pronto este lugar será embargado - respondió el hombre

- Pero... que pasará con todos esos niños? - dijo y ambos miraron con angustia hacia los ventanales, risas y gritos de felicidad se oían dentro de aquella pequeña casa vieja

El hombre viejo pensó en su madre, y supo que aquella brisa repentina había sido causa de ella, supo que su madre le había conseguido una oportunidad para cambiar su destino en el último momento.

Así que al final, él donó toda su fortuna al orfanato, y heredó también su mansión para los niños. Hizo una buena obra que será reconocida por siempre, lo más gracioso es que vivió prácticamente solo toda su vida, no tenía amigos ni nadie que lo recordara o llorara por él, y nunca imaginó que cuando se fuera más de uno lo recordaría.

Minjung recordó aquella historia toda la noche, y le alivió pensar que ella no se arrepentía de nada hasta ahora, pensó que había conocido a las más lindas personas de este mundo, pensó que había tenido apoyo a pesar de que era huérfana, de repente Sehun le vino a la cabeza, estaba preocupada por el, por todo el asunto con su padre, esperaba que Sehun lo perdonara algún día y que también su Padre se perdonara a sí mismo y se arrepintiera, tal como el hombre de la historia.

A little thing called love (Sehun y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora