Honey bun || YM

#3

Hoy era un día muy especial y no solo porque Mimi tenía acceso total a la tarjeta de Yoongi, no señor, hoy era un gran día. Al ser 22 de octubre, ambos estaban celebrando su aniversario número diez de novios, porque sí, ellos llevaban diez años de estar tan juntos y enamorados como la primera vez que cruzaron miradas.

La media tarde caería pronto y Mimi estaba visitando las tiendas departamentales del lugar sin prisa, admiraba todos los escaparates llenos de bonita ropa, lástima que gracias a su pancita llena no cabería ni la mitad...

Eso lo puso un poco triste, pues quería buscar bonita ropa para usar y que su novio le recordara que era la cosita más linda que sus ojos hayan podido encontrar en el mundo entero, sus mejillas se sonrosaron de solo pensarlo y se detuvo inconsientemente frente a una tienda.

"Sexy in lingerie"

¿Era nueva acaso? Por pura curiosidad decidió investigar, total... Las afueras parecían ser muy modernas, con aquellas luces neón rosas adornando la puerta cualquiera se acercaría, al verse dentro fue recibido por una jovencita de casi su tamaño, muy amable y con unos ojitos casi como dos líneas curvas. Al parecer era de rasgos asiáticos, saludó cordialmente y seguía sus pasos a una distancia, pues era su trabajo acompañar y aconsejar a los compradores.

— Buenas tardes, ¿Busca algo en especial?

— No, no... De hecho, entré por curiosidad...

Musitó algo apenado al ver la tienda por dentro, ¿Cómo había terminado en una sex shop? Sus mejillas estaban rojas de tan solo ver todas las cosas que vendían ahí...

— Oh, no te sientas avergonzado...

— Es totalmente normal, tranquilo..

— Si algo llama tu atención, solo basta con llamarme, ¿Si?

Asintió suavemente y siguió caminando por ahí, con intenciones de salir rápidamente...

Eso hasta que pasó por la parte de los disfraces, no supo en que momento su vista se enganchó con una lencería blanca con medias de encaje y unas preciosas cintas elásticas alrededor de la cintura, definivamente el maniquí lo hacía lucir precioso... Con esas curvas...y luego se sintió mal de tan solo saber que no tenía esa figura...

La joven pareció divisar a lo lejos esto y se acercó con cautela hacia él.

— ¿Le gusta la lencería? Es muy linda, ¿Cierto?

— A-ah.. sí, muy bonita, pero no creo que sea para mi ..

— Eso realmente no lo sabes, muchas personas se sienten mal al usarlas por diferentes motivos, lo cual no debería ser..

— Es solo que... — hizo una pausa — no siento que vaya a quedarme como al maniquí, y tal vez me vea ridículo...

— ¿Le gusta? ¿No es así?

— Pues s-

— Entonces cómprela

— ¿Y si no me queda?

— ¿Acaso cree que tenemos solo en esa talla? Para nada, la lencería hace que uno se sienta bonito, incluso si no la usas para alguien...

— Sirve para remarcar la belleza que tenemos escondida, me refiero a la empoderación de uno mismo

— Si le gusta, cómprela. Es mi consejo

Tal vez muy buena para vender o decía la verdad, de no intentarlo, nunca lo sabría. Fue así que terminó endulzado con la charla de la joven y terminó yendo con ella a buscar una talla que pudiera entrarle en su gordito cuerpo. Una talla L fue la elegida, pues al sacarla supo que le quedaría como habría de quedarle, después de todo la lencería debía ajustar un poco...