Un hombre en un escritorio se mueve incomodo lanzando un profundo suspiro que rompe con el silencio de aquel lugar.Marc Stevens cansado inclina su cabeza hacia atrás recostándose en el espaldar de su silla de oficina. Tiene horas revisando documentos y firmando aquello que necesita de su autorización. Masajea su nuca con su mano derecha y se levanta de su asiento para asercarse a ver por el ventanal la imponente paisaje de la ciudad iluminada en medio de la noche. Son la ocho de la noche y el edificio de su compañía debe estar casi desierto pues la mayoría de los empleados tienen familia esperándoles en casa al final de un largo día de trabajo. Pero el hombre en aquella oficina el CEO no tiene prisa por llegar a casa. No ve la diferencia entre estar en aquella oficina o llegar a su hogar temprano de igual forma está solo,nadie lo espera. Antes buscaba el amor ilusionado con la idea romántica de que una mujer hermosa llegaría y lo cautivaría con su personalidad. Una mujer que lo amaría por ser el no por su dinero. Pero esa idea perdió todo interés después de experimentar lo que verdaderamente puede llegar a hacer un ser humano por dinero,por status, por ser la novia o esposa de un CEO de una gran compañía. Le asqueaba ese tipo de mujer y poco a poco fue olvidando la idea de encontrar el amor y se concentró en lo que era importante,su empresa. Pero en noches como esta la soledad le golpeaba con fuerza y no podia negarlo.
- Basta Marc concéntrate ! Vamos, terminemos con esto y a casa a dormir en mi fría cama...,se anima Marc en voz alta regresando a su trabajo y dejando a tras los pensamientos tristes.
Unos minutos más tarde se abren las puertas de el elevador en el primer piso y Marc se apura a salir pasa junto al mostrador de recepción ya vasío. Continua en dirección a las puertas de salida donde el guardia de seguridad se despide de él dándole las buenas noches. Al salir la brisa fresca de la noche golpea su rostro, se dirige al automóvil negro que lo espera justo frente al edificio. Se adentra en el asiento de cuero negro en la parte de atrás del vehículo . El conductor lo saluda con una leve inclinación de cabeza y arranca el en dirección a la mansión. Salen de la ciudad donde las calles continuan casi tan transitadas como en el día. Se dirigen a un área residencial más tranquila y exclusiva. Mientras Marc revisa su agenda para el día de mañana. Recuerda su reunión con John Calahan y lanza nuevamente un suspiro. El conductor del vehículo le mira desde el espejo retrovisor.
- Cansado Señor?, pregunta con una voz afable.
- Un poco., expresa con voz suave.
- Mañana a las nueve debo reunirme con John Calahan así que pasa a recogerme temprano.
- Si señor. Disculpe mi atrevimiento pero algo le preocupa d esa reunión?
- Si, ese hombre nunca me ha agradado pero necesito resolver ya la deuda que tiene conmigo. Quiero cerrar ya está etapa y no volver a verlo más.
Es tan desagradable, de haber sabido que esto resultaría así jamás hubiese hecho negocios con ese tipo.
- Mañana terminará todo Señor y recordará esto como una experiencia más. Ya verá dentro de poco apenas lo recordará.,comenta Frank el chofer.
Frank es un hombre mayor de unos 60 años y ha sido chofer de Mark desde que el tiene recuerdo. Es un hombre muy amable y más que un empleado lo considera un amigo alguien de su entera confianza. Aún así Frank nunca olvida su lugar cuando se trata de dirigirse a su Jefe. Aunque Mark le ha insistido en muchas ocasiones que le llame por su nombre Frank siempre le dice "usted es el Señor Stevens y yo soy le debo respeto".
Se acercan a unos imponentes portones y comienzan a abrirse para darle paso por un camino que bordea un jardín con una fuente en el centro hasta quedar frente alas puertas de la hermosa mansión de Mark. "Otra noche más que daré vueltas en mi cama sin poder conciliar él sueño con facilidad", piensa para sus adentros Mark mientras baja se su auto y se dirige a la puerta.Al entrar sube las escaleras directamente a su abitación mientras afloja el nudo de su corbata y quita su chaqueta para dirigirse al baño y tomar un buena ducha...
Mientras tanto en la Mansión de los Calahan Jennifer escucha a su padre con lágrimas en los ojos.
- Te he dicho una y otra vez que no me importa lo que hagas con tu vida siempre y cuando no me estorbes. Haz lo que quieras! , grita con fuerza John Calahan mientras la chica baja su cabeza y asiente en silencio. Se levanta suavemente y camina dando la espalda a su padre y saliendo de la sala de estar en la que busco escuchar de su padre palabras cariñosas. Pero que esperaba si siempre ha sido así? Frío, sin sentimientos. Ella nunca ha sido importante para el sino que la considera una carga que le dejó su esposa al morir en el parto. Y he aquí otra razón para odiarla pues la considera la asesina de su propia madre. "Si tan solo hubiera muerto yo y no ella." Pero el hubiera no existe. Llegando a la puerta y sin voltearse con la voz apenas audible y temblorosa termina.
- me marcharé mañana. Mi vuelo sale a las diez de la mañana. ...
-Pues aprovecha las horas que te quedan para que empaques todo y desocupes la habitación la necesito para otras cosas. Y me vendrá muy bien que la desocupes ya. No eres una niña es tiempo que te valgas por ti misma.
Jennifer sale de la sala sin mirar atrás y sube las escaleras dirigiéndose a su habitación donde la esperan las maletas ya preparadas que se burlan de ella silenciosamente diciéndole:"Te lo dije!"
Se lanza sobre la cama y llora desbordando todo su dolor sobre aquella almohada. Mientras la almohada silencia sus sollozos.Luego de un rato llorando limpia sus lagrimas y se levanta de la cama para dirigirse al baño para prepararse para dormir mientras dice para si misma:
-Se acabó Jenny a prepararte para dormir. Mañana comenzará una nueva etapa en tu vida.Sola como siempre haz estado pero una nueva vida.
Esta será una noche muy larga...
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Te esperaba en mi soledad
RomanceUn hombre rico pero solitario. Una chica que lo tiene todo menos el amor de su padre. Su encuentro les cambiará la vida...