27

3.4K 398 37
                                    

Thaiz:

Nolan...

Nolan acaba de golpear a Jennie y ella está en suelo, inconsciente, con la cabeza sangrando y el líquido esparciéndose en la alfombra, diciéndome que tan grave es su condición.

No... Jennie.

—¿Qué ..—Mi voz tiembla.—¿Qué has hecho, Nolan?

—Uhmmm... Jennie..—El examina a mi amiga, empujándola con su pie, el cuerpo de Jennie se gira con el mentón hacia arriba.— Me caía bien, pero quien te mando a que vinieras con ella... se supone que debías estar sola.

Observo lo que tiene en las manos, es uno de mis premios de mis cuadros, la piel dorada que cubre el trofeo esta manchada con la sangre de mi amiga.

Mi cuerpo se tensa al subir la mirada a su rostro, Nolan camina hacia mí.

—¿Qué es lo que has hecho?

—Vine por ti, Thaiz... ¿Acaso no es obvio?

Ni siquiera pregunto porque, intento correr, pero él llega a mi enseguida, me derriba contra la escaleras y suelto la bolsa por impulso, la cual se cae por uno de los huecos de las barandas, mientras mi boca a golpeado con fuerza una de las gradas.

Grito, probando la sangre de mi boca y producto del golpe.

—¡No... No!

Nolan me sujeta las piernas con ambas manos, comienza a reír y desesperada pataleo, golpeo moviendo las piernas.

Y lo golpeo, logro golpearlo en la entrepierna. No una sino dos veces, sus manos sueltan el trofeo, el que resbala gradas más abajo, mientras Nolan se lleva ambas manos sobre la entrepierna.

—¡Perra!

Corro, no, me arrastro entre las gradas, pero siento como si no avanzara, como si no diera ni un solo paso y como si mis piernas se quebraran.

No estoy segura si es por el pánico que está causándome, pero así me siento.

Sin embargo, no dejo de avanzar, gateo y me resbalo, incluso al llegar al filo de la escalera en el segundo piso, me arrastro otra vez y me levanto, con el corazón golpeándome el pecho.

—¡Vuelve aquí, perra!

Entro a mi habitación y cierro la puerta, la mano de Nolan me bloquea y me agarra en un descuido, empuja la puerta abriéndola de golpe y yo retrocedo.

Intento tomar algo cerca, pero soy sujetada del cabello, mis manos suben a su brazo, intentando soltarme y termino cayendo contra el colchón, tras sentir como me empuja.

Me doy la vuelta y trato de retroceder, apoyando mis hombros en el colchón.

Nolan me detiene.

—Nolan, por favor... ¿Por qué?

El solo sonríe, sujetándome. Su cuerpo esta sobre mí, con un espacio entre nuestros cuerpos, sus ojos me miran furiosos.

—¿Por qué estás haciendo esto?

—¿Por qué? —Repite.—¿Exactamente qué quieres que diga..?

—Nolan...

—Empecemos por el principio...—Me indica.—Ya que voy a acabar contigo esta misma noche, es mi deber dar mi discurso de villano ¿No?

Las lágrimas queman mi vista.

—¿Tú has hecho todo esto?

Él sonríe.

La Sociedad de las chicas con los corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora