Un romance con Kakashi

CAPÍTULO 22

Pasaron cerca de diez días desde nuestra plática, era más difícil hablar con Minato-san, más con las preparaciones para que nazca su hijo... Nunca esperaría que el día más feliz para Minato-san fuera el día de su muerte...

Minato-san era muy fuerte, siempre lo consideré el mejor shinobi de todos los tiempos, nunca creí que su existencia fuera tan fugaz... Ese día me encontraba en casa; ayer había sido el cumpleaños de papá así que me sentía peor que nunca, casi había pasado un año desde el día de su muerte, no estaba lista para afrontar la situación, iba a empezar a llorar, cuando lo ví: Minato-san y Kushina-sama atravesados por una garra gigante y su bebé llorando... ¿Qué debía hacer? El problema con las visiones es que si interfiero podría evitar que se cumplan, pero en cambio sería difícil saber que otra situación podría ocurrir... un mejor escenario o uno peor... No me importa, nada puede ser peor que la muerte de Minato-san!, salí corriendo a la aldea, no llegaría a tiempo, empecé a transportarme necesitaba del chakra de Minato-san para moverme, corrí por la cajita que me dio en mi cumpleaños, era una caja de música que él y Kushina-sama me regalaron, tenía su esencia... perfecto... llegué y no estaba... seguir las memorias de Minato-san es difícil... se mueve demasiado rápido... cuando llego el ya se movió del lugar... más es lo que agoto mi chakra, se supone que puedo hacer hasta dos viajes al día y ya iba cuatro... creo que me iba a desmayar...no lo pude encontrar...

-Minato-san...- a penas pude decir - Lo-o... si...ent...to – empecé a llorar, DE QUE ME SERVÍA ESTE DON SI NO PODÍA UTILIZARLO PARA SALRVAR A LAS PERSONAS QUE QUIERO!!- Minato-san... por favor... no muer-ra...- no tenía fuerzas ni para llorar, las lagrimas solo caían... Por favor Minato-san resista!, si tan solo podría invocar la fuerza del Shinigami el jutsu: Ten no kumotsu (ofrenda celestial) que usó mamá para mantenerme con vida... Fui impulsiva y desorganizada, ya no me quedaba chakra, espero no despertar, no quiero ver el mundo sin Minato-san... Si no hubiera actuado tan deliberadamente... podría haberle informado a Minato-san acerca de su futuro... hasta tal vez ayudarlo a saber quien está detrás de todo esto.

Sentí como recogían mi cuerpo del suelo... sabía perfectamente quién era... no me importa, ya nada importaba, la persona que me ayudó e hizo que mi vida fuera para él ya estaría muerto... simplemente ya no quiero despertar... como no atraviesan mi corazón, tal vez así sienta que aún sigue ahí... con mis últimas fuerzas lloré la muerte de Minato-san y de Kushina-sama, lo siento tanto... si hubiera sido más fuerte, tal vez podría haberlos ayudado, lo-o siento, sigo siendo una inútil... luego me desmayé.

Desperté en los cuarteles de la raíz, Danzo me había llevado hasta allí?... lo más probable que uno de sus subordinado me haya traído hasta aquí.

-Asi que ya despertaste...- dijo Danzo desde las sombras

-Por qué me trajo hasta aquí?- dije

-No es obvio? Para cuidar de una pequeña niña huérfana...- dijo con malicia

-Yo puedo cuidarme sola.

-Enserio? Y como harás ahora que no está el Hokage que tanto veneras?

Me dolió, fue un golpe bajo -Que quieres?- no iba a dejarlo ver cuanto me afectaba

-Déjame ponértelo en términos simples...- dijo -Yo te puedo ayudar a cumplir las promesas de Minato -odié que el nombre de Minato-san saliera de la boca de este tipo -Solo tienes que ser mi subordinada y algún día convertiremos este podrido mundo en paz.

Ya no importaba nada, total si este hombre me asesinaba ahora o después sería una bendición, tal vez solo quería ver mis poderes y experimentar con mi cuerpo, tal vez me mandé a una misión suicida cuando ya no le sea útil... no me importaba, solo quería la bendición de la dulce muerte, quería ver a Mamá, quería ver a Papá, quería ver a Minato-san y a Kushina-sama...simplemente le perdí las ganas a vivir... solo existía... si es que era notada por alguien... no era nadie... era nada... era la nada encerrada en un cuerpo, un cuerpo vacío que se movería por simple órdenes, ya no quería pensar... me conformaba con que pensarán por mí, porque pensar es sentir y sentir no sirve cuando solo quieres vivir como un cuerpo vacío hasta que sea el día de gozar de la sublime muerte, pero no podía morir ahora... soy una pecadora que debe sufrir...no merezco gozar de la muerte, eso sería demasiado bueno para mí. Merezco el dolor y el sufrimiento por no ser suficiente en vida; supongo que por eso mi alma nunca murió por completo, necesitaba el sufrimiento para pagar mis pecados...