——Gracias por traeme —dijo el castaño.

——No te preocupes Joaquín de todas formas debemos empezar a socializar después de todo seremos fami...

——ESTE SEBAS, VETE DE UNA VEZ NO HAGAS ESPERAR A EDITH — dijo el rizado interrumpiendo a su hermano mayor.

——Está bien ya le voy — dijo y sonrió ampliamente.

Ambos entraron al edificio y  sonrieron antes de despedirse.
Y de nuevo ese impulso de querer correr detrás de él castaño y acompañarlo a su aula, apareció. ¿Y si lo hacía? Después de todo ya cruzo aunque sea una palabra con él.
Tomo una bocanada de aire, trago saliva y camino detrás de él castaño.

—¡Emilio! —grita el rubio para detener a el rizado.

—Estoy un poco ocupado, Pol.

—¿Ocupado stormetandote en ir o no ir a hablar con Joaquín?

—Para tu información ayer... Ayer hable con el, bueno solo fue un "hola" pero fue un ¡hola!.

El rubio inclino una ceja y río.

Las clases transcurrieron con total normalidad. La profesora de filosofía quejándose y llorando por que su pareja la dejó plantada en la altar los alumnos condolandola cosa de todos los días.

—Bien, bien. Les dejaré un trabajo en duplas. Yo elegire ¿esta bien?

Todos responden al unísono con un: "si"

—Bien y como últimas parejas seran, Emilio y Joaquín. Ustedes investigarán el siguiente tema. Bueno pueden irse.

El timbre suena y todos salen corriendo. El rizado se queda esperando a el castaño. Su corazón late muy rápido y es qué está emocionado y feliz.

—Joaquín, oye donde haremos el trabajo —dijo rascándose la nuca.

—Te parece en mi casa. Él no a venido lo que significa que no está en... En... Que no está aya...—dijo con la mirada baja.

—¡claro!. Mi hermano no allegado así que si quieres vamos caminando para avanzar.

—claro — dijo con un intento de sonrisa.

-

Soltó un suspiro y resistió las ganas de tomar la mano de él castaño y caminar junto a él como una pareja.
Y llegaron a su casa, casa que en verdad era una prisión, era gris y le faltaba mantenimiento.

—Pasa —dijo en un susurro para luego hacerse a un lado.

El rizado asintió con una sonrisa y entró al "hogar"

Se sentaron en el gran mueble de cuero y empezaron a trabajar. Silencio solo había silencio, el castaño er muy miedoso para hablar y el rizado era muy tímido.

—Hey Joaquín, ¿cres que me podrías emprestar tu baño?

—claro, sube las escaleras ve a la derecha hasta el  esta al fondo — dijo alzando su vista de el libro.

—Gracias— dijo.

Y como si la curiosidad fuera la mejor opción ka tomo. En ves de entrar al baño decidió ingresar al cuarto de el castaño para investigar y poder ayudar.

—¡Oye! ¡Que haces en mi habitación!

—Me perdí —trato de excusarse.

—Vamos a bajo antes que llegue él —dijo desviando la vista.

La puerta principal se escucha azotada. El corazón de él castaño amenaza con salirse de su pecho y su rostro palidece.

—Delasiado tarde. Emilio, escondete por favor —rogó el castaño.

—¿Por qué? No estamos hablando nada de malo

—escondete no quiero que le castigue.

—¿Por qué te castigará Andrés? —dijo el rizado tratando de analizar el comportamiento de el castaño.

—¡Joaquín! ¡Dónde estás!

Sus pasos se oyen por el corredor y finalmente el está afuera de su habitación.

⚠ Advertencia : lenguaje vulgar. ⚠

Abre con brusquedad la puerta y mira con desagrado a el rizado.

—TU QUÉ MIERDA HACES EN MI CASA Y EN LA HABITACIÓN DE MI HIJO

—hijastro—corije el castaño en un susurro.

—¡CALLATE! —habla el hombre y amenaza en abofetearlo.

—un trabajo, una tarea, una tarea demasiado importante —dijo el rizado aguantando el miedo.

—¿y para eso debes de estar en el cuarto de mi niño?. Largate de una maldita vez o te saco a patadas.

—es mejor que te vayas Emilio — dijo en un susurro.

—te veo mañana Joaquín — dijo y salió de la "casa". Paro en seco y su cuerpo tembló y lágrimas salieron de sus ojos cafés cuando escucho un golpe, un ruido y un un llanto proveniente de la "casa".

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora