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Acaricia con sumo cuidado la mejilla de de el menor. Le regala una sonrisa dulce y junta sus manos, las entrelaza y sonríe.

——¿Sientes lo mismo que yo siento por ti? ——dice el rizado.

—¿p-p-por q-q-que la p-pregunta?—— hablo con dificultad .

El sonrió y beso la frente de él castaño. Abrazo a este y aspiro su aroma dulce, tranquilizante, único.
Acaricio los pequeños rizos de este.

——Yo, yo no lo sé. Lo que sí sé es que cuando estas conmigo estoy bien, me siento increíble, me siento protegido—— susurro y escondió su rostro en el cuello de el rizado.

——Pues lo descubriremos juntos ——hablo y se separo del abrazo——Es, es muy tarde creo que ya debemos ir a nuestras casas.

El no dijo nada solo se quedó en silencio y camino lentamente junto a él.

Suspiro con fuerza y pena. Por nada de el mundo quiere dejarlo solo con la persona más desgracia. No, no y no. Siente su mismo dolor y siente ganas de huir junto a él.
Le da un beso en la mejilla y entra a su casa. Ignora a su hermano y cuñada, sube las escaleras y corre hasta su ventana. Traiga saliva con fuerza él no esta en su habitación. Presta atención y escucha el llanto de este ya no lo puede evitar, no  puede evitar las ganas de llorar. El silencio es la cárcel más agobiante en la que puede estar de encerrado el ser humano.

Cuando el llanto de su castañito ya no se escucha piensa lo peor, pero calma cuando por fin ve la luz de su habitación prendida. Fugas fue fugas el tiempo en la que esta tuvo iluminación para luego estar sumergida en la plena y triste oscuridad.

A pasos apresurados camina a su escritora jala la libreta y escribe apresuradamente :

Querido amor

Ámame como a tu almohada
No me sueltes, pierde el control
Soy tu sábana, cubro el frio, madrugada caliente.

Soy tu amor en esta tempestad
Ni el Dios justo e injusto nos
Puede separar.

La piedad se la lleva el viento
Nuestros besos son el reflejo del infierno
Mugres pecados no señalan
Cuando nacen de la imperfección.

Arrópame con tus alas
Eres mi ángel, eres mi ángel.
El infierno te atrapó y te obligó a permanecer junto a él. Pero ten en cuenta mi pequeño ángel la vida sigue y en cualquier segundo saldrás de ello y podrás abrir tus alas y ser libre.

Suspira, dobla la pequeña hoja y la guarda en su maleta. Mañana se la entregaría.

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora