Mil y un destinos

Confrontación

Ya era muy tarde en la noche y en el café del gato, Cologne y shampoo terminaban de limpiar después de un día de trabajo, cuando un fuerte golpe en la puerta llamo su atención.

-visitas a esta hora no auguran nada bueno- dijo Cologne mientras se dirigía a la puerta, la cual se abrió de golpe sin siquiera esta tocarla entrando aceleradamente Akane y Ryoga llevando en una camilla improvisada a la inconsciente pelirroja.

-necesitamos....ayuda- dijo Ryoga faltándole el aliento.

Pasaron unos segundos antes de que Cologne respondiera -dejen al prometido en la mesa- respondió esta sin miramientos mientras se disponía a analizar el cuerpo de la inconsciente pelirroja.

-cuéntenme los detalles de lo que paso- agrego mientras escuchaba la historia que relataban tanto Akane como Ryoga. analizaba todo el cuerpo de Ranma cuando su mirada se detuvo en el collar verde que descansaba en su pecho haciendo que sus ojos se abrieran como platos

-¿qué es esto?- pregunto Cologne alarmada mientras señalaba el collar

-ya iba llegando a eso- respondió Ryoga –ese collar le está haciendo algo a la mente de Ranma intente quitárselo pero creo una barrera que me impidió hacerlo- termino Ryoga haciendo que sus palabras crearan una grave expresión de preocupación en el rostro de la anciana – ¿ocurre algo?- pregunto el colmilludo antes el ausencia de respuesta por parte de Cologne.

-esperemos que no- respondió está tratando de sonar lo más calmada posible - todo estará bien mientras que la barrera no sea de color- mientras decía estas palabras Cologne extendía su mano hacia el collar provocando otra violenta reacción y haciendo que la barrera volviera a rodear el cuerpo de la pelirroja.

-verde- murmuro Cologne – ¿por qué tenía que ser verde?, ¡Shampoo prepara el cuarto de almacén, saca absolutamente todo lo que haya ahí tu ayúdala!- agrego apuntando a Akane, nosotros nos quedaremos vigilando al prometido, si se despierta no dudes en noquearlo termino mientras su se posaba en el chico eternamente perdido.

Las órdenes de Cologne tomaron a todos por sorpresa, los cuales se quedaron plantados en sus lugares sin comprender que estaba ocurriendo -¿Qué no oyeron? ¡Muévanse! –grito cologne después de unos segundos provocando un gran escándalo en el restaurante , no paso más de diez minutos cuando la orden de Cologne se había cumplido y dejaron vació el cuarto que había pedido, dejando ah i a la pelirroja totalmente atada colgando del techo.

-pase lo que pase no abran esta puerta- ordeno Cologne dejando afuera todos los presentes y cerrándola antes de que pudieran presentar una protesta.

Una vez sola, Cologne se paró frente a la atada pelirroja y su mirada se posó nuevamente en el collar que descansaba sobre sus pechos-bien ahora viene la parte difícil- se dijo a si misma.

Cologne paso más de una hora en total silencio observando cualquier indicio de movimiento por parte de Ranko hasta que por fin esta empezó a abrir los ojos inspeccionando confundida el cuarto donde se hallaba

-donde estoy, ¿qué fue lo que me paso?- pregunto Ranko mientras seguía mirando a su alrededor cuando se dio cuenta de las ataduras que inmovilizaban su cuerpo -¡eh qué diablos está pasando aquí!-

-reforcé la cuerda que usaron para atarte con un lazo especial, no podrás escapar- dijo tranquilamente Cologne mientras veía a la atada pelirroja

-¿y se puede saber cuál es el motivo? Respondió Ranko claramente alterada ante la presencia de la anciana.

-para comenzar intentar seducir a tu amigo de una forma tan insistente- contesto Cologne mientras sus ojos se abrían lo más posible analizando la reacción de su invitada