Día 4: Established relationship

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Sorbet & Gelato

Nota: ¿gore?

-Entonces podemos ir los tres a la misión sin problemas.

-Nuestra dolcezza tiene razón, muy inteligente como siempre ¿no lo crees, Sorbet?

-Ni siquiera deberías dudarlo, Gelato.

-Son tan estúpidamente empalagosos que me dan ganas de vomitar.- La voz de Prosciutto hizo que el trío riera, expulsando el humo de su cigarrillo sin problema-. Sean así en otro lado.

-Solo estás celoso de que esta principessa es nuestra~, ya quisieras tu tener a alguien tan maravilloso contigo.

-Déjenlo en paz chicos.- La fémina soltó otra carcajada, tomando la mano de Gelato quien no había dudado en sacar su navaja para amenazar al otro rubio-. Solo no está acostumbrado.

-Si si, como digas.... deberías agradecer que nuestro amore esté siempre salvándote.

-Como si me importara.

-Bueno, ya saben lo que deben hacer, por favor no hagan sus... espectáculos en media misión.- La voz seria de Risotto puso orden en la mesa, haciendo que los tres asintieran para tomar sus cosas e irse rumbo a la ubicación del blanco de aquella noche.

Los tres salieron de los cuarteles como si nada, jugando entre ellos y haciendo bromas bastante tétricas a ojos de los demás. Para cualquiera aquella relación significaba peligro, nadie se imaginaba que Sorbet y Gelato tuvieran a un tercero como compañero, peor alguien tan aparentemente dulce como era la fémina ¿cómo era posible aquello? Cualquier persona normal o con el mínimo sentido del peligro hubiera huído apenas los hombres hubieran posado sus ojos sobre el mismo, pero la fémina había seguido con aquel peligroso juego desde que se conocieron.

Aquello llamó la atención de Sorbet y Gelato, quien eran pareja desde hace bastante tiempo ya, cediendo poco a poco ante la intromisión de aquella mujer en su relación. Por alguna extraña razón Gelato no tenía ganas de hacerle daño si se acercaba a Sorbet, y Sorbet disfrutaba de verla hablar y seguirle el juego a Gelato. 

No era la relación más común, pero los mafiosos disfrutaban de aquello como nunca. Siempre pensaron que solo serían ellos dos, que nadie más llegaría a acercarseles nunca, pero la fémina había roto aquella barrera con paciencia y dulzura, y tal vez algo de sadismo, perfecto para esos dos.

-El hotel donde el blanco se hospeda es uno de lujo ¿están pensando lo mismo que yo?

-Disfrutar de sus gastos y tal vez algo de sexo.

-Me leíste la mente, Sorbet.- Los tres rieron ante aquello, el pelinegro manejando mientras sus dos acompañantes preparaban sus armas. Gelato disfrutaba de los cuchillos y navajas, mientras la fémina usaba más su stand para hacer el trabajo, así que los dos iban disfrutando del recorrido preparando lo necesario para la misión.

-Esperaremos en su habitación, y cuando menos lo espere morirá en nuestras manos.

-Oh, tal dulce como siempre.

-Definitivamente fue la decisión correcta.

-Entonces ya saben cual es el plan ¿no?.- La fémina asintió ante las palabras de Gelato, quitándose la ropa para apenas quedar en interior, posicionándose en medio de la cama.

Los dos hombres se quedaron en sus puestos de manera silenciosa, esperando pacientemente hasta que el sonido de la puerta los alertó, el blanco ya estaba en posición. El hombre que tenía problemas con la mafia se sorprendió al inicio, pues no se esperaba encontrar con ninguna mujer en ese estado, pero pronto comprendió lo que el quiso y simplemente cerró la puerta con seguro tras el, acercándose para quedar sobre el cuerpo de la joven mujer.

Sus labios estuvieron a punto de rozarse, si el cuchillo en su espalda no hubiera sido hundido contra su piel. Gelato ya se encontraba tras el, recorriendo con el frío metal un punto específico en la columna del blanco, la sangre brotando como si fuera una fuente de aquel lugar.

Sorbet no esperó más, usando su stand para cortar la garganta del hombre para que no hiciera ningún ruido, sonriendo tras su novio al ver la cara de emoción de la fémina, quien para este punto ya se había manchado por completo de la sangre de la misión de aquella noche.

-Maravilloso~.

-¿Este tonto creyó que serías para el? No, no~. Hay que enseñarle una buena lección, tu eres solo nuestra.- Gelato levantó el cuerpo del hombre con ayuda de su stand, sentándolo en la silla que se encontraba a pocos metros de la cama; ni siquiera debían preocuparse por amarrarlo, pues el rubio ya había cortado los tendones y músculos que permitían el movimiento de su cuerpo, ahora no era más que un muñeco.

-Deberíamos enseñarle quienes son los únicos que pueden tocar a nuestra principessa.

-¿Qué dices, bella? ¿Le enseñamos quienes son los únicos que pueden complacerte?

-Claro que si.

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No hay casi nada de material de mis gays favoritos, simplemente no puedo creerlo, pero entiendo el porqué. No nos mostraron casi nada de Sorbet y Gelato, pero si que tengo material para headcanons de ellos.

En primer lugar, para mi los dos son mayores que Risotto, tal vez rondan por los 30 años, no más. Ellos fueron los que ayudaron a Risotto a controlar a Metallica después de unirse a Passione, fueron los primeros integrantes de La Squadra y a pesar de lo que todos piensan, fueron ellos quienes de alguna manera fundaron el escuadrón. Por eso siento que Risotto se quedó más tiempo en su funeral, porque de algún modo ellos dos fueron quienes lo ayudaron más cuando era un primerizo.

Also, tengo la idea de que sus stands son bien creepys, ya saben, tienen un aura bastante sádica a su alrededor; a pesar de poseer stands les gusta hacer el trabajo con sus manos, sobre todo Gelato, en cambio Sorbet es más metódico para esas cosas y solo actúa cuando es necesario.

Ufff, definitivamente a La Squadra le falta mucho qué explorar, me gustaría que hubieran más cosas acerca de ellos.

-See you next time~.





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