Acostumbrandose a los cambios

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La comida resultó algo incomoda aunque se veía realmente suculenta Jenny sentía su estómago cerrado apenas pudo tragar. Al terminar ella se retiró a su habitación en donde encontró sus maletas esperándola. Esto le agradó mucho pues deseaba darse una ducha y ponerse cómoda. Se puso una pijama de pantalón corto y blusa de tirantes y pasó el resto de el día en su habitación meditando todo lo que ocurrió en este día. Temprano en la noche se quedó dormida así que no ceno. Estaba muy cansada después de tantas emociones.A la mañana siguiente despertó muy temprano luego de meditar el día anterior sobre la situación reconoció que su situación era mucho mejor de lo que en principio había pensado. Continuaba en su país,viviría en esa mansión así que no tenia que preocuparse por rentar un lugar donde vivir. Tenia lo básico para vivir allí así que no vivirá allí de perezosa tampoco se quedaría en aquel lugar encerrada y llorando.Después de ducharse sacó un vestido corto de falda amplia con tirantes finos y un escote en v el vestido era de color rosa. Busco unas sandalias de color rosa dorado y dejo su cabello suelto. Aplicó un poco de labial, rubor en sus mejillas, peinó sus cejas, un poco de perfume y bajo las escaleras. Identificó la cocina pues podía escuchar el ruido de ollas desde afuera.Entró por la puerta dando los buenos días. Allí se encontraban dos mujeres una de mayor edad y una de alrededor de 48 años ambas se movían de un lugar a otro buscando ingredientes y mientras una movía el contenido de una olla con un cucharón la otra buscaba un envase en el que mezclar varios ingredientes para continuar con su faena. Ellas la miraron sorprendidas y dándole los buenos días continuaron con prisa su tarea. Jenny se apoyó sobre una barra en el centro de la cocina.La de mayor edad mirándola con amabilidad le preguntó:
-Señora va a desayunar con el Señor a la mesa ? Aún no terminamos es que el Señor nunca desayuna en la casa.
- No se preocupen yo espero a que terminen. Me gustaría ayudar que puedo hacer?
- No Señora como va usted a ponerse a cocinar!
Ese es nuestro trabajo.
- Llámeme Jenny por favor y no pasa nada si les ayudo al contrario me gusta cocinar y sentirme útil. Así terminamos a tiempo para que el Señor desayune.
De inmediato se acercó a las dos mujeres y luego de informarse de cuál sería el menú recojió su cabello con una liguilla y puso manos a la obra. Luego de unos minutos el desayuno estaba listo, la mesa puesta y las tres mujeres conversaban muy animadas mientras Jenny tomaba un rico batido de frutas.

Marc terminó de hacer sus ejercicios, se dió un baño y vistió un pantalón de mezclilla negro,una camiseta de manga corta color blanca y unos zapatos deportivos negros. Elijio un reloj sencillo y perfume.Por ahora decidió quedarse y trabajar desde la casa y quería estar lo más cómodo posible. No sabía cual sería la actitud de Jennifer los próximos días así que la observaría de cerca.La cocinera estaba acostumbrada a que el no desayunara en casa así que comenzaba su horario de trabajo a eso de las 11:00 p.m. Pero ahora qué Jenny estará en la casa le pidió que trabaje desde la mañana y termine su horario de trabajo a las 6:00 p.m.Ana la cocinera le pidió que contratara una persona más ya que al realizar tres comidas y por su edad le sería más difícil. Le recomendó una mujer que según comentó tenía experiencia y estaba desempleada. Marc le dijo que le pidiera que comenzara desde hoy. Así que imaginaba que debían estar abajo preparando el desayuno. Si Jennifer no bajaba a desayunar le pediría que le llevaran el desayuno a su habitación pues anoche se fue a dormir sin cenar y el almuerzo apenas lo probó. Esto lo tenia preocupado. Bajó la escaleras y se dirigió a la cocina, pasó junto al comedor y vió que ya estaba la mesa puesta. Al no ver a Jennifer comiendo a la mesa entró a la cocina para pedirle que le llevaran el desayuno a su habitación pero al llegar a la puerta paró en seco al escuchar las risas de varias mujeres pero una destacaba entre todas. Era como escuchar el agua corriendo por un riachuelo. Era tan refrescante no pudo evitar disfrutar de aquel sonido. No estaba acostumbrado a escuchar risas en su casa. En ese momento Ana notó su presencia. El se apresuró a hablar:
- Buenos días.
-Buenos días.,respondió Jenny tan suave que apenas pudo escucharla.
-Buenos días Señor!, respondieron las empleadas muy animadas.
- Tu debes ser la nueva empleada.
- Si Señor mi nombre es Paula.
- Bien Paula. Bienvenida. Veo que ya conocen a Jennifer.
- Si Señor., respondieron a coro.
- Ya desayunaste?,preguntó dirigiéndose a Jenny
- No.,respondió Jenny.Estaba bebiendo mi batido primero.
- Pues vamos a la mesa.
- Si. Jennifer se levantó y paso junto a Marc que la seguía con la mirada sin poder quitarle los ojos de encima.
Ambos se sentaron a la mesa mientras Ana y Paula les servían. Jennifer sentía la mirada de Marc sobre ella pero casi no lograba sostenerle la mirada así que bajaba su vista para no cruzarse con la de el. Ana había acomodado los puestos en la mesa uno junto al otro el de el a la cabeza y el de ella a su izquierda y aunque la mesa era muy grande y en el momento no pensó que estaba muy cerca de él ahora sentía que estaban demasiado cerca tanto que podía sentir el aroma de su cuerpo. Y esto la volvía loca, casi no la dejaba pensar. El estaba realmente guapo en aquella ropa la camiseta se amoldaba a su cuerpo permitiendo notar cada uno de sus músculos,los pantalones se amoldaban a sus muslos y podía ver sus dimensiones permitiéndole imaginar como se vería desnudo. Se descubrió imaginando aquello que no podía ver pues estaba cubierto por la ropa, imaginó su abdomen, su espalda... Estos pensamientos la exasperaron ese era el hombre que tan solo un día antes la secuestró y amenazo con asesinar a su padre! No podía estar admirando su cuerpo como si nada! Pero como podría dejar de admirarlo si no era un hombre cualquiera era Marc Stevens el hombre que con solo mirarlo la dejaba sin oxígeno. Ayer cuando lo vió vestido de traje pensó que no podía verse más guapo pero se equivocó.

Marc no podía parar de mirarla, estaba realmente hermosa. Aquel traje dejaba ver un poco de su escote invitándolo a ver más. Aquel color rosa destacaba el color de su piel.Y su espalda que quedaba en gran parte al descubierto,sus hombros,su cuello, sus brazos podía imaginar la suavidad de aquella piel bajo el toque de sus manos. Traía el cabello recogido en una coleta alta lo que destacaba las facciones de su rostro.Marc ni siquiera quiso disimular como se deleitaba en mirarla. Sino que disfrutó de aquel momento aun cuando notaba el efecto que ejercía en ella su mirada. Pero eso también lo disfrutó.
- Durmió bien anoche.
- Si., respondió Jenny aturdida con sus pensamientos.
-Que le pareció su habitación? Es de su agrado?
- Si., respondió secamente. Estaba tan nerviosa por su mirada que apenas podía articular monosílabos.
- Veo que se levantó temprano hoy. Debe tener hambre anoche no ceno.
- He...si. Digo..me gusta levantarme temprano y si... tenía un poco de apetito estoy acostumbrada a desayunar temprano.
- A que se dedica?, preguntó tratando de conversar. Ya sabia todo de ella la hizo investigar en la noche pero deseaba que ella misma le contara.
- Acabo de terminar mis estudios y si no fuese por que estoy aquí mis planes eran estudiar y trabajar en el extranjero.
- Que planeaba estudiar?
- Diseño de modas.
- Y por que trabajar? Su padre es millonario?
- Deseo independizarme., dijo para no darle más información sus problemas con su padre no le incumbían a nadie mas que a ella. Y no planeaba ventilar sus problemas con un completo desconocido.Marc guardó silencio pero su respuesta lo intrigó más aún. Todas las chicas de su edad piensan en comprar ropa y gastar el dinero de sus padres, y luego en atrapar un hombre rico para gastar su dinero también o eso pensaba él. Pero esta chica hablaba de estudiar, de trabajar, de independizarse.
Terminaron de comer en silencio. Al terminar Marc llamó a Ana.
- Si, Señor desea algo más?
- Todo estuvo muy rico pero especialmente esas tostadas francesas con arándanos. Nunca antes las había probado.Ana dibujó una sonrisa y mirando a Jennifer dijo.
-Las preparó la Señora. Son su receta.
Marc volteó viendo a Jennifer sorprendido. Al llegar a la cocina y ver a Jennifer conversar con las empleadas le agradó pues la mayoría de las mujeres con las que llegó a salir trataban a los empleados con desprecio, incluso actuaban como si fueran superiores. El consideraba a los empleados como familia y no podía concebir que se les tratase mal. Pero entrar en la cocina y ayudar a las empleadas eso era algo que jamás imaginó viniendo de ella pues era hija de una familia adinerada. Y ver que preparó su propia receta demostraba que no era la primera vez.
- Me sorprende. Pero quedó muy rico., expresó con sinceridad.
- Gracias, que bueno que le gustó., respondió Jennifer algo confundida por sus palabras. No estaba acostumbrada a recibir halagos por cosas tan simples. Pero lo que no pudo entender era el por que de su sorpresa. Ella creció en medio de empleados en el hogar y desde niña su forma de divertirse era acercarse a los empleados y preguntarles si podía ayudarles y poco a poco aprendió a realizar diversas tareas del hogar. Pero para Jenny esto era normal imaginaba que todos los niños lo hacían. Claro está ella nunca conoció a su madre y su padre apenas lo veía tal vez una vez al mes. Y su crianza fue entre empleados que se convirtieron en su única familia con el tiempo.Pero guardó silencio.
Jenny se retiró para dar un paseó por los alrededores la mansión estaba rodeada de naturaleza y la propiedad constaba de un gran terreno en el cual habían areas de jardines zonas boscosas que deseaba explorar. Caminó por los jardines observando cada planta cada flor. Disfrutaba mucho de ver naturaleza le llenaba de paz. Se sentó en el borde de una fuente y miro el agua caer en completo silencio. Todo esto la serenaba. Con su mano jugueteó con el agua. Luego de un rato se levantó y continuó descubriendo más de aquel lugar. Vio un área de árboles muy altos y en ese momento escuchó una voz a sus espaldas aquella voz tan masculina y ronca que le ponía los pelos de punta.
- No debería entrar allí sola y vestida así. Si desea dar un paseo por el bosque avíseme me encargaré de mostrarle el bosque y de que vuelva sana y salva. Pero debe cambiar su ropa por algo más adecuado.
- Puedo hacerlo sola. No me pasará nada,además no planeaba ir lejos.
- Le prohíbo entrar en el bosque solas. No sea terca. Si desea caminar un poco yo la llevaré.
- Tiene miedo de que me pase algo o es que teme que me escape., dijo retadora.
- Le aseguró que si entra allí no llegará a ningún lugar donde pueda escapar. Pero si estará de invitada en mi casa es mi responsable que esté segura así que por su bien no entre ahí sola. Dio la espalda dispuesto a marcharse cuando Jenny lo detuvo tomando su mano .
- Iré a cambiarme para que me lleve a dar un paseó por favor., soltó la mano de inmediato al sentir una corriente que le recorrió con el toque de su mano.
Marc permaneció en silencio asimilando la sensación que provocó en el también aquel inocente toque...

Te esperaba en mi soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora