Esencia de vida

29

Habían pasado 3 días, el pequeño bebé no dejaba de llorar, Akutagawa no había vuelto a casa todavía; temía de alejar al bebé del hospital.

Pues si, allí estaba su pequeño albino, conectado a una intravenosa y un respirador. No había despertado desde aquel día, y eso estaba matando al azabache.

Ese día, Tatsuhiko y Nicolai llevaron a Momo y a Paige al hospital. Entraron a la habitación donde Momo se asomó a la cuna del bebé — ambos duermen muchos — se quejó Momo

— es por que es chiquito — decía Niko

— ¿cómo estás? — preguntó Gogol mientras Tatsuhiko había ido a acariciar el rostro de Atsushi

— estoy bien, solo cansado...

— ¿hay mejoras?

— su cuerpo ya está bien pero parece ser que es él el que no quiere despertar

— tranquilo ¿cómo íbamos a saberlo? — tomó su mano — te traeré un té

— gracias Gogol-San

Gogol salió con Niko y Tatsuhiko se sentó con el azabache — hablé con Fukuzawa

— ¿y que dijo?

— Que... Atsushi dijo algo antes de desmayarse

— Si... llamó a Takeshi... — mencionó mortificado

— fui al orfanato que mencionaste... las trabajadoras dijeron que Atsushi había estado riendo y jugando solo

— ¿Que...?

— también que cuando entró en labor de parto estaba buscando un niño que estaba con el...

El azabache se le había acumulado sus lágrimas — supongo que él lo presintió...

— fue un embarazo difícil pero... ya estaba mejor — tapó su rostro — ya estaba mejor...

— tranquilo... se que despertará

— ¿pero cuando? — se quejó

Tatsuhiko abrazó al azabache

No habían notado a Paige quien miraba el borde de la cama, sonreía y jugaba — ¿Que haces Paige? — le cuestionó su hermana

— Tou

— Tío Toru no está

— Tou, Toru — decía Paige señalando al borde de la cama

— papa — le llamó Momo — Paige quiere ver a tío Toru

— si, lo quiero mucho — menciono limpiando su cara

— ¡Tou, Tou! — decía Paige señalando la orilla de la cama

— no hay nada Paige — decía el azabache mayor

Los mayores siguieron hablando, Momo seguía viendo al bebé. Paige se acercó a la orilla de la cama. Fue acariciada con una cálida mano y Paige sonrió.

Siguió viendo al rededor, miró hacia la cuna de su pequeño hermano — ¡Tou! — volvió a gritar Paige alegre mientras iba a la cuna

— Paige, no grites por favor — pidió el azabache.

Paige fue de la cuna hasta la cama de nuevo, para Tatsuhiko ya no era normal — ¿habían venido las niñas?

— no, es su primer día aquí — dijo el azabache

Gogol regresó con el té y Niko — Niko ayúdame a calmar a Paige, esta por toda la habitación — pidió Momo

— si — respondió Niko