I'll protect you || NaruSasu

n i n e

—Naruto, por favor. —gimió el omega, retorciéndose en la cama—. Deja de ser malo conmigo, he sido bueno, alfa. Por favor, por favor.

El rubio le sonrió, sus manos deslizándose por el bonito pecho del omega, con lentitud sus dedos rozaron sus pezones. Sasuke gimió, arqueándose bajo el toque de su alfa, enterrando sus menos más profundamente en las sabanas.

—Eso es, bonito, déjame saber si estoy complaciendo a mi omega.

Si pudiera, Sasuke se sonrojaría aún más, pero a este punto su rostro tenía un constante tono rojo, por el calor que subía por su cuerpo con cada roce de piel que obtenía de su alfa.

—Eres tan injusto. —se quejó, un ruido vergonzoso escapando de entre sus labios cuando Naruto rodó sus caderas, chocando contra él—. Eres malo... Solo fóllame, alfa. Rápido.

—Pero es que eres tan lindo cuando luces así, desesperado y nervioso. —se burló, cariñosamente, aun molestando a los lindos pezones del chico. Sin embargo, decidió dejar de ser tan cruel con su pequeño gatito, devolviendo su mano hacia el trasero del chico, metiendo dos dedos de golpe, encontrando casi instintivamente su próstata. El lubricante comenzó a gotear con más prominencia, haciendo que la boca del alfa se llenara de saliva.

Sasuke gimió, aún más desesperado ahora.

—Puedo tomarlo, puedo tomarlo. Lléname más, por favor. —suplicó, su voz resquebrajándose mientras el azabache se hundía aún más en la nebulosa sensación de placer.

—Eres tan bonito y dulce, bebé. —Alagó, esparciendo suaves besos por el cuello de Sasuke—. ¿Lo sabias? Tan dulce, no puedo creer que pueda verte así, todo desesperado por tu alfa. Tan perfecto, como siempre, pero aún más por suplicar por mí.

El omega estaba francamente destrozado a ese punto, el celo cayendo como peso completo sobre él. En un último intento de conseguir lo que quería, enredó sus piernas en la cintura del rubio. El alfa gruño, complacido y sorprendido en partes iguales.

—Alfa, Naruto, por favor. —suplicó, arqueándose más, descubriendo su garganta, Naruto sintió la súbita necesidad de dejar una marca permanente allí. —Te quiero dentro, quiero tu nudo, por favor. ¿Puedes dármelo? Por favor, alfa.

El rubio lamio suavemente la piel que se le presentaba antes de sacar sus dedos, acomodándose mejor entre las piernas de su chico. Se burló unas cuantas veces, solo rozando la zona, para ver una última vez como Sasuke se retorcía y resoplaba con impaciencia—. Eres tan bonito, omega. Tan dulce, Sasuke.

Empujó sus caderas hacia delante, su polla finalmente deslizándose dentro de su omega. Ambos gimieron, complacidos de finalmente llegar a ello. Naruto apoyó una mano en la cama, justo al lado de la cabeza de Sasuke. Sus miradas se cruzaron antes de que el rubio rodara sus caderas, probando. El azabache dejó salir dulce gemido, por lo que la siguiente vez que se movió lo hizo con más profundidad, haciendo que Sasuke gritara. Clavó sus uñas en los hombros de Naruto, por lo que cuando el alfa aceleró el paso, sus uñas bajaron por la espalda, sonsacándole un jadeo complacido al rubio.

Los suaves sonidos y jadeos de Sasuke se convirtieron rápidamente en gritos y sollozos, entre mezclados con suplicas.

—Voy a anudarte. —Gruñó el rubio, Sasuke asintió con fervor—. Y un día, voy a ponerte los dientes en el cuello y te reclamaré. Eres mío, Sasuke. Mío.

Sasuke se arqueó, sus ojos rodando a la parte posterior de su cabeza. Naruto rechinó los dientes, su orgasmo atravesando su núcleo. Sasuke gritó una última vez, agarrando a Naruto con más fuerza, mientras el rubio seguía tratando de mover sus caderas tanto como podía, con su nudo ya estirando el agujero de Sasuke, tan tenso, mientras el omega se apretaba a su alrededor, como si tuviera miedo que le quitara eso.