Together || LevYakuLev Week ||

Day 2:

𝑃𝑟𝑜𝑚𝑝𝑡𝑠:

𝐻𝑎𝑛𝑎𝘩𝑎𝑘𝑖 || 𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡 || 𝑁𝑖𝑔𝘩𝑡𝑚𝑎𝑟𝑒𝑠.

𝑃𝑟𝑜𝑚𝑝𝑠 𝑒𝑠𝑐𝑜𝑔𝑖𝑑𝑜:『𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡』

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Vamos a guardar un secreto juntos

No era la primera vez que Morisuke se topaba con el chico albino escabulléndose al almacén del gimnasio antes de que iniciaran las actividades del club. Cada vez que lo intentaba atrapar, escapaba o le enredaba con palabras. Le parecía extraño que hiciera aquello ¿Intentaba esconder algo? ¿Drogas o algún tipo de alcohol? No, Lev podría ser idiota, pero tampoco a niveles tan altos.

Así fue cuando un día de otoño, Yaku se le adelantó antes de iniciar la práctica usual.

─Lev.

Haiba había abierto la puerta del almacén, esperando de todo menos ver a su querido senpai en ese lugar. Tenía puesta la chaqueta rojo carmín del uniforme del Nekoma: el cierre estaba hasta arriba y tenía un pequeño bulto que sostenía con cuidado.

─ ¡Yaku-San! ¿Qué hace aquí…? La práctica comienza hasta dentro de veinte minutos… ─ Comentó con nerviosismo mientras intentaba pasar adentro del lugar.

─Eso debería preguntarte yo, haz venido varias veces aquí antes de las prácticas y tú nunca llegas temprano. ─ Le examinaba de forma cuidadosa y mantenía sus brazos cruzados. Definitivamente quería negar que sus suposiciones eran erróneas.

─Ahora quiero llegar más temprano, pronto tendremos un partido de práctica, ¿no? Debo de estudiar todo lo que he hecho. ─ Se mantenía a una distancia del castaño para evitar cualquier golpe o ataque.

─Tú jamás estudiarías voluntariamente, por cierto ¿Qué llevas ahí? ¿Qué escondes?

Los pocos pasos que los separaban se convirtieron en nada y Lev volvió a retomar algo de alejamiento.

─ ¡Nada! ¡Nada! ¡Solo son mis cosas!

─ ¿Por qué dejarías tus cosas en el almacén? Para eso tienes tu casillero ─ Volvió a avanzar hasta que vio al más alto caer en una colchoneta.

─Ahh… Eso no fue agradable. Ellos están molestos contigo ahora Yaku-San ─ Hizo un pequeño puchero mirando, al contrario.

─ ¿Ellos quienes? No cambies el tema Lev.

Antes de que alguno de los dos dijera otra cosa, unos suaves maullidos se escucharon en el pequeño cuarto.

─A ellos dos. ¿No cree que son lindos, Yaku-San?

Haiba bajo el cierre de su chaqueta con cuidado y, en su resguardo, salieron dos pequeños gatitos; seguramente no tendrían más de tres meses. Mantenían sus ojos cerrados y acurrucados entre sí mientras se acomodaban en la amplia chaqueta.

Yaku dejó de lado lo que estaba hablando y se sentó frente al Lev
Era débil ante los lindos mininos que sus ojos apreciaban.

─ ¿Son tuyos? ─ Tomó a uno de los pequeños felinos con sumo cuidado y lo dejó sobre sus piernas para acariciarlo con cariño: éste era de color blanco con lindos ojitos verdes.

Le negó con cuidado e imitó la acción de su senpai con el gatito color café que quedó acurrucado en su chaqueta.

─No, los encontré atrás de la escuela. Su madre estaba herida hace unos días, ella tuvo cinco gatitos. Sólo pude traer a la madre y tres de sus gatitos cuando volví, éstos dos habían desaparecido. Los estuve buscando todos los días y aparte venía a ver a los otros con su madre. ─ La sonrisa que mantenía al hablar de a poco se difuminó hasta terminar en sus labios fruncidos ─ Los traje aquí porque no me los puedo llevar a casa… Y no conozco otro lugar que sea seguro para ellos ¡Por favor Yaku-San no le diga a nadie! Intentaré compensarlo por esto, no quiero que echen a los gatitos.

Los brillantes ojos esmeraldas que irradiaban preocupación, conectaron con los ojos ocre.

Yakun sentía que miraba a un gato solo que más grande… No podía decirle que no por más que quisiera.

─Está bien no diré nada. ─ Instantáneamente Lev sonrió y le agradeció repetidas veces. Sí, le gustaba verlo feliz, aunque a veces pensara que lo mimara mucho.

Mientras seguían hablando de como Lev se había encontrado con los gatitos, los otros felinos llegaron y empezaron a maullar y ronronear junto al más bajo.

─Los gatitos te aman mucho Yaku-San. Si yo fuera un gato también quisiera estar junto a ti todo el día.

─No digas tonterías.

Se escuchó una pequeña risa y ambos siguieron hablando de los gatitos, de cómo harán para poder alimentarlos y darles agua correctamente. Cuando sea el momento correcto, buscarían un lugar para que cada minino tuviera un respectivo hogar.

─Ahora que Yaku-San y yo cuidamos los gatitos en secreto, ¿Se podría decir que somos como sus padres?

Ambos miraban como los gatitos dormían tranquilamente junto a su madre en una improvisada, pero cómoda cama para gatos.

─No diré nada, es por los gatitos. No creas que no te voy a regañar por no decirme, Lev. ─ El contrario sólo sonrió ante la afirmación y sus mejillas tenían un leve tono rosado debido a la felicidad.

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¡Segundo día! Aún no me rindo.

Es bastante cortito, pero me gustó mucho la idea de Lev y Yaku cuidando o criando gatitos. Aunque Yaku no lo admite el cae fácilmente con los niños.
Un poco de dulzura para sus corazones. ¡Nos vemos mañana!

Besos, cuídense y quédense en casa.

-DaniMei_03