Un romance con Kakashi

CAPÍTULO 18

Me dolía en el alma tener que dejarlo, pero era necesario ...cada uno debía de seguir su camino y si el futuro decide que nuestros caminos deben de cruzarse bienvenido sea... En pocos días Kakashi logró que me sintiera humana otra vez, desató en mi corazón el sentimiento de querer ser amada, una necesidad que con el tiempo pensé que había logrado prescindir, despertó algo nuevo en mí: el deseo y la pasión de tener un amante, pero también me hizo recordar las consecuencias de dar rienda suelta a las emociones... entre ellas el sentimiento doloroso que te envuelve al abandonar y ser abandonado. No importaba como me sentía, no quería hacerle daño a Kakashi, sin duda no se lo merecía. Kakashi se merece que una buena mujer se quede a su lado, alguien que lo cuide y lo ame, que pueda darle una familia digna de él; no alguien tan miserable, inestable e inmadura como yo... Que por más que no lo acepte solo vive en medio de un mar de egoísmo en busca de la felicidad.

Privé a mi alma por mucho tiempo de las emociones, pero solo tú eres capaz de hacerme recordar lo hermoso del sentir, sin importar la inmensidad de sensaciones repudiables que puedan venir con tal de sentir un solo momento de felicidad a su lado. Tal vez si fuera un poco más egoísta le pediría a Kakashi que me acompañe, que encontremos quienes somos, juntos, en el camino del destino... tal vez crear una vida juntos... pero no puedo engañar a mi corazón, no sería capaz de arrastrar a Kakashi a las profundidades de mis ambiciones, solo para que deje la vida que ha edificado a través del tiempo para que haga una nueva conmigo... O tal vez solo soy una cobarde incapaz de preguntarle y abstenerme a sentir el dolor que ocasionaría el rechazo... No quería saber la verdad, esta vez en mucho tiempo prefería mantener ignorante de la realidad y quería vivir el momento, un momento al lado de él sin pensar en el pasado o en el futuro, solo limitarnos a vivir nuestro presente... No quería aferrarme a él, las personas mueren y te dejan sola, supongo que hasta para la muerte soy egoísta... prefiero morir y no sufrir que ver morir a alguien más y vivir sumergida en el sufrimiento que ocasiona la partida...

Lo siento Kakashi... tenía que irme, pero esta vez no iba a mostrarle recuerdos horribles, tampoco dejarlo vulnerable en un país desconocido, no se lo merecía... lo desperté y al primer encuentro de nuestros ojos decidí mostrarle un poco de mi pasado, tal vez para estar a mano, tal vez porque quería que conociera un poco más de mí... tal vez no quería que me olvidara... Manteniendo la lucidez de mis memorias, trasladé el cuerpo de Kakashi al lugar de los hechos... Su verdadero hogar...Konoha.