El día en que decidió avanzar | FINAL

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Craig estaba realmente preocupado por Tweek, sabia en lo que se estaba metiendo desde el momento en que decidió salir con él, sabía que sin importar cuanto lo ayudara y acompañara tarde o temprano tendría que enfrentarse a las consecuencias de aquel cambio repentino que hizo meses atrás.

Lo que le había dicho era cierto, él realmente se había enamorado de Tweek más allá de su actitud y apariencia, se había enamorado de sus gestos, debilidades y pensamientos, se había enamorado de un todo y no de un fragmento de él. Sin embargo, entendía que esa persona con la que estaba pasando el rato, si bien sanaba lentamente no podía cicatrizar si la herida no dejaba de abrirse día a día, Tweek a pesar de todo no se sentía del todo él mismo con esa fachada de chico malo que había creado.

Craig vio en aquella nueva actitud una manera de esquivar sus propios sentimientos.

Quería quedarse, acompañarlo, hablarle... pero sabía que si él resolvía todos sus problemas Tweek jamás podría aprender a hacerlo por sí mismo, ¿Qué pasaría si algún día terminan? ¿La próxima vez que lo viera seria en las noticias como alguien que murió de sobredosis o algo así? él era su novio, no su conciencia.

Así que por más que quisiera salir a buscarlo, dejó que el chico resolviera sus conflictos por sí mismo.

—Yo sé que eres fuerte—Dijo al aire, refiriéndose a la persona que amaba—nadie que pueda resistir sus propios demonios por tanto tiempo puede ser débil.

...

¿Como sabemos quiénes somos? ¿Son nuestros valores, nuestra apariencia, nuestras experiencias lo que nos hace quiénes somos? Ni siquiera podemos decir que nuestra personalidad nos hace ser alguien en particular, porque dependiendo lo que vaya ocurriendo nos adaptamos al ambiente, nos adaptamos a lo cambios.

Pero entonces, ¿dónde está el límite?

Si los límites que nos ponemos a nosotros mismos existen, entonces Tweek los había cruzado casi todos. En los siguientes días había desaparecido casi por completo, de vez en cuando le hablaba a sus padres y a Craig para decirles que estaba vivo, pero más de eso no había.

Durante todo ese tiempo se la había pasado bebiendo todo lo que encontrara, había consumido algunas drogas y había robado algunas cosas de nivel básico para subsistir en la calle. Su apariencia era una hibridación de sus dos últimas facetas: la camisa verde de siempre estaba sucia y rasguñada, su cabello, aunque era castaño estaba desordenado en contra de la gravedad y sus temblores o paranoias iban y venían sin ningún aviso.

Ahora se encontraba con algunas pastillas de dudosa procedencia en su sistema y una botella de whisky en la mano, caminando tambaleante hasta un callejón oscuro lleno de basura. Su teléfono ya no tenía batería por lo que nadie podría saber dónde estaba y ya tenía sueño. Se recostó en algunas bolsas ignorando el podrido olor, levantando la botella en su cabeza para rociarse con el líquido por completo.

—Bien, ahora si quedé como parte del paisaje—Dio una rápida risa. Todo le daba vueltas, pero al mirar a su costado, definió un espejo donde fácilmente encontró su rostro, mirando el desastre que era por primera vez en días—Ugh, me veo de la mierda.

—Así es, realmente somos la sombra de lo que alguna vez fuimos—Le respondió la figura al otro lado de la imagen, asustándolo.

—Oh genial, ahora desarrollé esquizofrenia. —Dijo sarcástico, cerró los ojos un momento y al abrirlos nuevamente, la imagen se había transformado en su yo rubio.

—No tienes esquizofrenia, estás alucinando por la falta de sueño y las drogas en tu sistema. —La figura se acomodó de forma más tranquila—¿La has cagado a lo grande no es así?

Fuck you all | CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora