El guardia de la casilla

12 1 4
                                    

Gein: esto  es demasiado estrecho ( se quejo mientras se seguía arrastrando entre los conductos de aire)

La chica  se arrastraba por las ventilas con incomodidad, aunque  tenía espacio para moverse le parecía algo molesto el no poder moverse con la suficiente libertad, seguía las indicaciones de su sargento al pie de la letra, ya estaba en el último tramo para encontrar la casilla del guardia al que tenía que eliminar para poder ayudar a sus compañeros.

-Demonios mi lengua! (grito adolorido)

Gein se quedo quieta como estatua al escuchar ese grito por el repentino susto, al tomar aire y  soltarlo con suavidad para no ser descubierta miro a los lados del conducto, por suerte había una rendija de aire en esa parte del conducto, con sumo cuidado se acerco para poder ver quien fue el que pego semejante grito.

Gein fijo sus ojos en la rendija tratando de encontrar a quien había causado el grito, sus ojos vagaron por las rendijas horizontales buscando con dificultad una sombra o algo que le indicara si alguien estaba ahí presente.

-(refrigerador abriéndose) por aquí debe estar el queso-

rápidamente sus ojos se fijaron en la silueta que había causado ese sonido, así sus azulados ojos chocaron con una figura ancha, uniforme grisáceo,  al moverse más logró ver a un hombre un poco subido de peso que traía en su mano un sándwich de queso y jamón, y migas de al parecer un pastelillo en la boca, se limpió la boca y cerró la pequeña nevera del cuarto.

-un café aceptable y un buen sándwich para ver unas cámaras vacías -dijo en tono semi deprimido y cansado- ojalá esto fuera como las películas, acción y disparos para poder ser el héroe -gruño al final por la molestia de su trabajo-.

Gein miro al hombre con una ceja alzada, ella a veces cuando estaba herida anhelaba un trabajo de oficinista para poder evitar morir desangrada y así poder morir nada más de aburrimiento.

La castaña como pudo se acomodó en el conducto y sacó una pequeña navaja Suiza, miro con detalle los tornillos de la ventila para sacar la herramienta correcta, al sacar con un poco de dificultad el destornillador de punta de cruz comenzó a sacarlos con lentitud por el espacio limitado y evitar ser vista, con cuidado trato de sacar los tronillos sueltos, evitando que se callera, pero uno logro caer y causar un ruido en la ventila.

-¿que fue eso? -mira el conducto de aire- este lugar esta plagado de ratas-

Gein sintió como su alma por poco y se escapaba de su boca, si que se asustó al pensar que la habían descubierto. Con cuidado siguió destornillando la tapa de la ventila, toco la rendija y paso sus dedos con cuidado entre las aperturas la sujeto con cuidado, con su mano libre quito el ultimo tornillo, de forma lenta  paso la parte inferior de la rendija para abajo y puso la rendija de forma horizontal y la introdujo en el conducto de aire con cuidado de no hacer ruido.

La castaña miro a el hombre en el cuarto nerviosa, si volteaba seria una catástrofe, activaría la alarma y todos los guardias saldrían a atacar, ella y su equipo serian acorralados. Suspiro nerviosa, no tenia que dejar que su mente divagara en el que puede pasar, arrastro su cuerpo con movimientos lentos hacia atrás con ayuda de sus caderas, al estar un poco mas "cómoda", con ayuda de sus brazos arrastro mas su cuerpo hacia adelante y cuando sus pies ya no sentían una superficie solida, hizo un rápido y lo mas silencioso que pudo, que su cuerpo se balanceara hacia abajo, sus manos aun estaban en la ventila y su cuerpo lo balanceo con rapidez al frente para impulsarse a atacar al hombre frente a ella.

De la nada aquel hombre sintió como algo se aferro a su cuello y lo oprimía con fuerza, por instinto sujeto lo que le dificultaba el poder respirar, tratando de forma torpe quitarlo, la silla cayo en cuestión de segundos por el peso extra del extraño que sujetaba su cuerpo. Con los ojos algo nublados trato de encontrar algo que pueda salvar su vida, su mano toco su cintura con desesperación buscando frenéticamente el estuche de su cinturón, al por fin alcanzarlo saco la pequeña caja que choco con fuerza en el objeto extraño que no lo dejaba respirar,  haciendo así que lo que oprimía su cuello se soltara ligeramente y con las pocas fuerzas que le quedaban se separo y trato de respirar con fuerza, subió la mirada y logro ver a una mujer con un uniforme distinto al suyo, temblando ligeramente y su cuerpo con pequeños espasmos por el paralizador.

NO  TE CONFÍES DE LAS APARIENCIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora