Como la primavera que se aleja, como el aleteo de las alas de una mariposa, como cada suspiro robado, como el relog en movimiento paso el tiempo. En cada fijo minuto el tiempo paso a paso con la diferencia de que se formaba una linda amistad o tal vez algo más que forma entre el rizado y el castañito.
Se acerca a su venta y mira detrás de ella. Tal vez tenga la suerte para verlo hoy. Esta extremadamente preocupado hoy el castañito no ha ido al instituto y no se a dejado ver. Ruega para verlo aunque sea un segundo.
No hay nada más difícil que no poder verlo.Su cuarto esta oscuro, no hay rastro de que el este ahí. Suspira con pesadez, toma un mechón de su cabello y lo enrrienda en sus dedos parece estar desesperado.
Se rinde y se acuesta en su cama se tapa con las colcha y cierra los ojos. Se da vueltas en la cama pero no logra obtener el sueño. No estará nada tranquilo sabiendo que algo malo le puede haber pasado al ojimiel.
No lo soporta suelta todo el aire contenido y camina a la venta, a través de ella logra ver al castañito en el patio. Él está sentado en el pasto verde con una casaca y un gorro de lana. No lo piensa más y corre hasta su patio para luego saltar la reja que separa sus patios y ingresa al patio de él.
El castañito se sorprende al verlo.
—¿Emilio que haces aquí? Es tarde—dice el castaño.
—Estaba preocupado por ti, muy preocupado. No has ido al colegio y no te he visto todo el día ¿que ha pasado?.
—Nada —dijo cortante.
El rizado se sentó a su lado y posó su mano cerca a la de Joaquín.
Sus dedos chocan y los dos sonríen.—¿que hora es? —preguntó el ojimiel
—Creo que son las 12 de la noche —responde el rizado. Su mirada posa en el rostro de él castañito.
—Creo que ya es hora de que te vallas. Él se dará cuenta que no estoy en mi habitación y me castigada, y si se da cuenta que estoy en el patio y contigo será peor — dijo.
—¿Mañana iras a la escuela?
—No lo sé — dijo y removió la tierra de él patio con sus zapatos.
—Espero verte mañana.
—yo igual —dijo Joaquín.
Emilio se dio la vuelta y antes de saltar la reja se detuvo. Camino hasta el pequeño y no se contuvo más.
El rizado se abalanzó sobre el y beso sus labios lentamente en un vaivén de dulzura y amor, sus labios juntos eran perfectos y simples como morder una manzana...tan dulce y deliciosa, como el despertar de el paraíso.
El despertador hace eco en toda la habitación y el se despierta con su corazón agitado. Suspira y lleva sus dedos a sus labios, y los a acaricia.
—Fue otro sueño, pero parecía tan real, tan único, tan distinto a los otros sueños — susurra para el.
Levanta las sábanas y de nuevo camina a la ventana para ver su el castañito se mostraba atravez de esta. Pero solo se lleva desilusión al ver que el no aparece.
Su mirada baja y dirije la vista al patio. Él está ahí pero no está solo, Andres está acostado en la perezosa y Joaquín está sentado bajo la sombra de un árbol. Él está con su rostro caído. Desde la vez fueron a Artcallejero y prácticamente robaron a Joaquín no han tenido la oportunidad de volver a salir. Sólo se ven en la escuela, solo pueden estar juntos ahí.
Abre la ventana y saca su mano derecha y la agita como saludo.
—Hey Joaquin —saluda el rizado.Una sonrisa aparece en el rostro de él y saluda de la misma manera.
—hey Emilio —saluda.Su mañana volvió a alegrarse al verlo al confirmar que el esta bien. Bueno mientras el castaño siga bajo el cuidado de una persona tan mierda como lo era su padrastro no estaba nada bien. Y solo era cuestión de un par de meses para acabar con él y rescatar al ojimiel.
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Ángel
FanfictionEl era su ángel, el llegó en un momento en el que sentía que moría, el llegó y lo rescato de los peligros y lo hizo sentirse en paz, el lo rescato de él dolor y de él sufrimiento el era y es y siempre será su Ángel.