BOE | COMPLETA ✔️

Capítulo 26

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※ LYN ※

Quiero estirarme, pero no puedo.

Estoy envuelta por unos brazos y una pierna encima de las mías que me impide el movimiento.

Volteo la cabeza hacia atrás, encontrándome con la maraña de pelos de Angros.

Tiene los ojos cerrados y la boca un poco entreabierta.

Observo sus pestañas, su nariz y sigo hasta llegar a sus labios y barbilla.

<< Está profundamente dormido >>

Que buena vista para iniciar el día.

Tomo su mano y la levanto. Hago a un lado su pie, siendo precavida de no levantarlo y salgo de la cama sin hacer ruido.

Lo observo un rato más antes de dirigirme a la puerta.

Tengo sed.

Al salir lo primero que veo en la cocina es a una chica de espaldas... Chica que conozco bastante bien.

Siente mi presencia porque se voltea enseguida.

― ¿Qué haces aquí?

¿Dónde quedaron las formalidades? En la basura, supongo.

― ¿Tú qué haces aquí? ― Detalla mi vestimenta.

No pasó nada con Angros anoche. Solamente dormimos, así que sigo con la camiseta puesta.

― Vivo aquí o bueno... Vivía hasta hoy.

― ¿Te vas? ― Tomo asiento en el taburete.

― Si ― No parece muy contenta ― Ya es momento.

― Entiendo ― Siento una felicidad interna inexplicable.

― Ustedes... ― Señala con el mentón la puerta de la habitación ― ¿Volvieron?

― Nunca estuvimos juntos, Betsy.

― No es necesario que estén juntos para darse cuenta de que algo sucede.

― Para mí no sucede nada.

― ¿Y para él?

― Para mí tampoco ― Escucho su voz detrás mío.

Se sienta en el taburete que está a mi lado.

Apoya un codo sobre el mesón y me mira a los ojos.

― Buenos días ― Dice Betsy, intentando llamar su atención y lo consigue porque deja de verme para fijarse en ella.

― Hola ― Sonríe sin mostrar los dientes ― Por cierto, ¿Dónde estabas anoche?

Se tensa un poco, pero responde rápido.

― En el refugio.

― ¿Te viste con Beth? ― Niega.

― Eran demasiadas personas. Cuando nos dejaron salir preferí irme a mi departamento y bueno... Solo vine a recoger mis cosas.

― ¿Necesitas ayuda?

― Estoy bien, gracias ― Sonríe, viéndolo a él ― ¿Ustedes que hicieron? ― Me mira un segundo.

― Lo mismo que tú ― Me adelanto en responder.

― ¿Tienen idea de lo que pasó?

― No ― Responde Angros.

― ¿El presidente no te ha dicho nada? ― Me mira.

― No.

«Entre menos involucrados haya mucho mejor» ― Recuerdo las palabras de Angros.