丹妮｡| UNA PUTA APUESTA

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-La cosa puede ponerse peor, según la doctora que la atendió ella sufre de bipolaridad, puede incluso matar a alguien por simple impulso.

Sana dejo caer los papeles clínicos de Yandi en el escritorio. No tiene ni dos horas que nos enteramos sobre Yandi y su llegada a Seúl.

-La seguridad en el el edificio tanto como en los modelos aumento, notificaré a Minho, Jisung y Jeongin sobre la seguridad en su empresa y cafeterías.

-Sana... No quiero que nada malo les pase, conociendo a Yandi ella ira con mucha cautela...

Me daba miedo, no solo el que buscara venganza si no el que pudiera hacerle daño a alguien que realmente aprecié. Era increíble como la misma persona que te hace daño vuelve para traer consigo todo ese daño.

-jinnnie... -Sentí la mano de Sana sobre la mia, lo mire y el estaba ahí con una sonrisa. -Todo estará bien, ahora solo es dejárselo a la policía.

Tenía razón, por más que yo quisiera hacer algo encontrá de ella, no podía, si no también yo podría salir perjudicado, sobre todo estaba mi paciencia, no quería que también me tomaran por loco.

-Sana... Tengo algo importante que decirte...

-¿Es algo sorprendente?

-Lo es.

-Solo dilo...

-Jeongin... Comenzó a recordarme gracias a las cartas que le escribi.

Pude jurar que casi abre los ojos hasta salir, algo imposible, pero parecía.

-Oh dios... Eso ¡Eso es genial! No puedo creerlo... Es incluso sorprendente...

-Realmente lo es... Estoy tan feliz, tal vez no se note pero si lo estoy.

-Se nota, el brillo en tus ojos es lo mejor, si pudiera decir algo que te hiciera aún más feliz lo haría pero créeme que de Jeongin, ya lo está haciendo... Yo tengo cosas que hacer hermano pero podemos ponernos al día, un fin de semana ¿Bien?

Esta parte de hermandad de parte de Sana realmente me ponía muy sentimental, había un porque en específico, el cual era que desde pequeños nunca tuvimos una relación de hermanos saludable por así decirlo, siempre no la pasamos peleando a cada rato. Durante el tiempo en el que Jeongin estuvo desaparecido, él me veía muy mal, no tenía ánimos ni de comer, ni de salir a correr, ni de caminar todo el tiempo estaba acostado durmiendo o viendo la TV, fue la única persona que se preocupa por mí aparte de Chan, ambos bajo engaños me llevaron una clínica de rehabilitación emocional, donde creo que tuve el valor para volver a hacer las cosas que hacía diariamente, o por lo menos intentar hacerlas, mis interacciones con las personas bajaron, pero con mi hermana subieron empezamos a tener algo más de confianza de lo que teníamos antes.

-Nos vemos un fin de semana, de todos modos nos vemos en el trabajo todos los días... Pero te veo el fin de semana. - hice esa seña de disparó tierna, con la cual alzaba los hombros un poco y cerraba un ojo en un giño.

Giño, giño, giño.

-Te veo luego.

El salió de la oficina dejando me nuevamente sólo, bueno tampoco tan sólo porque en ese momento me llegó un mensaje de Jeongin, el cual fue un corto "te llamaré" la pantalla de mi móvil se iluminó dejándome ver su nombré en el. Estoy cien por ciento seguro de que cada vez que él me llama o me manda mensaje una sonrisa estúpida parecer mi cara.

-Hola guapo... -Hable primero yo.

-Hola señor iluso, quería informarle que he leído cuatro cartas, tomaré su palabra de ir al rio Han juntos.