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Lincoln, por fin lo había aceptado, ya no tendría miedo de que los descubrieran, algo difícil para él
- Vine a decirte algo - Comento el albino, con un rostro de nerviosismo
- ¿Que es lo que quieres?, debo hacer algo - Respondió ella, intentando pasar de lado
- ¡No, espera! - La sujeta del brazo - Solo escúchame un momento ¿si? - Suplicó con las manos
- Hace un puchero - ¿Que es lo que pasa?, ¿acaso te vas a morir? - Preguntó ella, cruzándose de brazos
- La mira directo a los ojos - Me rindo - Dijo él
- ¿Que? - Exclamó ella
- Que me rindo..., no puedo seguir mas con esto - Habló él con voz nerviosa
- Amm, ¿te golpeaste la cabeza? - Preguntó ella, mirando a los lados
- Argh, ¿por que están difícil decirlo? - Se dijo a si mismo - Escucha, el día que regresaste, no pude dejar de pensar en lo que me dijiste... - Habló él desviando la mirada
- Lincoln, yo dije eso por que...
- Eso no importa - Interrumpió el albino - Lo que pasó, fue que yo pensé que al saber que te habías olvidado de mi, estaría feliz, pero...me equivoque - Dijo él, agarrando el hombro de Lynn
- ...
- Todo este tiempo estuve intranquilo, como si algo me faltara, algo muy importante - Dijo él, mirándola mientras su corazón se aceleraba - Al principio, no sabia la razón de eso, pensé que Stella podía quitarme este peso, pero, no me ayudó...
- Lincoln,...
- Déjame acabar Lynn - Pidió el albino - Luego de eso, vine a la casa y te encontré esperándome , eso me hizo sentir feliz o algo así, pero, al hablar contigo, me di cuenta que todo lo que me dijiste ese día era una farsa, te estabas mintiendo a ti misma, eso me hizo sentir aun mas feliz...,No me olvidaste después de tanto tiempo - Exclamo él con una sonrisa en el rostro - Al final lo entendí, al fin todo estaba claro
- Lincoln, detente...- Dijo ella murmurando, mientras miraba el suelo
- Me di cuenta de que me gustas Lynn, el día que te vi después de tanto tiempo, algo nació en mi, la Lynn que vi aquel día, no era la misma que me golpeaba e insultaba hace 1 año, era alguien totalmente diferente - Dijo el albino, sintiendo como si se quitase un gran peso de encima, mientras le sujetaba la mano - Te amo Lynn, no me importa lo que digan los demás
Hubo un silencio de unos segundos, hasta que la castaña se decidió a responder
- ¿Como puedes decir eso? - Respondió ella sin deja de mirar el suelo - Me rechazaste una vez, luego me conseguiste un novio para que me alejara de ti, no dijiste nada el día que me mandaron a ese lugar y... ¿ahora dices que no te gusto que dijera que me había olvidado de ti?, ¿Por que me haces esto?, ¿tanto es tu odio hacia a mi? - Pregunto ella, comenzando a quebrarse
- ¿De que hablas Lynn?, yo no...
- ¡Cállate!, solo me estas engañando..., dices que no te importa lo que digan los demás, pero hace poco te aterraste solo por que Leni nos vería tomados de las manos, ¡¿como quieres que me tome eso?! ¡¿eh?! - Gritó la castaña, con lagrimas en los ojos
- Yo no quise que pasara todo esto... - Musitó el albino, mirando a otro lado
- Y yo ¿si? - Preguntó la castaña - Yo no pedí enamorarme de mi propio hermano, si lo hice fue porque me rescataste de mi prisión de soledad - Hace un puchero - Sabes, no necesito decírtelo, todo esto es una estupidez - Dijo ella, para luego empujar al albino a un lado y continuar con su camino
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Una Locura para Recordar (Lynncoln)
FanfictionLa soledad puede llevarte a sentir algo muy fuerte por la persona que estuvo para ti, aun así si esta persona es tu propio hermano