Ángel

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Cae la noche, las estrellas iluminan, la luna redonda alumbra y por un momento sientes que te cuenta una historia. sonrie y vuelve su vista a la hoja de papel para seguir leyendo su escrito.

'' ¿Que veo en tus ojos?  Veo inocencia, veo dulzura, veo amor. Y es que no eres capaz de entender que te amo, te amo, te amo. Quiero ser tu llanto, quiero ser el provocador de tus sonrisas y tus sonrojos, quiero ser tu mitad. Perfección antes de conocerte creía que no existía pero cuando observe tus ojos me enamore y quede atrapado en ti, quedé echizado. Eres perfecto''
Termina de leer y arruga la nariz. Arranca la oja y la hace bolita para luego arrojará al tacho de basura.

Esta en el balcón que justo queda  frente al cuarto el castaño. Se acomoda en el marco de la venta y ciera el pequeño cuaderno.
¿Por cuánto tiempo le escribía poemas? Hace años pero nunca se atrevía a entregárselo

El castaño se asoma por la ventana y el  corazón de él rizado late rápidamente. Sonríe y toma una bocanada de aire, para luego hablar :

—— ¡Hola, Joaquín! —— sonríe y alza la mano en forma de saludo.

— Hola — dice en un susurro casi inaudible.

Cuando esta para volver ha hablar el castaño se aleja y cierra la ventana de su habitación, apaga las luces y luego esa oscuridad que se veía de la casa es acompañada por el sonido de la puerta siendo abierta con fuerza.

El rizado se sorprende y entra cabizbajo a su habitación. Se deja caer en la cama y se  hace  un millón de preguntas : ¿ que pasaba con su vecino? ¿Por qué era así? ¿ Tiene miedo? ¿Pero miedo de qué?.

Estira sus brazos y da un bostezo. Acomoda las sábanas y se tapa con ellas, quedando en un profundo sueño.

Un fuerte llanto lo despierta en la madrugada, su corazón late rápido, muy fuerte siente que este está a poco de salir de su pecho. Se levanta de la cama y camina hasta la ventana. La cortina de él cuarto de el castaño está abierta se puede observar todo.
Abre sus ojos lo más que se pueda y siente escalofríos, siente miedo. Lleva su mano a su boca y derrama lágrimas, demasiadas lágrimas, respira y se aleja de la ventana para luego dejarse caer en la cama y seguir llorando. ¿Entonces eso era lo que le pasaba? ¿ Cómo  no se dio cuenta?.

——no, no, no, no y no. Esto no puede ser verdad. Esto no le puede estar pasando a él castaño. —— respira rápidamente — tengo que ayudarlo, tengo que separarlo de esa bestia — dice en un susurro y aprieta su camisa con fuerza.

Y simplemente era lo más horripilante que pudo haber visto en su vida.

Sus ojeras se dejan ver demasiado fuerte. Baja las escaleras esta con un animo horrible.

—oye vas a desayunar — habla Sebas

—Necesito hablar contigo, necesito que me ayudes en algo.

—Claro hermanito —desordena sus rizos — dime en que te puedo ayudar.

—no, olvidalo, mejor no. Cuando reúna todo y tenga su confianza entonces ahí su necesitaré tu ayuda.

—Estaba ¿bien?. Vamos, te llevare a la escuela de una vez.

Observa a él menor salir de su casa y  caminar despacio hacia el colegio.

—oye Joaquín quieres que te llevemos — dijo sebas abriendo el maletero.

— Joaquín hoy pasó por ti temprano. vamos si quieres te llevo hoy a la escuela — hablo Andrés recargado en el marco de la puerta.

El castaño negó y acepto la propuesta de Sebas.
El rizado sentía el miedo y la desesperación de su castaño. Sentía todo, sentía ganas de abrazar al castaño, curar su alma, limpiar sus lágrimas.

Agrádese y sonríe internamente cuando Sebas hace sentar a Joaquín al costado de él rizado.