𝐴𝑚𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠 [𝑲𝒉𝒖𝒏•𝑩𝒂𝒎]

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋: 𝑉𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑𝑒𝑟𝑎 𝑃𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑

La tarde transcurrió para el castaño mientras veía películas pensando en la noticia que había recibido sin saber que hacer.

¿Deberia de hacer algo para impedir el divorcio?

No lo sabía pero si algo tenía claro es que no quería lastimar al pequeño Ran quien no tenía la culpa de lo que sucedia pero no era como si debiera sentirse culpable puesto que el señor Khun le había dicho que su matrimonio hiba de mal en peor, ¿no?.

Tenía la certeza de que el no le mentiría sobre eso, ¿que ganaría engañando lo?. Tal vez un rato de diversión y jugar con sus sentimientos. Solo se conocían hace dos semanas y el ya estaba seguro de querer divorciarse, demasiado increíble, completamente in-creible. Una sonrisa se poso en sus labios.

Se levantó y decidió salir un momento a recorrer las calles de e Manhattan y visitar a una vieja amiga. Cambio su pijama a ropa más cómoda para estar en público, se encontró con el chofer estadounidense que le había llevado las compras y le saludo.

— hola joven, ¿quiere que lo lleve a algún lado? —

Pregunto mirandolo de forma que bam no pudo descifrar, tal vez era asco o enojo pero si le preguntarán, ¿que si era de buena forma?. No lo era y odiaba que le mirasen así poruqe sentía que ellos creían que era inferior. ¡Por supuesto que no lo era!.

— No gracias estoy bien — continuó su camino pero fue detenido por la voz de aquel hombre.

— Tengo órdenes estrictas de parte del señor Khun, no quiere que usted salga sin compañia — bam se giro sobre sus talones para quedar enfrente.

Suspiro con cansancio, ¿porque no podía pasar tiempo a solas?. No quería volver a sentirse preso.

— ya le dije que estoy bien. Así que puede meterse las órdenes de señor Khun por donde mejor le quepan — Dio un fuerte bufido y siguió su camino. Hoy no estaba de humor para fingir un comportamiento de niño idiotizado con complejos infantiles. Eso era algo que solo implementaba con el señor Khun.

No es que el fuese un aprovechado, de echo el señor Khun era el aprovechado, porque vamos,¿enserio creen que un hombre de veinticinco años que encontró a un chico con apariencia de 16 a solas en medio de la carretera se va a acostar con este al día siguiente?,no es por arruinarle la diversión pero... La vida no es un cuento de hadas. Pero volviendo a su actitud de imbécil, solo actuaba de esa forma porque no quería que las personas le jodieron la existencia. Ya tenía suficiente con sus cuentas pendientes con la perra de Rachel.

Desaparecio del campo de vista del chofer hasta aquellos Barrios bajos en los cuales creció y talvez hasta nació.

En el camino se compró un paquete de palomitas con sabor a caramelo de una marca bastante cara importandole poco. Al llegar a aquel lugar miro a las personas drogadas en el suelo y sintió entrar por sus cosas nasales el holor horrendo a miseria.

Llegó a la casa -que era todo menos casa- tocando la puerta cuatro veces.

— ¡No quiero comprar nada! — Una fuerte voz femenina hizo presencia.

— No es como si tuvieras dinero maldita loca — dijo con enojo.

Se escucharon sonidos de muchas cosas moviéndose y cayendo hasta que la puerta fue abierta mostrando a una linda chica rubia con pecas en su rostro y cuerpo. Llevaba a una blusas playera de color banca y unos shorts cortos de jean.

— Bam — dijo un poco sorprendida por su presencia — que... que bueno verte — su tono de voz salía de una manera nerviosa.

— no te asustes no vengo a cobrar venganza porque me hallas vendido a unas personas que se encargan de la trata de personas — dijo adentrándose en el "hogar" de la rubia — iugh. Esto es un marranero — dijo con una expresión de asco.

— No es como si tu vivieras en una mansión — la chica rodo los ojos pero al fijarse en la expresión de bam este tenía una ceja alzada y una sonrisa. Por primera vez se fijó en su ropa y casi le da un paro respiratorio. ¡Ella no podría comprarse algo como eso jamás! — ¿de donde sacaste esa ropa? — preguntoacomoalado de un grito.

— Del mismo lugar del que salió una enorme mansión campera — una gran sonrisa se mostró en sus belfos para luego sentarse sobre el sofá.

— Esas personas te vendieron a un mafioso, ¿cierto? — dijo mirándole con un puchero de berrinche.

— por supuesto que no, me escape un día antes de que me vendieran, estaba a punto de desfallecer en la nieve porque ya llevaba cuatro días ahí hasta que un apuesto hombre en una limusina me dio su abrigo y me ayudó — comentó aún comiendo de sus palomitas. Rachel se sentó a su lado tabien sacando del paquete de pasabocas unas cinco y comiendolas — al día siguiente le regale el mejor sexo de su vida —

— Vaya, nunca entendere tu ambición por el dinero — comentó mientras seguía comiendo de aquellas deliciosas palomitas que se derretian en su boca. Bam le entregó el paquete de estas levantándose del sillón.

— Mira este lugar, ¿crees que esto es lo que me merezco?, ¡Claro que no!. Soy demasiado lindo y la pobreza me opaca, es como si hiciera que perdiera mi brillo Rachel, ¿me comprendes? — la chica asintió mientras seguía comiendo — necesito seguir actuando de forma inocente y estúpida. Le he causado tanta ternura que incluso ya le pidió el divorcio a su esposa — esas palabras fueron suficientes para que Rachel se atrancará.

— ¿tan rápido? — pregunto asombrada.

— gay reprimido, familia homofóbica, esposa alcohólica — la rubia le miro con una ceja alzada — ¿que? — la chica solo suspiro mientras le hacia un ademán para que continuará — Es muy conocido y millonario, tiene una esposa, un hijo y ah tenido muchos escándalos por encuentros matutinos con hombres disfrazados de mujeres — ella se quedó asombrada, no por la información si no poruqe su hermano menor siempre había sido así. Inteligente, ambicioso y sobre todo hermoso. Suficiente para obtener lo que deseas.

— me enorgullece lo bien que te crié — respondió poniendo los pies sobre la mesa.

— solo tengo un problema y es su hijo — dijo sentándose a su lado hundiéndose en el sillón.

— ¿porque?, despues del divorcio lo más probable es que se lo dejen a la madre... aunque al ser alcohólica tal vez te lo dejen a ti pero solo sera un año de rehabilitación no te desesperes — le dio ánimos.

— ese es el problema, no quiero que ella se lo quede. El es tan lindo y dulce y adorable y tiene una vocesita que te dan ganas de acaricialo y en las fotos se le pueden ver sus mejillas redonditas y siento la necesidad de tomarlas y apretarlas y también quiero abrazarlo como si de peluche se tratase porque siento que huele a vainilla y me encanta el helado de vainilla entonces eso hace que lo quiera abrazar aún más fuerte y- —

— ¡bam! — le grito — si ya entendí, niño adorable que quieres quedarte lo y abrazarlo, no soy tonta — dijo arrugado la Bolsa ya vacia y lanzando la hacia algún lugar de la Sala — pues dile a el que lo pelee. Convencerlo que su madre es una mala influencia y así se quedará contigo. Es muy facil — ella se encogió de hombros y casi se pudo ver una bombilla encendiendo Se sobre la cabeza de bam.