Un día como cualquier otro para la humanidad. Transcurría una tarde con una impactante tormenta eléctrica en la ciudad; innumerables truenos y relámpagos caían sin cesar, teniendo así a muchos aterrados y a otros tantos asombrados ante tal danza magistral que realizaba Zeus en los cielos. Batallas campales se desatan en las alturas y nosotros como pequeñas criaturas, nunca lo veremos, sino como un acto horroroso.
En una de las calles de Estados Unidos donde habita la pequeña población humana, se hallaba alguien encerrado en su jaula a la que se atrevía a llamarle "Hogar". Un malhechor pasaba por la acera donde se elevaba la estructura de un edificio viejo con paredes de ladrillo en las que el tiempo dejó su marca, pues el olor y color de moho se hacía evidente con tan solo verle. Nuestro "villano", vestido de ropas negras y máscara completamente blanca, sin expresión o marcas de rostro; estaba herido. El dolor punzante de su costado le hacía caminar despacio y con la espalda encorvada mientras presionaba la zona por la cual empezaba a emanar sangre a borbotones. Su cuerpo no quería responderle, y pasando por los pasillos de aquél edificio, entró a un apartamento que no contaba con cerradura doble. Con tan solo un empujón logró entrar.
El departamento era amplio y tenía aspecto desolado, las paredes eran color vino; tenía las luces apagadas y entre toda la estancia, algo captó su atención casi por completo: el departamento no tenía ventanas.
Sin embargo no se detuvo a pensar más en ello, se adentró en lo que parecía ser un baño, y encendiendo las luces soltó una exclamación de horror.
Un cuerpo de lo que parecía ser un pequeño, vuelto un ovillo en sí mismo, con tan solo ropa interior y de figura esquelética; se hallaba en la bañera, aparentemente dormido.
Bajando los latidos acelerados de su corazón, y presionando con una sola mano la herida, prosiguió a abrir la ventanilla del espejo donde al ver su contenido agradeció a todo lo santo que hubiera todo un kit de primeros auxilios. "Bendito sea el universo" murmuró para sus adentros, pero el cuerpo a su lado se empezó a levantar, y hallándose sin energías; solo tuvo opción de pegar su cuerpo a la puerta mientras pasaba la afilada aguja para cerrar la herida.
Aquél pequeño cuerpo, entre despierto y dormido veía la silueta negra que se levantaba ante sí, -La señora se ve extraña hoy- pensó. Pero aclarando su vista notó que no era "La señora" a la que se refería anteriormente, sino alguien completamente distinto, sin rostro alguno; solo una máscara blanca totalmente plana cuyo único detalle, era una apertura lo suficientemente grande para ver sus ojos. Eran grandes y brillantes, de un tono semi-rojizo. Aquel individuo que se encontraba en la bañera, sentado en posición de indio; ahora observaba a aquél otro que se encontraba de pie; y notó un líquido espeso bajaba por su estómago.
Reinaba el silencio pero ambos tenían la mirada en el otro, uno asustado ante aquél líquido que bajaba por el cuerpo del contrario; y su homónimo viendo el estado descompuesto de lo que parecía la representación física de las ganas de vivir, pues a diferencia de otras personas, las cuales se encontraban en perfecto estado de salud y estabilidad económica, se encontraban en depresión por un lado, por parte de la falta de dopamina en sus cuerpos, y en otro de los casos, por las altas exigencias de parte de la sociedad o de los mismos estándares que son trazados por ellos mismos, generando así la necesidad mental del fin de la existencia. Este nuevo humano con el cual este malhechor por primera vez se encontraba, era una nueva forma de hacer reflexionar a aquellos que pensaban que no podían cambiar.
- ¿Qué te pasó?- preguntó sin mover su vista de la herida que ahora se hallaba a medio cerrar.
- Un hombre me apuñaló, cuando entré a su casa.- Explicó con serenidad en su voz, y a su vez volvía a suturar la herida en su costado.
- ¿Qué hiciste para que te apuñalara?- subió a ver sus ojos, donde encontró que ya no le miraban.
- Ya te lo dije, entré a su casa. Así como he entrado en esta.
- ¿Y qué viniste a hacer aquí?
- ¿No es algo obvio?- replicó levantando la aguja al cerrar la herida.
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El mundo a través de la mirilla.
Gizem / GerilimUn giro inesperado tras encontrar a un ángel encerrado, en una jaula a la que de forma fantástica le llama hogar. ¿Cómo irá a terminar? . . . Esta historia es un one shot o una novela de tres capítulos. . En la siguiente historia los personajes no t...