¿Recuerdas cómo era quedarte dormido cuando eras pequeño? ¿Cómo empezaban a pesar tus párpados y se te hacía casi imposible mantener lo ojos abiertos?
Pero de repente una pequeña parte activa en tu consciente recordaba que tenías que ir a una misión secreta en el jardín o que habías dejado tu juguete favorito demasiado tiempo solo.
Entonces ponías de todas tus fuerzas para mantenerte despierto e ir por lo que querías. Aunque tu cabeza pesara, intentabas mantenerla y escuchar todos los pensamientos que de repente corrían sin sentido.Sin embargo el cansancio era tan grande que terminabas cediendo y poco a poco empezabas a sentir los ruidos y luces desvanecerse. Todo parecía calmo y tranquilo.
Era entonces cuando sabías que el sueño profundo te había consumido y ya no había manera de volver atrás.
Sin embargo todo sueño llega a su fin y por más que roguemos por cinco minutos más en las sábanas calientes, debemos despertar y volver al mundo de ruidos y luces brillantes.
Enamorarse de él era como quedarte dormido. Tranquilo, pacífico, arrasador, inevitable.
ESTÁS LEYENDO
El Verano De 1967
Teen FictionLa vida de Dante era tranquila en el pequeño pueblo de Italia. Aunque no era feliz, todo parecía perfectamente acomodado. Todo cambiará el día en el que un joven español llega para pasar el verano. Todo aquello que Dante creía muerto se revivirá más...