Jeno corría mientras sentía el corazón en la mano, definitivamente había sido un encuentro inesperado y sorpresivo, pero lo que más le había gustado había sido que Jaemin lucía tan sorprendido como él y tan hermoso como lo recordaba.
Porque aunque seguía teniendo la misma esencia tímida en el fondo, había madurado, lo suficiente como para darse cuenta de que la mirada del rubio había removido algunas cosas dentro de él.
— Yeeun ¿Qué paso? ― pregunto apenas vio a la chica sentada en una de las mesas ―
— Jeno ah ― la chica suspiro derrotada ― Lamento pedirte esto, pero tengo un montón de cajas que juro creí que podría subir ¿Podrías ayudarme? ―
— Por supuesto ―
Conocía a Yeeun desde unos cuatro años atrás cuando ambos eran nuevos estudiantes de secundaria y dado que solían ser bastante tímidos habían congeniado casi de inmediato, lo único malo es que la mayoría de las personas creían que entre ellos dos había algo más, cosa que los dos tenían totalmente claro que no era así.
La chica estaba enamorada de un chico que vivía fuera del país y Jeno había sido el primero y único en saberlo, Jeno en cambio había hablado superficialmente sobre su primer amor y salvo ella y Mark el resto desconocía lo que sentía.
Cuando finalmente terminaron Yeeun había comprado unos bocadillos como agradecimiento.
— Yeeun ―
— Mmm ―
— Él esta aquí ―
— Oh ―
La chica coloco la mano en el hombro de Jeno para después sonreírle.
— Siempre que sientas que lo necesitas o te sientes extraño ― hablo ― Llámame y correré en tu auxilio ―
— ¿Qué clase de chico sería si hiciera una cosa así? ―
— Eso hace un buen amigo, me gustaría ayudarte como lo haces conmigo ―
— Gracias ―
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Había ido a comer con Renjun y aun así no podía olvidar su encuentro con Jeno y estaba seguro que difícilmente podría hacerlo.
Cuando llego a su habitación esta se encontraba sola, lo cual agradeció pues necesitaba un poco de paz para pensar en que debería hacer, como debería actuar y sobre todo que debería sentir, porque no podía sentir nada por Jeno, no lo merecía y solo se lastimaría, lastimaría a Jeno y todo saldría mal, una vez había pasado y no pensaba repetirlo.
Después de todo, él podía ser un experto controlando sus emociones y sentimientos, quizás encontrarse con Jeno era una forma de cerrar ese capítulo en su vida, Jeno haría su vida y a él no le importaría.
— ¿Quién es Yeeun? ― murmuro mientras se dejaba caer en la cama ― ¿De verdad le gusta? ― miro hacia la ventana ― No me importa ― cerro los ojos para abrirlos un segundo después ― ¿Estará enamorado de ella? Na no me importa ― volvió a cerrar los ojos ― Pero, no nada ―
Decidió que dormiría un poco para descansar su mente, de todas formas ese día no tenía clases y si las tuviera tampoco les tomaría importancia, porque su mente tenía cosas más importantes en la cabeza.
— Maldición ― gruño poniéndose de pie ― ¿Quién diablos es Yeeun? ―
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La madurez llegaba cuando eras capaz de poder admitir ciertas cosas y Jeno lo tenía muy claro, por ello admitía que quería ver una vez más a Jaemin.
