Era una escena muy extraña. Kaminari se había levantado a buscar un vaso de leche en mitad de la noche. Muchas veces no se dormía muy temprano porque se quedaba jugando –mientras debería estar estudiando– y particularmente esa noche estaba muy sediento. Salió de su habitación pensando que la mayoría, ya se había ido a dormir, o como mínimo estaban ocupados haciendo otras cosas. Cuando volvió, se encontró con una escena que le costó demasiado descifrar en su momento. Bakugou tenía acorralado a Kirishima mientras que este no se defendía para nada. No parecía una pelea, y aún cuando había notado la tensión entre ambos, no sabía qué estaba pasando entre ellos dos. No pudo más que esconderse, intentando no hacer ruido, la verdad era que estaba muy curioso. En un principio, su intención era pasar entre ambos haciendo un chiste tonto para calmar los ánimos, pero detuvo cuando Bakugou puso un brazo afirmandose en la pared, por sobre el hombro de Kirishima. Quería decir algo, pero había algo en el rostro del pelirojo que le dijo que era mejor no interferir. Y ya que estaba allí, podía escuchar, básicamente según su entender, no le quedaba de otra.
– ¿Qué demonios te está pasando? –escuchó decir a Bakugou.
– ¿A... A mí? ¡Nada! –rio nervioso el acorralado– ¿Por qué preguntas?
– Desde hace días que me ignoras... No entiendo, ¿Te enojaste? –escuchó como Bakugou amenizaba un poco el tono de voz.
– No... ¡Claro que no! –parecía que Kirishima tenía algo que decir, sin embargo, no lo dijo.
Kaminari estaba deseando que hablaran un poco más fuerte, o como mínimo, tener el quirk de Jirou. Siguió espiando, cada vez menos orgulloso de su actuar.
– Entonces... ¿Por qué demonios me estás evitando? –le preguntó Bakugou, sonaba triste.
– Yo... No puedo decirte... –le respondió Kirishima.
– ¡¿Y por qué no?! –gritó Bakugou.
– Yo... No sé cómo estar cerca de ti... Sin sentirme como si... –pero antes de que terminara la frase, a Kaminari se le había resbalado el vaso de la impresión. El ruido del vidrio quebrándose al caer al suelo retumbó en todo el pasillo, y no tuvo más que salir. Cuando Kirishima lo vió, se puso blanco como el papel.Kaminari intentó disimular un poco ya que al verlos, observó la evidente ira en los ojos de Bakugou.
– Yo solo... Voy a mi habitación –dijo mientras caminaba sonriendo, intentando ignorarlos.
– ¡Kaminari...! ¡Lo que escuchaste...! –exclamó desesperado el pelirrojo, mientras Bakugou solo guardaba silencio.
– ¿Qué dices? –Kaminari rió nervioso– No escuché nada. –dijo mientras negaba con un movimiento de brazos.
Kirishima sabía que era mentira, así que lo siguió.
– ¡Realmente no es lo que piensas, espera! –exclamó mientras iba tras de él.
– ¡Kirishima...! –reaccionó Bakugou. Intentó agarrarlo, pero él parecía más preocupado por el otro. Decepcionado por no haber logrado nada, antes de irse a su habitación, limpió el desastre que había dejado Kaminari. Levantó con sumo cuidado los pedazos de vidrio roto del suelo y luego secó el agua que había quedado, mirando como el papel absorbía el líquido, sintió como algo se rompía, esta vez no era el vaso que ya había tirado, era su propio corazón.
Bakugou se sentía dolido, porque aún en esa situación, Kirishima eligió seguir a Kaminari diciendo que lo que había presenciado "no era nada", cuando para el, lo era todo. Ya era muy tarde, pero no podía dormirse, así que después de volver a su habitación, solo se quedó allí, en el suelo apoyado en su cama, afligido.Por otro lado, Kirishima había logrado retener lo suficiente a Kaminari como para poder explicarle lo sucedido.
– ¡Lo que viste...! Enserio, no es lo que piensas. –dijo nervioso.
– Kirishima... No pienso nada –Kaminari miró hacia el lado– realmente no sé lo que pasa entre ustedes...
– Entonces...
– Todo está bien... Solo fue una pelea, ¿No? –preguntó Kaminari.
– Si... Algo así.
Tras esa conversación ambos se fueron a sus respectivas habitaciones y no volvieron a tocar el tema.Sin embargo, Kaminari seguía preocupado. Y por ello decidió pasar los siguientes días observándolos, si bien seguían hablando todos como amigos, era evidente que Kirishima trataba de ocultar algo. Y por otro lado, Bakugou parecía mucho más molesto de lo normal. Era como si ambos intentaran mantener las apariencias frente a todos los demás, pero una vez que los dejabas solos, la tensión entre ambos se podía sentir en el ambiente. Luego de días de intentar juntar todas las piezas, ocurrió algo que le aclaró las ideas por fin, aunque se tardó, lo entendió todo. Durante uno de los entrenamientos, casi al finalizar, a Kirishima lo golpeó una piedra que llegó volando desde otro lado.
– ¡Kirishima! –gritó desde otro ángulo Bakugou, preocupado. Era increíble como siempre estaba pendiente de él.
– ¡lo siento mucho! ¡No me dio tiempo de advertirle! –llegó Midoriya corriendo desde la dirección de la cual provenía la enorme roca.
– ¡Estoy bien! Aunque... No tenía mi endurecimiento en mi cara así que la piedra... me cortó –dijo Kirishima mientras se tocaba la frente, en el lugar donde lo golpeó la roca.
– ¡Quítate, Deku! –gritó Bakugou mientras empujaba a todos para llegar hasta Kirishima. –¿Qué demonios? ¡Deberías fijarte en lo que haces, maldito nerd! –exclamaba al mismo tiempo tomaba a Midoriya por el cuello.
– Cálmate, Bakugou –intervino el profesor Aizawa.– Es solo un corte.
– ¡Pero...! –Bakugou soltó a Midoriya para dirigirse al profesor.
– Suficiente –parecía que iba a activar su quirk, pero solo fue una advertencia.– Si estás tan preocupado llévalo con Recovery Girl.
– ¡no es necesario! –dijo Kirishima algo preocupado.
– ¡Vamos! –gritó Bakugou obligándolo a ir con el.
Kaminari y los demás observaron con atención, allí fue cuando se dió cuenta.
– ¡Oh! ¡Ya veo!
Los que estaban a su alrededor no entendieron qué quiso decir, aunque Sero que estaba un poco más allá, lo escuchó y se hizo una idea.El entrenamiento duró unos minutos más y luego terminaron. Mientras Kaminari caminaba al lado de Mina y Sero, pensando en todo lo que había visto, decidió comentar sin vacilar.
– Chicos creo que algo pasa ente Bakugou y Kirishima.
Mina, preocupada de que los demás escucharán, lo cayó tapándole la boca.
– ¡Hablemos de esto cuando estemos solos! –dijo ella preocupada por lo que podría decir Kaminari.
– Creo que es lo mejor... –agregó Sero mirando al rededor, viendo a los ojos a los curiosos, como Mineta.
Después de cambiarse el uniforme, los tres fueron a conversar a un lugar más apartado, dónde nadie los molestaría. Parecía que todos sabían algo, pero dudaban de si decirlo o no. Hubo un silencio sepulcral hasta que Kaminari inició la conversación.
– Bien... El otro día vi a Bakugou y a Kirishima y yo... Pensé que estaban peleando, pero hoy me he dado cuenta que no es eso...
– No diría que están peleados... –Mina vaciló– es más... Cómo que no están siendo sinceros...
– Es obvio que a Kirishima le pasa algo –comentó Sero.
– ¿A Kirishima? ¡Por favor! ¡Es a Bakugou al que le pasa algo! –exclamó Mina.
– ¡Bakugou tiene claro lo que siente! ¡Kirishima es el que se la pasa evitándolo!
– ¿Ah? ¡Kirishima solo estaba nervioso porque no sabía qué era lo sentía!
– ¡Claro, y por eso salió con esa chica! ¿No?
– Este... ¿Chicos? –kaminari se había quedado en silencio durante todo ese rato.
– Oh mierda, me olvidé –dijo Mina dándose cuenta de con quién estaban. –Kaminari, no estalles.
– ¡Entonces ellos se g...! –Kaminari exclamó al tiempo que abría los ojos dándose cuenta de todo, y si no es por Sero que le tapó la boca, estuvo a punto de gritarlo.
– ¡No lo grites! ¡Toda la escuela te escucharía, torpe! –le dijo Mina, acercándose.
– Pero entonces... Como yo lo veo –habló una vez más tranquilo– ambos... Se g-g-g-gustan...
– Eso... ¿Es correcto? No lo había pensado así... –comentó Sero.
– Oh... Tienes razón –agregó Mina.
– ¿Y por qué no se dicen lo que sienten? –preguntó Kaminari que no entendía cuál era el problema.
– Miedo, a mí no me importa, pero tú casi haces un drama por esto... –dijo Mina mirando fijamente a Kaminari.
– ¡Tampoco me molesta! Es solo que... Me tomó por sorpresa –se defendió el rubio.
– Cierto, cuando Bakugou me dijo yo también me sorprendí, nunca espere que a Bakugou le gustará alguien, la verdad.
Todos rieron.
– ¿Entonces... Qué hacemos? –dijo Mina emocionada.
– ¿Qué quieres decir con que "qué hacemos"? –preguntó Sero.
– ¡Deberíamos ayudarlos a confesarse! –respondió Kaminari igual de emocionado.
– ¡Si! –secundó Mina.
Ambos miraron expectantes a Sero, quien aunque sabía que no había manera de que esto terminara bien, decidió aceptar golpeándose la cara suavemente con decepción.
– bien... –dijo por fin.
– ¿Cómo podemos hacerlo? –preguntó Kaminari– No creo que Bakugou se confiese primero...
– Tienes razón –asintió Mina, pensativa– Hablaré con Kirishima, hay más posibilidades.
– Solo espero que no empeoremos las cosas... –comentó Sero.
– ¡Claro que no! ¡Seguro todo sale bien! –dijo Kaminari sonriente.Así, entre los tres comenzaron a planear cómo ayudar a Kirishima a confesar sus sentimientos por Bakugou. Darles momentos a solas era la mejor oportunidad para que le dijera lo que sentía, sin embargo Bakugou actuaba muy impaciente, por lo que Kirishima estaba nervioso cada vez que se quedaban solos los dos. Pasó una semana en donde los tres realizaron una infinidad de tareas para darle una oportunidad llena de romance, almuerzos juntos, entrenamientos los dos solos, los chicos se adelantaban casi todo el tiempo. También organizaron una sesión de estudio, donde los tres jóvenes dieron excusas para no asistir, dejándolos solo una vez más. Incluso alejaban a los curiosos y otros compañeros de la pareja para que Kirishima al fin se confesara, pero no funcionó.
La última idea que se les ocurrió fue ir de compras los cinco, después de clase. La idea era que se irían separando de a poco de los dos. Primero, Kaminari no los acompañaría porque obtuvo una mala calificación en una tarea y Aizawa le pidió que la rehiciera, aunque esto era verdad, Kaminari no tenía intención de hacerlo realmente, pero era la excusa perfecta. Por otro lado, Mina los dejaría después de entrar a un rato, diciendo que había recibido una llamada urgente, y finalmente, Sero que le daría la señal a Kirishima de que era el momento, se iría temprano diciendo que la comida que almorzó le cayó mal al estómago.
Todos cumplieron con su parte del plan. Excepto por Kirishima, que no pudo decirle nada, una vez más. Y por otro lado, Bakugou ya sospechaba que algo estaba pasando, así que al volver, confrontó al trío de amigos.
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Queriéndote // KiriBaku [BNHA]
FanfictionKirishima siempre ha estado al lado de Bakugo, como su amigo y compañero, sin embargo, cuando se da cuenta de sus sentimientos no puede estar cerca de él porque no sabe cómo reaccionara.