El teniente Jack Conway no era conocido por su paciencia, sin embargo cuando se trataba de hacer vigilancia, podía ser bastante paciente. A su lado en el vehículo, su compañero miraba el edificio en el cual les indicaron que fue visto un androide acusado de atacar a sus dueños y huir.
Afuera hacía frío, la nieve había cubierto todo de blanco, aún así bajo un poco la ventanilla y encendió un cigarrillo.
—¿Sabe qué el tabaco es la tercera causa de muerte en el país? —Dijo Volkov, como siempre tan oportuno con sus comentarios.
—Ahora lo sé. —Gruño el teniente exhalando el humo contra el perfecto rostro del androide, como si eso lo fuera a molestar.
—No debería fumar tanto. —Siguió el contrario sin inmutarse. —A su edad y teniendo en cuenta su falta de actividad física...
Conway no podía más que gruñir, apretando el volante con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos.
—Fumar podría causarle problemas respiratorios en...
—¡Cómeme la polla, puto anormal! No necesito que un gilipollas como tú...
—Como diga, teniente...
Volkov se movió tan rápido que Conway no tuvo oportunidad de reaccionar. Un momento estaba quieto en su lugar y al siguiente estaba inclinado sobre su regazo con su erección en la boca. Cuando él teniente fue consciente de lo que estaba pasando tenía los ojos en blanco y el corazón a punto de sufrir un infarto dentro de su pecho.
—¿Q - qué... cojones...? —Intento hablar, pero parecía haber perdido la capacidad del habla, junto a muchas otras.
Los ojos azules, muy azules de Volkov lo miraron desde abajo. Su mano pálida, de piel suave y cálida rodeaba en un puño la base de su erección. Sus labios, esos malditos labios tan besables se amoldaban a la perfección a la anchura de su miembro que parecía a punto de reventar. ¿Cómo cojones terminaron en esa situación?
No lo sabía. ¿Le importaba? Ni un poco.
—¡Más rápido! —Ordenó enredando los dedos en el cabello plateado del contrario, no para apurarlo, sino para tener un punto de apoyo. Dejó caer la cabeza hacia atrás y gimió con placer.
Volkov era... joder. Ni siquiera podía pensar en las palabras adecuadas para describirlo. Su boca era caliente, húmeda, su garganta profunda, y su lengua, su lengua era un maldito demonio que lo estaba llevando al mismo infierno con la forma en la que se movía por su erección sin pausa, haciéndolo rodar los ojos por el placer.
Sus caderas comenzaron a moverse solas, buscando follarle la boca a Volkov, deslizándose contra esa jodida lengua que quemaba su sensible piel. Su mano libre se aferró al asiento del vehículo y los músculos de su abdomen se tensaron hasta doler. Estaba a punto, un poco más...
—Volkov...—Volkov... —Susurró el teniente Conway al despertar en su cama, en su casa, empapado de sudor y dolorosamente empalmado. —¿Qué cojones? —Se preguntó. Su voz temblorosa, de hecho todo él temblaba ligeramente.
Se incorporó un poco, cogió un cigarrillo y lo encendió dando una honda calada. El humo se deslizó por su garganta, llego a los pulmones y fue expulsado por la nariz. "Fumar tanto podría causarle problemas respiratorios..." las palabras del androide se repitieron en su cabeza y las imágenes de lo que pasó después las acompañaron. Conway sintió un fuerte escalofrío recorrer su espalda, más que nada porque una parte de él estaba deseando que no hubiera sido solo un sueño.
No, un sueño no, ¡una puta pesadilla!
—¡Puto gilipollas! ¿Qué cojones sabrá él de mi condición física? —Masculló el teniente, fumando tranquilamente, mirándose en el reflejo del espejo de camino al cuarto de baño. —¿Y cómo mierda sabe la edad que tengo? ¡Tampoco soy un puto viejo, coño! —Siguió refunfuñando mientras se daba una ducha, se vestía y alistaba para irse a trabajar.
Una hora más tarde, un impaciente teniente Conway tamborileaba los dedos sobre su escritorio, su vista estaba fija en la mesa frente a la suya en la cual debería estar su compañero. ¿No se suponía que los androides eran puntuales? ¿Dónde coño estaba?
Media hora más paso, Conway estaba a punto de levantarse de su asiento para ir a presentar una queja contra el puto androide por llegar tarde al trabajo cuando lo vio pasar por la puerta principal. Furioso salto de su asiento y en un par de zancadas estaba frente a Volkov. Abrió la boca para gritarle un par de palabrotas, sin embargo no llegó a emitir sonido alguno. Volkov lucía tan... destrozado. ¿Cómo un androide podía tener esa expresión tan devastadora?
—¿A ti que coño te pasa? —Cuestionó intentando sonar indiferente.
—El D-9018... me ordenaron escanear su memoria... antes de... lo que ese hombre le hizo...
Conway no era imbecil, muchos años llevaba ya en al policía como para poder imaginar lo que Volkov vio en la memoria del androide.
Sin decir nada lo tomó del brazo y tiro de él para salir de la comisaría y dirigirse al estacionamiento donde lo hizo subir a su vehículo del lado del pasajero. Se subió al lado contrario y encendió el motor para conducir hasta una zona bastante alejada de la ciudad donde le gustaba ir cuando la vida le resultaba demasiado.
—Lo que hayas visto, ¿puedes borrarlo? —Cuestionó al llegar.
Volkov negó, bajo del auto y caminó hasta la orilla del acantilado. Era un androide, Jack se lo recordaba a sí mismo constantemente, sin embargo al verlo ahí, con la luz del sol de la tarde dándole en la cara y esa expresión de tristeza, parecía tan humano, incluso más que la mayoría.
—Mi software tiene fallos también, como el de los robots que atacaron a sus dueños. —Lo escucho decir luego de un rato en el que permanecieron en silencio pues Conway no sabia que decir. —Porque tengo pensamientos sobre hacerle a ese hombre, lo mismo que él le hizo a su androide.
Jack esbozó una media sonrisa, encendió un cigarrillo y cerró los ojos por unos segundos, mirando el océano y su infinidad. —No es muy listo de tu parte admitir eso frente a un policía. —El teniente se acercó un poco más a Volkov, tocando apenas su hombro con el propio. —Pero tranquilo, tu secreto está a salvo conmigo. —Agregó guardando silencio una vez más porque algunas veces las palabras sobraban.
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I DON'T HAVE A HEART
FanfictionAU - VOLKWAY Dónde Volkov es un andriode enviado a la policía para detener la ola de ataques a humanos por parte de sus congéneres. Basado en los personajes de spainrp; Jack Conway y Viktor Volkov, ambientado en el juego Detroit Become Human. Imagen...