𝓤𝓷𝓲𝓬𝓪 7 II

670 59 39
                                    

Ya habían pasado esos cinco días y hoy tenía que devolverme a Puerto Rico.

Y como ya los vuelos están comprados y no se pueden votar tengo que irme con Raul.

Salí del carro de mi prima, voy hasta el baúl y bajo mis maletas. Me despido de ella y caminó hasta adentrarme en el aeropuerto, para ir donde Raúl me había dicho que estaría.

Cuando por fin lo pude encontrar lo saludé  y me senté en una de las sillas, mientras que esperábamos los chequeos.

🥀Raúl🥀

Veía a Yamileth al lado mío, se veía que estos días había llorado. ¿Cómo lo se? Sus ojos estaban hinchados y rojos y la punta de su nariz estaba rojiza.

Tenía ganas de abrazarla pero tenía miedo de que me rechazara.

Unos treinta minutos después tuvimos que hacer las revisiones que normalmente hacen en los aeropuertos.

Cuando terminamos nos volvimos a sentar a esperar al avión.

Ella en todo éste tiempo no me dirigió la palabra. ¿Me dolía? Obviamente, hace como una semana estábamos bien, y ahora estamos que ni nos hablamos.

Quería rogarle que me perdonará, pero dejaré que lo piense por algunos días, y ya si se quiere terminar pues... Qué le voy a hacer...

—Yami...

—¿Mhn?

—Voy a ir a la cafetería... ¿Quieres que te traiga algo de comer?

—Mhn si... Traeme una dona.. Si se puede

Me levanté de donde estaba sentado, caminé hasta la cafetería y compré dos cafés y una dona. Pagué y volví hasta donde estábamos.

—Gracias...
—Me decía con una voz apenas audible—

Ahora mismo tenía ganas de besarla, abrazarla y decirle que no se ponga así... Que esto es solo una fase y que volveríamos a estar bien... Como antes...

En todo internet estaban esas fotos, así que varias personas ya me habían mandado mensajes que nunca respondí.

Mis amigos para ver si es cierto, mis padres para regañarme y reclamarme. Ya que según ellos no me criaron así, Paola diciéndome que era un estupido y un perro por hacerle eso a Yami, los hermanos y el primo de Yamileth también habían escrito amenazandome de que si eso era cierto que me iban a matar. Los fans también me tenían harto escribiéndole por Instagram.

Ella estaba vestida con un pantalón Jean bien apretado, no se que tenía puesto de camiseta ya que tenía un  hoodie azul mío, también traía unas Nike negras.

En fin, tenía ganas de hacerle el amor aquí mismo. Es que Dios, es una diosa griega.

Mi Diosa...

Por los altavoces llamaron a los pasajeros del siguiente vuelo, así que Yamileth y yo nos paramos y fuimos por la puerta donde deberías ir.

Unas horas después ví que ya estábamos aterrizando, así que desperté a Yamileth que estaba dormida en mi hombro.

Cuando por fin bajamos del avión lo primero que hicimos fue buscar nuestras maletas.

Cuando recogimos las maletas y buscamos un taxi.

Le abrí la puerta a Yamileth y se subió al carro. Le dimos la dirección de la casa y el manejo hasta allí.

Cuando llegamos le oramos y entró a la casa, hoy me quedaría a dormir aquí ya que eran las dos de la mañana.

Única I-II™ 𝐑𝐚𝐮𝐰 𝐀𝐥𝐞𝐣𝐚𝐧𝐝𝐫𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora