-°Y Pensar que todo comenzó con un engaño-°

♥ Yo te voy a esperar, mi Omega ♥

Izuku abrió los ojos de golpe, no reconocía el lugar, ni mucho menos el como llegó hasta ahí.

Al levantarse sintió un fuerte dolor en sus muñecas, al verlas recordó todo, claro ¿Cómo olvidar el por qué tenían un tono rojizo?  Suavemente las empezó a tocar, un escalofrío recorrió su cuerpo al escuchar ruidos fuera de la habitación.

Al otro lado de la puerta estaba el beta caminando en círculos, tenía miedo pues Izuku no despertaba hace más de 4 días  ¿Qué debía hacer?

— Él va a despertar, sé que lo hará - dicho esto se llenó de valor y entró a la habitación sin hacer tanto ruido, solo para encontrarse con aquel omega — …¡IZUKU! - después de eso se abalanzó contra el pecoso.

— ¿K-kaminari-kun? – hizo una expresión de dolor – Du-duele un poco…

— Pe-perdón Izu... ¡Pero despertaste! - dijo sollozando - ¡Me alegro de que estés bien!

— ¿Cómo llegué aquí? Recuerdo que estaba con… ¿Uraraka-san está bien? – aunque lo hubiese encerrado Izuku sería incapaz de odiarla.

— Lamentablemente sí, aunque ahora ya no se puede acercarse a ti - respondió con la mirada baja -…Pero no estés mal … Cómo sea ¿Tienes hambre?

— ¿Co-cocinaste? ¿No habrás quemado mi cocina verdad? – Izuku tenía una mirada divertida pero a la vez daba la sensación de ser tenebrosa.

— Claro que no …Bueno no toda …¡Mina me ayudó! ¡Hicimos soba! - sonreía ligeramente - Bueno ahora te la traigo - se levantó y caminó hacia la puerta.

— E-espera… - no tuvo oportunidad para negarse, pues que Mina y Denki se juntaran para preparar algo no era buena idea, ni mucho menos algo que deba considerarse.

Denki salió de la habitación y llegó a la cocina. Ahí se encontraba la pelirrosa dando unos toques finales a su supuesta obra maestra.

— ¿Mi pequitas ya despertó? – Mina preguntó al ver al beta feliz.

— Sip, mi lindo Izu ya está más despierto que una papa …- contestó algo nervioso, después de todo no sabía hacer tantas comparaciones - Como sea ¡Vamos a llevarle soba!

— Je~ ¡La gran chef Mina se lo llevará! – decía alzando el platillo.

— Siento que le falta orégano …. Vamos a echarle un poco - sacó un poco de aquella especia y lo vertió sobre los fideos - ¡Ya está listo Mina!

Como niños felices de haber recibido su primer dulce se dirigieron a la habitación del Omega.

Se abrió la puerta, dejando ver a un rubio y a una pelirosa muy contentos entrando con un plato de comida.

— ¡Izu-chan! ¡Tu comida está lista! – Denki anunciaba haciendo una entrada triunfal.

— O-oh gracias chicos … Pero creo que eso no alcanzará para los tres …¿Qué les parece si me pongo a cocinar? - preguntó nervioso mientras se levantaba de su cama.

— No te preocupes Izuku nosotros ya comimos ¿Verdad Denki?

— Sip, esta comida es para nuestro Izuku – tomó el platillo y lo llevó junto al peliverde - ¡Vamos Izu a comer!

El Omega temblaba, ese platillo podría ser de todo menos comida y se rehusaba a probarla.

— ¡Vamos cariño! Lo hicimos con amor y tutoriales~ - Mina veía orgullosa su obra maestra.

— Vamos Izu di ahhhh - sostenía unos palillos con dicha soba - Te gustará.

— N-no, la verdad n-no tengo hambre – sonreía de manera que no sospecharan.