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Aquellas personas corrían desesperados.
Una guarida tan grande, tan silenciosa... Tan pulcra.
Cuatro pasillos largos, dónde ellos se dividieron para buscarlo.

El capitán del equipo; se mantuvo firme mientras vigilaba el perímetro de afuera, sus ojos se movían esperando ver una señal de su alumno. Nada.

Ratones de tinta se metían dentro de esas 8 habitaciones, a lo largo corrían esos pequeños animales mientras el ninja esperaba alguna información de su amigo.

En otro pasillo un azabache tenía su Sharingan despierto por si alguien salía y lo atacaba. Con cada puerta abierta de aquellas habitaciones se mantenía alerta, en la última solo encontró un pedazo de tela.
-Naruto- susurró apretando aquella tela anaranjada.
El deseaba encontrar a aquel rubio, lo quería de vuelta a su lado. Lo extrañaba.

Tercer pasillo; perros ninja entraban en esas habitaciones, necesitaban buscar más pistas. Al terminar su exploración, regresaban con su invocador para informarle.
-¿Encontraron algo?- los perros negaron y Hatake suspiro frustrado. -¿Dónde estás Naruto?- pregunto al aire, nadie le contestaría.
Nadie sabía que sucedio y aunque lo supiern, estaba seguro que no le dirían.

Las pisadas resonaban en el oído de la pelirosa. Escuchaba incluso las respiraciones de sus compañeros y aquellos suspiros frustrados de no tener información sobre su rubio amigo.

Abría cada puerta, entraba en cada habitación para cerciorarse de buscar bien algo que lo llevara al paradero del Uzumaki.
Cuando llego a la última se detuvo. Su corazón latía desbocado, sentía que se saldría de su pecho. Respiro profundo para abrir la puerta, un exhaló se quedó en el aire al ver la habitación. Un sentimiento de angustia y desesperación la embargo. -¿Porqué?- sollozo un poco para volver a su punto de encuentro con el equipo.
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-¿Alguna pista?- pregunto Yamato, mirando a los muchachos y al jounin

-Nada- respondió Kakashi, abatido

-Solo polvo y telarañas- está vez fue Sai, con su rostro inexpresivo pero también preocupado por su compañero

-Un maldito pedazo de tela de su chamarra- expreso Sasuke, dolido. Todos sabían la relación que tenían el Uchiha y el Uzumaki

Sakura no decía nada, trataba de reprimir sus sollozos. Pero de nada sirvió

-¿Y bien Sakura?- está vez pregunto Hatake. Viendo a su alumna y angustiado por lo que pudo encontrar la ojijade

-Fotos...- apretó sus puños y todos la miraron atonitos.

-¿Fotos?- pregunto Yamato

-Si, fotografías, casi toda la habitación estaba llena de imágenes de Naruto- no pudo aguantar más y se permitió llorar. Sabía que ellos esperaban una explicación más concisa -En esas imágenes, Naruto era observado por alguien más. Incluso cuando dormía, cuando comía. Cuando... Se duchaba.- se sentía impotente por no encontrar al ninja imperactivo.

-¿Quién habrá sido el maldito que se lo llevó?- enfadado, Sasuke hablo. Quería encontrar a aquel ser humano que se atrevió robarse a su pareja.

Se quedaron por unos segundos en silencio. -Es hora de volver a la aldea- hablo abruptamente Yamato, debían obedecer para emprender el viaje de regreso a su hogar y llevar informes a la Hokage. Ellos no eran los únicos que buscaban a Naruto, también los otros equipos darían su informe.

• • • • • • • • • •

En la torre de la aldea de Konoha, una rubia caminaba desesperada.
-¿Dónde estás Naruto?- repetia constantemente, ese niño era casi como su hijo. Estaba demasiado preocupada, tanto, qué de no ser por Shizune; ella abandonaría sus deberes como Hokage.

-Lady Tsunade, debe calmarse y pensar con la cabeza fría- hablo Shizune con un vago intento de calmar a la Sennin.

-Hokage-sama. Los cuatro equipos ya están aquí- entro un ambu avisándole
-Diles que pasen- fue lo único que contesto para volver a su lugar. Todo esto tenía que pasar después del ataque de Pain. Estaba segura que los Akatsuki no fueron, pero si no era la organización... ¿Fue alguien de la aldea?
Shizune tuvo que irrumpir su retahíla de pensamientos para que los equipos procedieran a dar sus informes.

-Comencemos con el equipo Kurenai- mando la hokage

-Na-Naruto-kun no se encontraba en la zona norte, con mi byakugan no logré encontrar su chakra- comentó una peliazul. Se sentía demasiado triste al no encontrar a su amor platónico

-Akamaru y yo buscamos algún olor referente con el paradero de Naruto pero no hubo rastro, al parecer solo fue mínimo por la tormenta que llegó- está vez hablo un chico castaño

-Aún con mis insectos, no lo pude localizar- fueron las únicas palabras de aquel chico

Se escucho un suspiro de la hokage para ver al siguiente equipo -Equipo Guy, su informe-

-Neji aún utilizando su byakugan no pudo localizarlo, pero lo que si es que tanto Rock Lee y Tenten cayeron en una trampa, eran clones de Naruto pero al parecer alguien más los hizo para distraernos- hablo el hombre

-Bien- dio un suspiró -Equipo Asuma- estaba apunto de perder la paciencia aquella rubia

-Bien, que fastidio. En general, no encontramos nada más que la antigua chamarra de Naruto- con excesiva pereza le entrego aquella prenda a la Hokage. Uno de los allí presentes, manteniendo su rostro estoico, no delataba el enfado al ver la chamarra. Su rubio sufriría frío y solo esperaba que aquel interrogatorio terminara para poder ir con su amado.

-Equipo Kakashi- no tenía más información pero lo que diría Kakashi la dejaría atónita.

-No habíamos encontrado nada. Sasuke solo encontró un pedazo de tela de una chamarra anaranjada posiblemente de Naruto, pero Sakura...- el Hatake respiro hondo -Ella encontró en una habitación varias fotografías de mi alumno. Alguien está obsesionado con Naruto y esas fotografías nos dieron la confirmación- la pelirosa entrego unas 6 fotografías de Naruto, no trajo las demás porque Sasuke era capaz de romperlas

-No quiero decir esto pero todos ustedes son sospechosos de la desaparición de Uzumaki Naruto. Empezaremos una investigación exhaustiva para saber que sucedió- ordeno la Senju -Pueden retirarse, gracias- suspiro resignada. Quería encontrar a aquel joven trigueño y verificar que esté sano y salvó.
-Jiraya, tú sabes dónde está ¿No?- sus palabras se las llevaba el aire -Si es así, solo te pido que lo cuides. Por favor- imploro al levantarse y mirar por la ventana, extrañaba demasiado a su amigo. Cuánta falta le hacía.

You are my sunshine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora