丹妮｡| UNA PUTA APUESTA

━━ 𝟹𝟷.𝟷

[Re corto
Antes que nada, muchas gracias por el amorcito que le dan a esta adaptación. La verdad que me impresiona mucho que ayer allá visto en la mañana y tenga 10k y hoy ya 11.50k la verdad que me impresiona mucho y me conmueve, por eso hoy les vengo con los dos capítulos de la semana en el mismo día <3]

Jeongin y Niel me cuidarán, por un tiempo. Creo que fue mas decisión de ellos que mia, ya que Minho y Jisung se habían ido al departamento de Jeongin, o al menos Jisung ya que Minho tenia el suyo propio.

-Niel tú dormirás en la habitación de Jisung ¿Si?

-¿Porqueeeeee? Yo quiero dormir con el señor Hyunjin.

-No Niel, el no puede dormir contigo.

-¿Señor Hyunjin quiere dormir conmigo?

No sabia que decir, su decía algo que no probablemente Jeongin me golpearía, o tal vez Niel lloré.

-¿Lo vez? El no quiere dormir contigo Niel.-Hablo Jeongin, tomando a Niel en sus brazos.

-P-pero no me molestaría, mi cama es muy grande podríamos dormir los tres ahí...

Sentí los ojos asesinos en mi, sip, los de Jeongin.

-¿Ya lo vez papá? El si quiere, durmamos juntos esta vez.

Jeongin solo suspiro, con un bajo "si" que salió más por la fuerza.

Aún era temprano, sin embargo no habiamos dejado de desempacar la ropa, o acomodarla, ya que se iban a quedar una corta temporada. Jeongin no se veia tan feliz al hacerlo, pues lo hacía más por que Niel se lo había pedido, si el pequeño no lo hubiera hecho ellos no estarían aquí.

Realmente no me convencía la idea desde un inicio, el Jeongin que yo conocía se hubiera puesto nervioso, Incluso algo incómodo, pero este Jeongin solo tenía cara de querer arrancarme los huevos, ¿Será por lo que paso en el baño? Bueno, si, tal vez sea por eso una de las razones. Sin embargo yo no los obligue a estar aquí, pero tampoco me molesta que esten aquí, es todo lo contrario me hacen sentir bien.

-Señor Hyunjin... -Niel tomo mi mano. -¿Por que tiene muchas cartas?

Ay no...

-¿Cartas?

-Sip, encontré muchas. -Me soltó para sacar debajo de su camisa una de ellas, y correr hasta con Jeongin. -¿Puedes leer la, papá?

-¡No! -Jeongin había leído el remitente. Y estába su nombre ahí.

-¿Es para mi...?

Me muero... De vergüenza, hay no que feo caso.