Dolci vacanze in Italia - Wosani

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Narra Valentín



El micro se frenó frente al coliseo romano, esa gran estructura hecha de piedra de la antigua Roma. La verdad es que no me emocionaba tanto estar acá, pero mi hermano y mi vieja parecían fascinados. El guía contaba con emoción cada dato histórico "relevante" de esta gran estructura, la verdad es que me arrepentía de pagarle, quería disfrutar del día y no aburrirme como lo venía haciendo estos últimos dos días, se suponía que eran vacaciones. Cuando el relato eterno terminó volvimos al micro para ir rumbo al centro, era hora de almorzar y mi panza lo sabía, decidí recorrer un poco los restoranes que había en el lugar antes de decidirme por uno. Me llamó mucho la atención uno que tenía unas mesas en el frente de la fachada, "Don Luis" se llamaba. Entré en el local y me formé detrás de un chico que estaba hablando por teléfono. Tenía el pelo platinado, su estatura era bastante más baja que la mía y su piel estaba bronceada.

-Si Mamma- lo escuché decir-. Está bien, hablamos en la noche. Te quiero- colgó. Se acercó al mostrador cuando fue su turno para pedir-. Buon pomeriggio Luis, dammi una pizza con mozzarella per favore- su pronunciación era perfecta.

-Buon pomeriggio Daniel, hai già il tuo ordine- me sentía un boludo por no haber tomado las clases de italiano con mi hermano. El hombre detrás del mostrador me miró-. Signore, cosa vuole ordinare?- mierda.

Estaba muy confundido, no sabía qué me estaba preguntando. El chico delante mío se volteó en mi dirección, llevaba una hermosa sonrisa en sus labios que dejaba ver sus perfectos y blancos dientes, pareció divertirse cuando vió mi cara de confusión. Relamió sus labios, mordiéndolos un poco en el medio, para después decirme una palabras a las cuales no les presté atención, su acción me había distraído.

-¿Qué?- dije atontado.

-Quiere saber que vas a pedir- me tradujo.

-Una pizza- lo escuché reír y sentí que mi corazón se paralizó un instante.

-Eso es obvio, pero ¿De qué?

-De mozzarella- intenté imitarlo.

-Dami un'altra pizza con mozzarella- le habló al encargado.

-Bene- dijo el hombre-, le due pizza costano quattordici euro.

-¿Tenes siete euros?- me preguntó el chico. Busqué en mi bolsillo y le entregué diez euros-. Ecco qui- pagó las pizzas y me dió los tres euros de vuelto- ¿Cómo te llamas?- me sacó charla mientras esperábamos nuestras órdenes.

-Me llamo Valentín- le extendí la mano- ¿Vos?

-Daniel- dijo sonriente aceptando mi mano- ¿De vacaciones?

-¿Se nota mucho?- pregunté.

-Apenas- bromeó. me reí junto a él.

-Mi vieja me dijo que tomara clases de italiano, pero no le di bola- resqué mi nuca.

-Te puedo enseñar- se ofreció-. Bueno, solo si vos querés- dijo un poco nervioso- ¿Te quedás por mucho tiempo más?

-En realidad me quedo hasta la próxima semana- por alguna razón su sonrisa se tornó triste-. Aunque me aburro mucho con el guía, nos muestra cosas que realmente no me interesan- agregué.

-Podría ser tu guía- dijo él volviéndome a mostrar una hermosa sonrisa-. Si tenes ganas de conocer la ciudad y un poco de historia- asentí mientras mordía mi labio.

Antes de que pueda volver a responderle nos llamaron por nuestras órdenes, agarré mi caja y seguí a Daniel fuera del local. En la puerta estaban mi hermano y mi vieja hablando animadamente, el guía comenzaba a juntar a todos los turistas para seguir con el recorrido. Cuando me vió, mi hermano, se acercó y sin pedir permiso levantó la tapa de la caja y sacó una porción para él.

One Shots - FreestylersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora