Capítulo 3

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Harry siempre había sido un chico guapo, pero en los últimos años se había centrado mucho más en su imagen. Se notaba y se sabía que iba al gimnasio, eso era innegable. Llevaba siempre el pelo alborotado, un poco largo y muy a mi pesar, cada año con menos rizos. Además, por fin, después de toda su vida esperando, parecía que le salía barba, aunque se afeitaba. Y bueno, no solo estaba fuerte, sino que, al menos antes, era una persona maravillosa. Ese amigo con el que siempre podías contar, hacer tonterías y que jamás iba a juzgarte. Eso sí, hasta empezar la universidad.

- Tú fuiste –Paré y me corregí a mí misma. –Tú ERES un capullo. Fuiste una muy mala persona dejándome de hablar de la noche a la mañana, sin explicaciones, y luego ignorándome aquí. Sabías que no lo estaba pasando bien por haber perdido a mi padre, y que a ti te pasara lo mismo y aun así intentases apartarme de tu vida fue, despreciable. –Paré un momento a coger aire. –Oh, y ¿sabes que más es despreciable? En lo que te has convertido. –Asentí con la cabeza poniendo morritos y dándole unos toquecitos (que a mí me parecieron fuertes) en el pecho mientras iba hablando. –Un capullo que solo quiere sexo fácil y usa a las chicas, seguramente usa también a sus amigos y que ha perdido toda la personalidad que tenía. Te has convertido en una mala persona Harry. –Me aparté porque la conversación y ver toda la situación empezaba a apenarme bastante. –Te has perdido, y das pena. Da pena como te comportas, y da pena cómo hablas, y todo de ti da pena. –Agité las manos en el aire porque no sabía qué más decir.

En mi cabeza había muchas más cosas que decirle, muchas más cosas que recriminarle, pero supongo que, por culpa del alcohol, eso es lo que me salió.

- Da asco lo borracha que vas. –Fue lo único que dijo, frunciendo el ceño y descruzando los brazos, y se fue.

Y así era él, le importaba una mierda todo lo que le dijeras. Aunque para mí fue muy importante y pensaba que iba a desahogarme, a sentirme mejor, no fue así. Pensaba que él respondería diferente. "Pensibi qui il rispindiria difirinti" me repetí en mi cabeza. Que estúpida. Aquel Harry desapareció hace mucho tiempo. Esta es la respuesta de éste Harry. El Harry de verdad.

A la que me giré me encontré a Cristina atónita mirándome, con la boca abierta y un cubata en cada mano.

- Qué. Has. Hecho. –Me dijo, parecía furiosa. –Tía. ¿Qué has hecho? –Me gritó. -¿Has perdido la cabeza? –Te dijimos EXPRESAMENTE que no le hablases con él. Olvídalo, porque no quiero que te vuelvas a poner como cuando te conocí. ¡Te dejó fatal!

Iba a abrir la boca para excusarme, pero siguió.

- Olvídalo, olvidémoslo. Esto no ha pasado. Ya está, ¿te has desahogado? Pues bien, a seguir con nuestras vidas y con la fiesta. Se acabó. C'est fini. Es un capullo y tú te vas a enrollar con un amigo de Pablo para centrarte en otra cosa. –Me sonrió picarona.

- No quiero. –Le hice un puchero y al hablar se dio cuenta de lo borracha que iba a lo que solo se rio.

- Vale, pues mejor te acompaño a casa porque veo que necesitas descansar.

No sabía ni qué hora era, pero me daba igual. En ese momento todo me daba igual. Y no entendía por qué Cris pensaba que no iba a olvidar lo que le dije a Harry. ¿Obvio iba a olvidarlo? A mi Harry no me importaba nada. Solo... solo quería decirle lo que pensaba para poder seguir con la conciencia tranquila durante todo el curso. Reto conseguido. Sonreí para mis adentros.

A la que me di cuenta, un rayo de sol cegador me estaba despertando. Gruñí. Dios... que dolor de cabeza. ¡qué mal todo! No me acuerdo ni de cómo llegué a casa, si me acompañó Cris, Pablo... ¿A Pablo lo volví a ver? Me froté los ojos y me di la vuelta en la cama tapándome la cara con la manta. Hacía mucho, mucho tiempo que no tenía resaca. Y que mal me encontraba. Todo me daba vueltas y sólo quería volverme a dormir, lo que iba a ser imposible porque yo sabía que jamás podía dormir hasta tarde por la mañana.

Innegable (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora