La Sociedad de las chicas con los corazones rotos

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ADVERTENCIA: Capítulo largo con alto contenido de drama. Recomendado leerlo con palomitas, botanas, chocolates o bombones.

Y una bolsa de hielo.

Disfrute la lectura ;)

Jennie:

—¿Te llevo a casa?

Llevarme a casa puede tener otros significados y puedo resultar peligroso para mí.

"Te llevo a casa" suena igual a que tendremos sexo.

Y mi cuerpo quiere tener sexo.

¿Es por todas las copas de champagne que me tomé esta noche? Dios, desearía decir que si, pero odio que West tenga razón

Como dice, amo su verga. Amo lo experta al follarme y amo montarla.

Es sexo, Jennie, mientras sea sexo estaremos protegidas.

—Si, esta bien. —Eso provoca una sonrisa en su rostro.

Si no puedo alejarme de él, entonces mantendré mi corazón guardado y me tragare la llave, de esa forma West no podrá destruirme.

—Pero no voy a acostarme contigo, West.

¿Por qué le dije eso?

—Estoy siendo un caballero y tu lo único en lo que piensas es follar, ninfómana.

Arqueo una ceja.

El sonríe, camina hacia su coche y me abre la puerta del coche.

—Caballero. —Repite.

Ignoro sus intentos de caballero e ingreso.

(***)

—Ahora que Mike no está, creo que puedes hacerme entrar. —Me dice mientras intento abrir la cerradura.

Me vuelvo hacia el, West encoge los hombros.

—Es una sugerencia.

Suspiro y sigo en lo mío. —¿Cómo sabes que el ya no vive aquí?

—Me lo dijo.

—¿Sigues hablando con el como si nada hubiera pasado?—Suelto confundida.

—Claro. ¿No sería bastante raro que me alejara?

Abro la puerta. —¿No tienes nada de remordimiento? ¿No te pesa la conciencia?

—Si a ti no te pesa porque tendría que pasarme a mi.

Bastardo.

—Porque yo tengo motivos.

Que feo se oyó eso.

West me examina.

—No me mires así. Si yo lo engañe es porque descubrí que me estaba engañando.—Me defiendo.

Engaño es engaño, Jennie.

—Tenias sospechas desde antes, Jennie.—Y me revento la verdad en la cara.