𝑻𝒂𝒍𝒌

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Y una noche más, se encontraba recostado en su cama mirando al techo como si fuera lo más interesante del mundo.

Pensaba en qué y cómo decirle a su padre, pues aunque aún no quería confrontarlo, necesitaba prepararse y mentalizarse de que no podía perdonarlo con sólo unas disculpas, necesitaba encontrar la forma de que Jack le demuestre que se arrepiente..

..Si se arrepiente.

Esto lo hizo pensar, ¿y si realmente ya da igual? ¿y si su padre está mejor con él lejos? ¿y si realmente eso era lo que quería conseguir?

Le daba miedo la respuesta a esas preguntas.

Pero claro, la realidad era otra. Otra muy distinta. Porque Jack, luego de dos semanas en ausencia de su niño, estaba que no podía con su vida.

Se sentía culpable, y con razón. Ya no sabía que hacer para convencerlo de hablar y resolver las cosas, y su principal problema era que, literalmente, había perdido comunicación con Gustabo.

No atendía sus llamadas, había bloqueado su número, y no sabía cómo, logró hacer que sus horarios de trabajo no concordaran. Esto último le preocupaba, pues a información como sus horarios sólo podían acceder y cambiar él y sus comisarios, lo cual significaba que tenía el apoyo de uno o más de estos.

Descartó rápidamente a Ivanov, pues a pesar de llevarse bien, su cercanía no llegaba a tal punto.

Volkov fue el siguiente en ser descartado, principalmente por la lealtad y respeto que le tenía a Conway; no era capaz de ocultar algo así.

Pero Greco era un tema distinto. Estaba claro que si un comisario estaba escondiendo a su hijo, era él.

A veces no quería creer que era real; no quería creer que su hijo podía llegar a enamorarse de alguien y cambiarlo a él por esa persona, era una imagen mental que intentaba evitar por su propia salud, pero a veces le era imposible.

Aún lidiaba con las constantes preguntas de Horacio, quien también parecía afectado por la ausencia de su hermano. Ellos, a pesar de toda esta situación, eran muy unidos. Y es que aunque no se parecían en nada, se complementaban a la perfección.

De hecho, aunque el de cresta lo mantuviera en secreto, él si tenía contacto con Gus.

Hablaban todas las noches, sin falta, y aunque el rubio no parecía siquiera querer pensar en regresar a casa, su hermano no se rendía, y continuaba pidiéndole que lo pensara.

Era difícil para los tres, y ninguno se sentía bien en lo absoluto, pero aún así, también sabían que esa situación era todo menos normal, o buena, y lógicamente era dañino para todos.

Por eso mismo Gustabo sabía que debía empezar a considerar la idea de hablar y confrontar a su padre, ya no sólo por él mismo, sino también por su hermano y, llendo al caso, por su papá.

Se volteó sobre la cama y miró su celular, que se cargaba lentamente en la mesita de noche justo frente suyo.

Lo tomó entre sus manos mientras se incorporaba, apoyándose sobre la cabecera de la cama. Miraba la pantalla mientras se encendía dejando ver aquel fondo en la pantalla de bloqueo, una tierna foto de Greco y él hacía un año, con un filtro de Snapchat que les ponía orejas de gato, y al introducir el patrón, que siguiente foto era con su hermano y su padre, esta sin filtros.

Recordaba el día que la tomó: habían ido después de mucho tiempo al parque, y habían hecho de todo. Comieron helado, corrieron, tiraron a Jack al suelo manchando su traje, se llevaron un par de hostias con una rama; el mejor día de su vida en años.

Entró a su WhatsApp y suspiró antes de desbloquear el contacto agendado con un simple "Papá" y escribir algo simple, pero que aún así le costó decir.

"Mañana, fuera de comisaría, a las seis, salgo a esa hora de servicio"

𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐈𝐒𝐌𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora