Una historia de amor única

Capitulo 2

Todo empezó cuando yo tenía 16 años, vivía junto con mi familia adoptiva: mi padre, Ken Sakurai, mi madre Akira Sakurai y mi hermana pequeña Hanna Sakurai.

Según me dijo mi padre, me encontraron delante de su casa llorando, con un collar en mi cuello, que de seguro eran de mis padres biológicos. Ese collar que llevo en el cuello es un corazón de oro y en el centro de este aparece mi nombre en mayúscula <<MEI>>, es mi amuleto de la suerte porque aunque mis padres biológicos no estén por lo menos tengo el colgante para saber quién soy. 

Me gusta mucho mi vida, aunque lo que no me gusta es ir al colegio, como a todos, aunque siempre lo hago con una sonrisa. Mi cumpleaños es el 8 de agosto, mientras que el de mi hermana es el 7 de agosto, le llevó tres años de diferencia.

Soy una otaku, siempre que puedo, en clase o en casa, estoy leyendo un manga o viendo anime, aunque a veces lo hago en clase sin que la profesora se entere. Mi anime favorito es Kuroko no basket y mi género favorito la fantasía, y gracias a este anime, he empezado a practicar baloncesto junto con mis mejores amigas, Mina y Misaki.

Aunque soy bastante mala en baloncesto porque como mido solo 1,55, cuando intentó tirar un triple no llega al aro, ni siquiera  lo toca, aunque por lo menos no soy la única, tanto Mina como Misaki también son muy malas haciendo baloncesto, pero nos divertimos mucho y eso es lo que cuenta. 

Mi vida es como la de una alumna normal y corriente de preparatoria. 

Hoy, lunes, me levanto como todos los días para ir a la escuela. Por el camino, me encuentro con mis mejores amigas, Mina y Misaki y hablamos de anime, porque tanto Mina como Misaki son otakus como yo y les gusta el anime y el manga, aunque ellas les guste distintos tipos de anime, a las tres nos gusta Kuroko no basket, por eso es que empezamos a practicar baloncesto. Cuando llegamos al colegio cada una se va a su clase y quedamos a la hora del almuerzo para hablar.

Al llegar a clase me siento en mi sitio habitual, al final de la clase al lado de la ventana, porque ahí es más difícil que me pille el profesor si veo anime o leo manga. 

Empiezan las clases y cada alumno se sienta en su sitio mientras que el profesor de la materia que nos toca, que es matemáticas, corrige los deberes que nos mandó la semana pasada. Pero antes de empezar a corregir, llega el director y nos dice a todos que ha llegado un nuevo alumno de Estados Unidos y que se va a quedar en nuestra clase. 

Como siempre, la gente empieza a murmurar cosas del nuevo mientras que yo estoy sonriendo como siempre lo hago. Cuando el nuevo alumno entra, lo primero en lo que me fijo son en sus ojos rojos como la sangre. El chico se entera que le estoy mirando mucho y entonces me mira.

Cuando nuestros ojos se encuentran no puedo evitar que me salga un pequeño rubor en las mejillas y noté como a él se le cambió la cara a una de odio. No sabía porqué ese pero no le di importancia.
Entonces, el chico apartó sus ojos de los míos y se presentó a toda la clase, mientras que las chicas murmuran lo guapo que es. 
???:Hola, me llamó Lucifer pero todo el mundo me llama Fer, tengo 16 años y vengo de Estados Unidos. Espero llevarme bien con todos.

Fer era alto, con el pelo oscuro y los ojos rojos, y tenía una sonrisa en el que se le notaban todos los dientes. Según acabar de decir eso el profesor le dice que se siente al lado mío, y me llama para que Fer sepa a donde tiene que ir. Cuando se sienta, el profesor empieza la clase de matemáticas, pero empiezo a notar que me están mirando y cuando empiezo a buscar al dueño de esa mirada me doy de cuenta de que es el chico nuevo Fer.

Intento no hacerle caso y centrarme en la clase pero la mirada sigue encima mía y empiezo a ponerme roja de los nervios. El profesor se entera de que estoy roja y me pregunta:
Profesor: ¿Estás bien Mei? Estás muy roja si quieres puedes ir a la enfermería a que te miren.
Yo: No, no hace falta estoy bien. 
Le respondo con una sonrisa mientras escuchaba reírse en voz baja a Fer. Cuando el profesor se pone mirando a la pizarra, le mandó una mirada asesina a Fer y esté me sonríe. Me pongo a ver al profesor y ha apuntar todo lo que pone y dice. 

Llega la hora del almuerzo y me voy con Mina y Misaki y comenzamos a hablar de lo que hemos hecho en clases. 

Mina: ¿Que tal todo chicas?
Misaki: Mal, la semana que viene tengo examen de inglés y no entiendo nada. Mei, ¿podrías explicarme inglés cuando acabe el colegio, por favor?.
Yo: Claro que sí, para eso estamos las amigas.
Misaki: Gracias Mei, te quiero, por cierto, ¿ es verdad que a vuestra clase ha llegado un nuevo alumno?
Mina: Eso, eso cuentanos como es.
Yo: Bueno, pues si ha venido un nuevo alumno de Estados Unidos a nuestra clase llamado Fer.
Misaki: Vaya, de Estados Unidos, seguro que es muy bueno en inglés.
Yo: Cualquiera es mejor que tú en inglés.
Misaki: Que mala eres Mei.
Dice haciendo un puchero.
Mina: Vale, vale, dejemos lo mala que es Misaki en inglés para centrarnos en el chico nuevo, por cierto, ¿como se puede llamar Fer?
Yo: Su nombre verdadero es Lucifer pero le gusta que le llamen Fer. 
Mina: Que nombre más bonito, seguro que está bueno.
Yo: Mina, por favor, deja tus perversidades a un lado, que pronto acabará el almuerzo.

Efectivamente, sonó la campana indicando las siguientes horas de clases, y nosotras no fuimos dentro, pero antes nos separamos para irnos cada una a nuestra clase correspondiente, vimos a un grupo de chicas rodeando a Fer. Tanto Mina como Misaki, se quedaron con las bocas abiertas al ver a Fer.

Yo: Chicas cerrar las bocas que si no os van a entrar moscas.
Mina: Pero, es imposible no abrir la boca, está como un tren.
Misaki: No soy una pervertida como Mina, pero esta vez estoy de acuerdo con ella. 
Yo: Vale, lo que vosotras digáis. Bueno, chicas me voy a clase que no quiero llegar tarde y vosotras también deberíais de ir llendo.
Mina: Tienes razón, además, mañana seguirá aquí así que podremos seguir viéndolo.
Misaki: Es verdad.
Yo: Bueno, pues cuando acaben las clases volvemos juntas a casa, vale chicas.
Mina y Misaki: Pues claro.
Todas: Adios.