Déjame quedarme aquí esta noche

985 91 20
                                    

- ¿Qué es lo que no me pueden decir, Lucrecia? -digo más serio de lo habitual, cuando choca contra mi pecho.

Hace menos de cincuenta segundos entraba a la sala en donde se preparaban las próximas bandas, desanimado a pesar de haber dado un "buen" concierto. Y la vi, ese era su cabello, lo reconocería entre mil personas con el mismo tono de café, eso me dió un hilo de alegría que iba enrrollándose más y más en mi caja torácica a medida que me acercaba, dándome una sensación indescriptible, como si mis pulmones no pudieran soportar la presión que ese nudo estaba creando dentro mío. Hasta que ese hilo fue cortado con las tijeras más afiladas y escuché la buena conversación que mantenia a mis espaldas, o bueno, delante mío para ser exacto.

- Ehh... Yo, bueno... En realidad Phukong... Sí, él... -dice, con las mejillas fosforescentes y entrecortándose en cada frase.

- ¿Pasa algo con mi hermano o conmigo? -pregunto molesto mirando por detrás de ella, pero no hay rastro de él. -¿Dónde está?

Podría jurar que lo vi junto a ella al llegar.

- ¿¡Qué!? -chilla dando la vuelta bruscamente- ¡¿Otra vez?! No puede desaparecer así como si nada... Lo perdí  de nuevo. -dice con la voz entrecortada.

¿Perder qué? ¿A mi hermano?

- ¿Qué? -pregunto asustado, y no por Phukong, sino por mi madre.- ¿Perdiste a mi...

- ¡No fue mi culpa del todo! -dice nerviosa- Es que...

- Se acaba de ir -interrumpe un chico detrás de ella, integrante de la banda que es próxima a tocar.- Dijo que tomaría un taxi porque no quería escuchar lo que se venía. Buena elección... -termina diciendo lo último casi en un susurro.

Cuando Lu voltea, tiene los ojos cerrados como si quisiera evitar ver algo por completo, ¿Arruinó algo?

No puedo decir nada de nuevo, otra vez y como ya me es de costumbre simplemente no sé que decir. Solo la puedo ver a ella en frente mío temerosa, por supuesto que no haré nada y tampoco puedo hacerlo, Phukong ya se fué a casa. Tengo una desagradable sensación que atraviesa mi pecho y se debe a una pequeña decepción que me provoca el saber que ella no estaba cuando toqué algo que era exclusivamente para ella. Y no lo entiendo ¿Es porque de verdad perdió a Phukong? O por que se distrajo con...

- ¡Lu! -se escucha una voz desde la puerta, una voz irritante.- ¿Ya lo encontraste...

Pero antes de que ponga toda su atención en él yo...

- ¡Así que sí lo perdiste! -exploto- Y no solo eso, me hiciste cambiar el repertorio a último momento, fue todo un problema. Cuándo lo único que te pedí fue que no dejaras solo a mi hermano...

- Sí, yo... lo siento mucho, de verdad... -dice.

¿Qué, porqué se disculpa? Se supone que es ahora cuando me grita, como siempre.

-Tu hermano no es un infante, -interrumpe esa odiosa voz- Lu no es una niñera y no tienes derecho a reclamarle nada porque no viste lo preocupada que estaba cuando se "perdió".

- Tú... -digo dando la vuelta y mirándolo fijo, es lo último que faltaba para mejorar el día- es mejor que no te metas, Tine.

Un grupo de personas comienza a agruparse como ya es de costumbre, a murmurar y señalar.

- Me meteré en lo que yo vea conveniente, Sarawat. -dice.

Tal vez, si Lu no se hubiera distraído con él no habría perdido a mi hermano, se hubiera quedado en la presentación y si este tipo no se metiera en lo que no le importa no habría tenido que explotar con ella, como acabo de hacer. Claro, absolutamente...

ɴᴏᴠɪᴀ ꜱᴇ ᴀʟqᴜɪʟᴀ [ ꜱᴀʀᴀᴡᴀᴛ x ᴛÚ]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora